Vicentin y el campo celebraron la decisión del Gobierno de retroceder con la expropiación

El presidente Alberto Fernandez dio marcha atrás con el decreto de intervención de la cerealera y tuvo repercusión en el sector del agro.

Santa Fe: La cerealera Vicentín.
Foto: Télam
Santa Fe: La cerealera Vicentín. Foto: Télam

Luego de que el presidente Alberto Fernández publicara la derogación del DNU referente a la intervención de Vicentín, por través de su cuenta de Twitter, la cúpula de la cerealera y referentes del campo recibieron con beneplácito el fin de la expropiación.

“Celebramos que se cierre este capítulo. Queremos encontrar una solución dentro del concurso, como corresponde”, expresaron.

Según publicó Clarín, “la empresa siempre tuvo una posición flexible”, manifestaron fuentes de la empresa y aseguraron que lo que hizo el Estado nacional en junio “no aportó nada y solamente generaron en todo este tiempo más confusión”.

Desde la agroexportadora aseguraron que bsucarán llegar a un acuerdo con los acreedores para evitar la quiebra de la firma que, según el expediente, acumula deudas por hasta $100.000 millones. Para esto, aseguraron que cuentan con los “activos necesarios” para enfrentar sus compromisos y la capacidad para avanzar con los otros modelos contemplados.

Esto fue celebrado por el sector del campo. Ricardo Buryaile, actual diputado nacional por la Unión Cívica Radical por Formosa y exministro de Agroindustria, fue uno de los que se expresó.

Es saludable la decisión de derogar este Decreto que no debió dictarse nunca, que le causó mucho daño al gobierno y al País. No puede informar el Juez del Concurso la deuda toda vez que el proceso de verificación de créditos no ha finalizado aún . #Vicentin https://t.co/PiHaLj5aWs

— Ricardo Buryaile (@BuryaileRicardo) July 31, 2020

“Es saludable la decisión de derogar este Decreto que no debió dictarse nunca, que le causó mucho daño al gobierno y al País. No puede informar el Juez del Concurso la deuda toda vez que el proceso de verificación de créditos no ha finalizado aún”, escribió en su cuenta de Twitter.

Con esta determinación, el Gobierno puso fin a una iniciativa que desde su anuncio, el 8 de junio, le provocó más dolores de cabeza que satisfacciones. Lo que desde el Presidente y su círculo era visto como “una decisión estratégica” y “un paso rumbo a soberanía alimentaria”, rápidamente comenzó a provocar heridas.

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