La Iglesia dedicó su mensaje de Navidad a lapidar el aborto legal, mientras en el Senado hay optimismo verde

La iniciativa ya cuenta con la media sanción de Diputados y tiene importantes chances de ser convertida en ley.

Monseñor Oscar Ojea (Foto: Télam)
Monseñor Oscar Ojea (Foto: Télam)

Esta vez, en su tradicional mensaje de Navidad, la Iglesia Católica argentina no se preocupó tanto por reflexionar sobre el significado de esta importante festividad del cristianismo, sino por cuestionar con dureza la legalización del aborto.

De esta manera se inmiscuyó de forma abierta y directa en la política, en la recta final del debate parlamentario sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), proyecto de ley que los senadores tratarán en sesión dentro una semana.

La iniciativa, pese al lapidario documento eclesiástico, ya cuenta con la media sanción de Diputados y tiene importantes chances de ser convertida en ley, a juzgar por el conteo provisorio de voluntades, en el que los verdes ahora corren con la ventaja de la que carecían hace dos años, cuando la propuesta fue rechazada.

Qué dijeron los obispos

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el órgano que agrupa a los obispos del país, criticó la “febril obsesión por instaurar el aborto”, en alusión al proyecto del gobierno de Alberto Fernández, que discute el Congreso.

En un documento titulado “¿Por qué no renovar la esperanza?”, en el que los obispos argentinos afirman que esta Navidad se da en “un momento histórico” donde se necesita una “ardua reconstrucción” tras “un año difícil”, la CEA dice que “en estas últimas semanas el panorama se ha ennegrecido”.

A criterio de los curas, “la opción política pasó a ser una incomprensible urgencia”, que es esta “febril obsesión”, como la definieron, por legalizar la IVE, “como si tuviera algo que ver con los padecimientos, los temores y las preocupaciones de la mayor parte de los argentinos”, dice el texto.

“Otra cosa sería defender los derechos humanos de los débiles de tal manera que no se los neguemos, aunque no hayan nacido”, dicen los obispos y agregan que “para quienes esperan empezar un año mejor, esta agenda legislativa no les trae esperanzas”, y que “hay miles de cuestiones sanitarias y sociales a resolver, que requieren toda nuestra atención”, en alusión a la pandemia de coronavirus.

La Iglesia afirmó que lo que el Gobierno y el Congreso ofrecen “en este momento duro e incierto es el aborto, y eso es un golpe a la esperanza”.

“Esta fiesta (la Navidad) también nos hace pensar en la dignidad de cada vida, nos recuerda cuánto vale un ser humano. El papa Francisco quiso insistirnos en este punto en su última encíclica, de modo que la pandemia no nos deje iguales sino que nos vuelva más apasionados para defender toda vida: la vida de un anciano, de un discapacitado, de un enfermo, de un niño por nacer”, enfatizaron los obispos argentinos.

Siguen las negociaciones

Sin perjuicio del mensaje de los sacerdotes, en el Senado el sector verde del Frente de Todos (FDT), que defiende la propuesta de la Casa Rosada, continúa en estas horas trabajando en conseguir la mayor adhesión posible al proyecto para la sesión del martes 29.

Según pudo saber La Voz, la mendocina Anabel Fernández Sagasti es la principal espada del Gobierno en la Cámara que conduce Cristina Fernández de Kirchner, de quien es una dirigente de máxima confianza.

En los últimos días, a esas tareas de cabildeo interno se sumó el senador por Córdoba Carlos Caserio, en el afán de conseguir que sus compañeros de bloque encasillados en el sector celeste cambien de postura y se decidan por apoyar el proyecto, que es nada menos que del Presidente de la Nación.

Igualmente, a esta hora los números son favorables a la legalización del aborto: se cuentan 34 votos a favor y 34 en contra, aunque serían 35 votos afirmativos contando al peronista entrerriano Edgardo Kueider, que aunque no anticipó cómo votará, firmó, en disidencia, el dictamen favorable a la ley.

Como a ese dictamen también lo firmó la rionegrina kirchnerista Silvina García Larraburu, que en 2018 votó en contra, los verdes no solamente ganaron un voto sino que los celestes perdieron uno. Por eso la semana pasada los verdes pasaron al frente.

Pero todavía quedan dos senadoras indefinidas, que son la radical entrerriana Stella Maris Olalla y la neuquina Lucila Crexell, del bloque Movimiento Neuquino.

Y, además, se espera que otros senadores del oficialismo, como García Larraburu, favorezcan, con su voto favorable o con su abstención, la aprobación de la ley, que podría volver a la Cámara de Diputados en revisión si se le realizaran modificaciones. El rionegrino Alberto Weretilneck, que está a favor de la ley de IVE, planteó varias objeciones, a las que adhirió el senador cordobés Ernesto Martínez (Frente Cívico-PRO).

En el sector verde, tanto del oficialismo como de la oposición, hay optimismo: manejan con mucho hermetismo hacia los periodistas las conversaciones internas porque no quieren “quemar” a quienes ya les confirmaron su apoyo, pero sostienen que el número está asegurado.

Habrá que esperar hasta el martes para conocer novedades, o quizás las haya en los próximos días. Pero, por supuesto, después de Navidad.

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