Li Ching-Yuen, la particular historia del chino que aseguran vivió 256 años

Los primeros registros de su presencia datan de los siglos XVII y XVIII. Documentos oficiales dan cuenta de su presencia y personalidades del siglo XX afirman haberlo conocido.

El hombre oriundo de China y que supuestamente vivió 256 años. Gentileza.
El hombre oriundo de China y que supuestamente vivió 256 años. Gentileza.

Según algunos registros, Li Ching-Yuen pudo haber nacido entre 1677 o 1736. Era oriundo de la provincia china de Sichuan y destinó gran parte de su longeva vida a trabajar como herbolario, claro está si la información que se conserva hasta el presente es exacta.

Los testimonios y parte de las leyendas urbanas que rodean a este personaje dan cuenta de la enorme cantidad de años que vivió y de los innumerables sucesos de los que fue testigo. No se trata de 80, 100 o 120 años sino –y dependiendo de los cálculos- de 256 años.

Gracias a los relatos que han pasado de generación en Sichuan se estima que sabía leer y escribir y desde muy pequeño se unió a herbolarios chinos para viajar por montañas, bosques salvajes y lugares escasamente habitados de China en Gansu, Shenzi, el Tíbet, Vietnam, Tailandia, Manchuria, entre otros.

Según lo relata Jon Voigt, durante 1748 se mudó a Kai Hsien para unirse al ejército chino como profesor de artes marciales y asesor táctico, pero luego retornó a sus actividades como herbolario e instructor de medicinal y técnicas de meditación taoísta.

La reaparición de Li Ching-Yuen en el siglo XX

Así transcurrió su vida, entre apariciones más documentadas y otras que se escabullen en el anonimato de lo cotidiano. Sin embargo, su historia volvió a surgir y con fama mundial en las primeras décadas del siglo XX. En 1920 la singular trayectoria de Li Ching-Yuen ocupó las portadas de los periódicos de todo el mundo.

Según un corresponsal del New York Times, en 1928 muchos de los adultos mayores en el vecindario de Li afirmaron que sus abuelos lo conocían cuando eran niños y que él ya era un adulto que se veía mayor.

Por su parte, el militar y político chino Wu Peifu aseguró haber compartido un encuentro con dio Li. Según Wu, su intención era consultarle al longevo hombre cuál era el secreto de su prolongada vida.

De esa reunión, el político se quedó con la respuesta más buscada por parte del extraño anciano: Li explicó que durante décadas vivió principalmente de hierbas y vino de arroz.

La muerte casi en el siglo XXI

Según el portal El Tiempo, Wu fue el responsable de difundir registros oficiales del gobierno imperial chino del año 1827 por su 150 cumpleaños y más tarde por su cumpleaños 200. Otro testimonio se sitúa en 1927 del general Yang Sen registrado en su libro El Inmortal.

Dice haberlo conocido y lo describe como un hombre de “buena vista y paso ligero”. Además afirma que “Li es alto y tiene las uñas muy largas”.

Li Ching-Yuen murió el 6 de mayo de 1993 por causas naturales. La noticia fue difundida por el New York Times y se encuentra en la ‘Máquina del tiempo’ del medio.

Aunque la idea de que una persona viva dos siglos y medio puede resultar un disparate, se estima que el Li fallecido a finales del siglo XX pudo ser una persona que asumió la identidad de un antepasado fallecido o de alguien con el mismo nombre para respaldar sus afirmaciones.

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