El IPV echó a un inspector de obra por conducir ebrio y destruir un vehículo prestado para su trabajo

El accidente fue en 2019. El empleado se quedó a un almuerzo de obra en La Paz y cuando regresaba volcó el vehículo en la Ruta nacional 7, cerca de Las Catitas.

El inspector iba rumbo a una obra cuando volcó con su vehículo y descubrieron que iba ebrio. Archivo Los Andes
El inspector iba rumbo a una obra cuando volcó con su vehículo y descubrieron que iba ebrio. Archivo Los Andes

Un almuerzo de obra puede complicarle la vida a cualquiera. Así puede atestiguarlo un inspector de obra del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), quien concurrió a la obra de un barrio en La Paz, se quedó al asado con los trabajadores y terminó volcando una camioneta prestada por la empresa constructora para que concurriera a cumplir funciones. Según el acta policial, el inspector tenía 1,56 gramos de alcohol en sangre.

Más aún, según la propia declaración del inspector, se quedó a almorzar; el accidente se produjo pasadas las 21. Es decir, esa comida tuvo una larga sobremesa.

Por ese accidente, el arquitecto Marcelo Diego Funes fue sancionado por el directorio del IPV con la cesantía.

El hecho y las sanciones

La historia nos lleva al 16 de julio de 2019. A las 15, el inspector Funes estaba en la Municipalidad de La Paz, firmó planilla de salida y cuando volvía a su casa de San Martín, recibe un llamado desde el proyecto Las Colonias-Tomás Godoy Cruz-Boyero (un barrio en obra que estaba bajo su inspección) y le notifican que necesitaban la autorización de encofrado y hormigonado de puentes. Hacia allá se dirigió Funes.

Una vez terminadas las tareas, es invitado a almorzar en la obra. De las actuaciones no se desprende a qué hora comenzó el almuerzo, pero podría inferirse que fue una media tarde y que hubo alcohol.

Cuando terminó el almuerzo Funes recorría la ruta nacional 7 desde La Paz hacia San Martín. A la altura del kilómetro 953, cerca de Las Catitas (Santa Rosa), Funes volcó el vehículo. Según el relato del propio inspector, se quedó dormido y, como tenía puesto el cinturón de seguridad no tenía lesiones graves, pero la camioneta Renault Duster Oroch Outsider dominio AA684MB quedó totalmente destruida.

Según la denuncia ante la empresa aseguradora, que hizo el propio Funes, el accidente se había producido cerca de las 18, con luz nocturna y niebla. Según el acta policial, el arquitecto circulaba pasadas las 21 por la ruta y según la prueba de alcoholímetro tenía 1,56 gramos de alcohol en sangre. Según la actuación policial, la camioneta quedó retenida en la subcomisaría de Las Catitas.

El problema es que la camioneta no era propiedad del inspector. Tampoco del IPV. Era de Stornini Constructora SA, que había ganado la licitación de la obra. En esa misma compulsa estaba previsto que la empresa pusiera un vehículo a disposición de la inspección de obra. Fuentes del IPV señalan que aún no llega el reclamo para reponer el vehículo, pero que si llegara, el Instituto debería afrontar el pago. Por lo tanto, no descartan que sea el propio IPV el que reclame el monto del vehículo al propio arquitecto Funes. Es decir que, además de quedar sin trabajo, tal vez debería pagar la Duster Oroch.

La policía aplicó una multa 10.800 pesos que fue pagada por el propio agente del IPV, sin hacer descargo, el 18 de julio.

El 17 de julio, a mediodía, es la empresa la que informa al IPV del accidente. Recién a las 14 de ese día, Funes comunica por teléfono lo que había sucedido.

Cuando se ordena el sumario administrativo, empiezan a aparecer las pruebas documentales, particularmente el acta policial, en la que consta que Funes estaba ebrio.

El 20 de abril de este año, el directorio del IPV aprobó lo actuado por los sumariantes y el Funes fue declarado cesante de su cargo en el instituto.

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