Suma partidos chicos Cambia Mendoza, pero los principales están en duda

En medio de sucesivas victorias, la coalición tuvo incorporaciones. Se fue el PD y dudan el Pro, Coalición Cívica y Unión Popular.

Búnker Cambia Mendoza en el Hotel Aconcagua. Elecciones Generales Legislativas 2021. Ignacio Blanco / Los Andes
Búnker Cambia Mendoza en el Hotel Aconcagua. Elecciones Generales Legislativas 2021. Ignacio Blanco / Los Andes

La Unión Cívica Radical (UCR) y el Pro protagonizan la interna del verano en Mendoza. A las críticas solapadas y declaraciones circunstanciales del año pasado del Pro, ahora se ha visto una escalada fenomenal en enero, con un desenlace que por ahora es incierto en el frente Cambia Mendoza (CM) y que podría hacer peligrar la participación de partidos históricos y fundadores de la alianza.

Pero al margen de la contienda entre los protagonistas de los partidos, es importante marcar que desde la conformación de CM en 2015, que llevaría a la gobernación a Alfredo Cornejo con su victoria frente al peronismo, el espacio ha tenido algunos cambios, con mayoría de ingresos de sellos “pequeños” y otros sin personería jurídica, así como también salidas -caso Partido Demócrata-, pero que no han afectado de sobremanera el resultado de las elecciones y la hegemonía de la alianza, que hoy por hoy está consolidada en la provincia.

Además, salvo el 2021, en el cual la Coalición Cívica no participó de esas legislativas en la alianza, siempre en elecciones los tres principales partidos (UCR, Pro y Coalición Cívica) que tiene el frente a nivel nacional, que es Juntos por el Cambio, han estado unidos en los comicios enfrentando al espacio peronista.

El riesgo que se presenta ahora con el enfrentamiento, es que dos partidos fundadores, como lo son el Pro y la Coalición Cívica, puedan quebrar esa coalición que formaron hace casi 8 años y que ha tenido 4 victorias de forma contundente y consecutiva (ejecutivas del 2015 y 2019 y legislativas del 2017 y 2021).

De hecho, una eventual disputa entre ambos espacios generaría un escenario complejo a ciencia cierta, con un Frente de Todos, principal espacio opositor, que mientras tanto mira con atención la discusión del espacio oficialista y aguarda por un portazo de De Marchi y sus aliados, para que se genere una dispersión en el voto y así aumentar sus chances electorales.

Historia de Cambia Mendoza

En 2015, CM llevó a la fórmula Alfredo Cornejo – Laura Montero a la gobernación. Los partidos que conformaron ese espacio fueron la UCR, el Pro, la Coalición Cívica-Ari, el Partido Demócrata, el partido Fe de Gerónimo “Momo” Venegas, el Partido Socialista, Libres del Sur y el massista Frente Renovador de Guillermo Pereyra y al que se sumó Jorge Difonso.

Con el correr de los años, los partidos fundadores, salvo algunos casos particulares como el PD (2020) y la Coalición Cívica (2021), se mantuvieron en el espacio pese a cuestionamientos internos y tensas definiciones previas a las conformaciones de alianzas electorales.

Por ejemplo, en 2017, y con elecciones unificadas a las nacionales, el FCM se mostró similar al 2015 en las legislativas y fortaleció el espacio con una contundente victoria.

En tanto, en 2019 también participaron los principales espacios políticos que ya venían conformando la alianza anteriormente, que se dividieron en una interna entre los que apoyaron al radical Rodolfo Suárez; y los que estuvieron con Omar De Marchi, que fue precandidato a gobernador -y perdió - con el espacio Primero Vos, que aglutinaba al Pro y al PD, entre otros actores.

Por otro lado, un dato importante fue que en Mendoza siguieron en esas elecciones en CM tanto Guillermo Pereyra (Partido Renovador Federal) como Jorge Difonso (Unión Popular), pese a que a nivel nacional su referente como ex Frente Renovador, Sergio Massa, dejó de ser antikirchnerista y volvió a unirse a la lista del Frente de Todos.

En las elecciones 2021 se vieron algunos cambios importantes, ya que meses atrás, en octubre del 2020, el PD decidió salir de CM, luego de fuertes enfrentamientos con la UCR, particularmente por algunas decisiones ejecutivas de Gobierno y proyectos de ley que no cayeron bien en el espacio.

