El pez vampiro que tiene una ventosa para pegarse a sus presas y fue recuperado en California

Reapareció en California (Estados Unidos) el apodado “pez vampiro”, que se adhiere a otros animales para sobrevivir. La extraña criatura, que tras nacer migra al océano, regresa a aguas dulces para desovar.

Su apariencia, claro está a la vista, no es de lo más agradable. Pero al contrario de lo que parece, la lamprea del Pacífico es inofensiva para los seres humanos.

El pez, que tiene un cuerpo cilíndrico y gelatinoso y una boca circular con forma de ventosa con dientes para pegarse a sus presas, fue captado esta semana por Karl Bly, quien lleva 40 años explorando el río de los Americanos, cerca de Sacramento. 

El hombre publicó días atrás las imágenes en Facebook y comentó que esta fue “la segunda lamprea de la temporada” y “la segunda que ha visto en 30 años”.

Si bien es una especie autóctona de California y del río de los Americanos, migra al océano y luego vuelve al río para tener sus crías, hasta 100.000 a la vez.

Según Peter Tira, vocero del Departamento de Pesca y Vida Silvestre, los peces vampiros “se adhieren a un delfín, a un tiburón o a una ballena, se alimentan de ese pez huésped más grande para aprovechar los nutrientes”.

De acuerdo con el Departamento de Pesca y Vida Silvestre, la lamprea del Pacífico desapareció por un tiempo del río y ahora está regresando, pero se desconocen las razones de este cambio.

“Parece una criatura marina de las profundidades”, dijo Karl Bly. “He capturado leones marinos, nutrias de río, cangrejos y muchas cosas locas”, resaltó en diálogo con CBS.

¿Cómo es el “pez vampiro”?

Tiene un parecido especial a las anguilas. Su origen se remonta a hace casi 500 millones de años.

Carece de escamas y branquias. En su lugar, el pez vampiro tiene siete orificios a ambos lados de la cabeza que le sirven para respirar, un atributo que lo diferencian a simple vista de otros animales de aspecto similar. No cuenta con un esqueleto completo, sino que tiene un cartílago que le recorre todo el cuerpo.

Lo que impresiona es su boca: una ventosa rodeada de varios círculos concéntricos de dientes córneos, además de una lengua usada para raspar tejidos.

En España el pez vampiro es famoso en la gastronomía y se puede encontrar en varios supermercados.