Frente de Todos: Alberto le baja el tono a la interna y Cristina envía una señal de respaldo

En Olivos niegan que haya diferencias insalvables en la coalición gobernante. La vice salió a respaldar al Ejecutivo en uno de los temas más sensibles: la deuda.

Cristina Fernandez y Alberto Fernandez
Cristina Fernandez y Alberto Fernandez

El presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Fernández de Kirchner, parecen estar decididos a intentar morigerar las diferencias políticas internas del gobernante Frente de Todos después de algunas señalas que generaron polémica y cierta incertidumbre.

El jefe de Estado le bajó el tono a las diferencias. Y la vice, la “dueña de los votos”, envió una señal de apoyo a la estrategia del Poder Ejecutivo en un tema muy sensible: la renegociación de la deuda externa.

Ese proceso que lidera el ministro de Economía, Martín Guzmán, es uno de los que más especulaciones y suspicacias despiertan hoy en cuanto a la capacidad del “albertismo” para resolver uno de los problemas más graves que tiene del país.  

“Martín Guzmán sobre la deuda externa. Clarito como el agua”, escribió la vicepresidenta en su cuenta de Twitter. La publicación va acompañada de un video en el que el ministro defiende la estrategia oficial.

Guzmán explica en el video que los acreedores fueron irresponsables por tomar riesgos ofrecidos por la administración de Mauricio Macri, aun cuando estaba claro que la Argentina no podría pagar en tan corto plazo los abultados vencimientos con los que se comprometió.

Es la primera vez que la ex Presidenta habla públicamente sobre la renegociación de la deuda con los bonistas. Y también es la primera vez que respalda a uno de los funcionarios elegidos exclusivamente por el jefe de Estado tras ganar las elecciones el año pasado.

Fuentes allegadas a la vice consultadas por este medio no consideraron el mensaje como un hecho extraordinario. Aseguran que Cristina respalda desde siempre al joven economista convocado por Fernández para que se haga cargo de la silla más caliente del gabinete.

“El único acto de gobierno público para el que Cristina fue a Olivos y para estar con el Presidente fue cuando Guzmán presentó la oferta de deuda, el 17 de abril. Eso es porque siempre respaldó a Guzmán”, le dijo a este medio un colaborador de la titular del Senado.

Unidad, el pedido presidencial  

Ningún cristinista niega, no obstante, que la vice sigue disgustada por la decisión de Fernández de llevar a empresarios del G6 a Olivos y sentarlos a su lado en el acto del 9 de julio, mostrándolos como aliados indispensables de su Gobierno para reactivar el país.

Este martes, en una entrevista radial y cuando se le preguntó cómo se sale de la pandemia, Fernández tiró un mensaje que entre líneas fue también para el corazón de la coalición gobernante, haciendo hincapié en que necesita “unidad”.

Fernández no sólo está ante tensiones internas en el Frente que lo llevó a la Casa Rosada, sino también ve venir un reclamo creciente para abrir más rápido la cuarentena a sectores productivos, dado que la economía está resquebrajada.

“El concepto de unidad no es que pensemos igual, que nos uniformemos en una idea. Sino que entendamos que todos tenemos que tirar para el mismo lado, cada uno pensando cómo quiere pero todos tirando para el mismo lado”, dijo Fernández.   

En Olivos aseguran que Fernández seguirá hablando con todos los sectores. Y señalan que ese es el espíritu del Acuerdo Económico y Social que el Gobierno se apresta a convocar próximamente.

Paradójicamente, en privado Fernández dice por los empresarios que le molestan al cristinismo lo mismo que decía por Cristina antes de conformar una fórmula el año pasado para ganarle al macrismo: “Sin ellos, no se puede”.  

Hay algo en lo que coinciden cristinistas y albertistas: niegan que exista una interna por diferencias insalvables. Y señalan también que el Presidente y su vice hablan cotidianamente por teléfono.

Las diferencias apuntan no al modelo de país que quieren unos y otros, sino más bien a la forma de construirlo, la orientación de las medidas y la velocidad con las que se toman algunas decisiones.   

La visión opositora

En el mayor espacio opositor, Juntos por el Cambio, miran las disputas internas del oficialismo de reojo. Se muestran preocupados. Y señalan que esa es la causa por la que el Gobierno actúa con ambigüedades y comete errores no forzados, como el del caso Vicentin.

Uno de los que opinó sobre esto es Alfredo Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical (UCR). El mendocino juzgó que la tensión interna del Frente de Todos pueda estar evidenciándose en la gestión.

“El Presidente cambia de opinión. Ha sido ambiguo en muchos temas. Hay que juzgarlo más por lo que hace que por lo que dice. Desde la primera propuesta de la deuda se dice que es la última. La palabra del Presidente hay que cuidarla”, dijo el diputado nacional.

En declaraciones radiales, el ex gobernador de Mendoza afirmó que “el conflicto interno del Frente de Todos es ostensible”. Y agregó: “En la campaña yo fui uno de los que lo planteó. Hoy no quedan dudas de que ese conflicto existe y opera sobre el modelo de país al que aspiran la mayoría de los argentinos”.

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