No obstante, para esas elecciones entró a CM el partido MasFe, liderado por el exsenador y pastor Héctor Bonarrico.

La historia del espacio del pastor en la alianza gobernante no dejó buenos recuerdos, teniendo en cuenta que en mayo del año pasado surgió la polémica investigación por un subsidio que iba a ser por $18 millones para la fundación Acción Social, que lidera el evangélico; y que fue dada de baja por el Gobernador una vez que Bonarrico dijo que dicho subsidio fue a cambio que él bajara su precandidatura a legislador nacional. Una vez desatada la polémica e investigación judicial (en la que se archivaron las causas por “inexistencia de delito”), se rompió el vínculo en CM.

Por otro lado, en 2021 también decidió no participar la Coalición Cívica, liderada por Gustavo Gutiérrez y Marcos Quattrini, quienes migraron junto a la alianza Vamos Mendocinos, con el PD y el espacio Mendoexit, entre otros.

En estos últimos años, se conformaron otros espacios (sin personería jurídica) que se alinearon a CM, como por ejemplo el Partido Demócrata Progresista, que son dirigentes que pertenecían al PD pero no estaban de acuerdo con la salida del partido, al igual que Juntos por Mendoza.

Del ala liberal hay que nombrar al espacio Más República (que compitió en la interna del 2021 con Cambia Ya), más Republicanos Unidos, liderado por Ricardo López Murphy y que tiene personería a nivel nacional pero no provincial.

También está el Encuentro Federal para el Desarrollo de Mendoza, conformado por el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), que lidera Rogelio Frigerio; el Encuentro Republicano Federal, de Miguel Pichetto; y el Partido Federal, este último con personería jurídica. En tanto, el Partido FE, que en el interín de estos años se había ido de CM al Frente de Todos (en 2021), volvió a las filas de la coalición.

En juego

En el marco de las alianzas y el “mapa” de la posible división, se encuentran los partidos con personería jurídica y los espacios políticos que no lo tienen, y que según el Pro, son “sellos de goma motivados o generados para engrosar” los frentes.

La UCR, por un lado, le baja el precio a la discusión actual, al sostener que no se trata de una interna “entre partidos”, sino que es una “aventura” personal de Omar De Marchi, principal referente que tiene el partido macrista en Mendoza, y se apoyan en la advertencia nacional de la presunta imposibilidad de “migrar” del espacio con el sello del Pro (la mesa nacional de Juntos por el Cambio advirtió que quienes rompan filas no podrán utilizar las siglas de Juntos por el Cambio).

“Cambia Mendoza sigue con o sin De Marchi”, advierten en la UCR, y señalan que hubo participantes del Pro y Coalición Cívica en las reuniones gestionadas por el partido centenario, que si bien no representan al “partido” en sí, desean seguir en el frente.

En tanto, en el Pro señalan que es “el partido” el que no está participando del armado de la UCR (hubo una votación del Consejo Directivo Provincial que aprobó no estar en la reunión de comienzos de semana) y manifiestan que el radicalismo “no es el dueño” de CM, por lo que no debiera establecer el uso de ese sello. También acotaron que la Coalición Cívica como socios fundadores de Cambia Mendoza “tampoco” está en ese armado y sigue la duda si permanecerán.

Por otro lado, también está en veremos si Unión Popular con Difonso participará o no de la alianza que procura volver a conformar el radicalismo.

Lo cierto es que en aquella reunión del martes, el radicalismo comunicó que se tomó la decisión de acortar los plazos de las presentaciones de los frentes electorales por el desdoblamiento de los siete departamentos de las elecciones municipales (todos los peronistas y San Carlos).

Esta situación impactaría directamente contra el armado de De Marchi y compañía, porque limitaría el tiempo de trabajo que están realizando, para intentar conformar en paralelo un espacio con el cual poder enfrentar con potencia al radicalismo en una eventual disputa por la gobernación.

Desde el Pro contestaron que lo de la fecha límite “es un invento” y que si bien el diálogo “está siempre abierto”, el gobierno “está haciendo todo lo posible para echarnos, porque les incomoda discutir temas profundos y que hagamos énfasis en problemas que los comprometen en la gestión radical por inacción del Gobierno”.

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