Dos “pesos pesados” se enfrentan por la conducción de la Sociedad Rural local

El histórico Alberto Lasmartres es el candidato del oficialismo y busca el cargo que dejó hace dos años. Enfrente tendrá a Alfredo Vila Santander, el postulante de la oposición.

Oficialista. Lasmartres va en la lista que a nivel nacional encabeza otro mendocino: Daniel Pelegrina. / Opositor. Alfredo Vila es hermano de Daniel y está alineado con la lista nacional que lidera Nicolás Pino.
Oficialista. Lasmartres va en la lista que a nivel nacional encabeza otro mendocino: Daniel Pelegrina. / Opositor. Alfredo Vila es hermano de Daniel y está alineado con la lista nacional que lidera Nicolás Pino.

El 24 de setiembre, la Sociedad Rural Argentina (SRA) tiene elecciones para elegir nueva conducción por dos años. Una de las curiosidades es que por segunda vez en mucho tiempo habrá dos listas en competencia; otra que llama la atención es que los candidatos de esas dos listas para el distrito 12 (compuesto por Mendoza y San Juan) tienen perfiles opuestos: uno de ellos es histórico de la SRA en nuestra provincia, Alberto Lasmartres; el otro es Alfredo Vila, el hermano de bajo perfil de Daniel Vila.

Lasmartres es el representante regional del mendocino que preside la SRA a nivel nacional, Daniel Pelegrina, quien busca su reelección; Vila es parte del armado opositor que encabeza Nicolás Pino.

La tradicional SRA no es una organización acostumbrada a las contiendas electorales. En general las presidencias se tejen discretamente, cosechando adhesiones con diálogo. Sin embargo, desde la partida de Luis Miguel Etchebehere, el antecesor de Pelegrina que dejó su cargo para ser ministro de Agroindustria de Mauricio Macri, algo parece haberse roto. Es la segunda vez que hay elecciones para dirimir el nuevo liderazgo.

Los desconocedores de la vida interna de la SRA podrían suponer que la grieta política que divide al país también ingresó en el mundo rural. Sin embargo, todos los que dialogaron con Los Andes señalan que no es así, que la fractura es interna y tiene que ver con el bono de 500 mil pesos que cobró Etchevehere cuando dejó la entidad.

Ese bono le trajo algunos dolores de cabeza, hasta una causa penal en la que fue sobreseído en octubre 2018 por el juez Marcelo Martínez de Giorgi. La consecuencia que aún hoy se agita en la SRA es que muchos de los dirigentes no estuvieron de acuerdo con la despedida monetaria. “Todos los ex presidentes de la Sociedad Rural apoyan la continuidad de Pelegrina menos Etchevere, que apoya a Pino”, dice un observador de la realidad interna de la entidad.

Un viejo conocido

Alberto Lasmartres, quien busca el lugar del actual titular de la entidad, Ramón González Feltrup, es ingeniero agrónomo. Tiene 74 años y dos hijos: el varón es gerente en una reconocida bodega local y delegado en San Rafael de la SRA; la hija es abogada. Lasmartres realmente es un histórico: ingresó en 1984, dos años después fue elegido director del distrito 12 y desde entonces nunca dejó ese lugar de conducción hasta que se produjo el affaire Etchevehere. Ahora vuelve a buscar la conducción regional de la SRA con la lista Unidad y Acción, que encabeza Pelegrina.

Tiene campos en el sur de Córdoba, en San Rafael, también viñas en Tunuyán, Tupungato y Luján. Se ufana de haber hecho de todo en la agroindustria, desde recría bobina, con varios premios por sus Aberdeen Angus, granos, ovejas Hamshire Down y Corridale, caballos de polo, exportación de carne bobina. También fue ejecutivo de bodegas y conserveras, fundó el Centro de Ingenieros Agrónomos de Río Cuarto y es socio de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; integra el Consejo Asesor del INTA Mendoza-San Juan y fue director de la Bolsa de Comercio.

El candidato relata pausadamente su currículum, a sabiendas que las experiencias empresariales de su contrincante no son tan específicas de lo rural, aunque las tiene en muchos rubros.

Lasmartres conoció a Laura Montero en San Rafael antes de que arrancara su carrera política como ministra de Economía de Julio Cobos. Cuenta que fue uno de los que habló con el ex vicepresidente antes de su “voto no positivo”, en la batalla del campo contra la resolución 125.

Dice que para estar en este cargo hay que tener buen diálogo y buenos vínculos y asegura que él, con los años de actividad que suma, los tiene. Sin embargo, Lasmartres no es un nombre conocido masivamente; podría decirse que es de la vieja escuela empresaria, de escasa o nula exposición. Es cierto que no le hace falta tampoco; basta con que lo conozcan dirigentes políticos y empresariales y en esos círculos sí se lo conoce.

Un rival muy conocido

Alfredo Luis Vila Santander es el nuevo en la contienda, aunque asegura que es socio de la Sociedad Rural desde principios de este siglo, cuando adquirió un campo en San Luis. Esa propiedad fue vendida en 2016 y Vila cruzó el río Desaguadero para instalar su pasión rural en Santa Rosa.

“La SRA es burocrática, añeja. Las personas que la han ocupado no han tenido mucha motivación por el interior del país”, dice el candidato opositor, apuntando a Buenos Aires.

Durante muchos años trabajó junto a su hermano Daniel en las empresas de medios. También manejó Mendoza Central Entretenimientos, la empresa que le alquila las máquinas tragamonedas al Casino de Mendoza; ese contrato fue cuestionado y debió ser renegociado.

Un día dejó su lugar en el negocio de los medios y sólo mantuvo sus posiciones en las empresas del rubro en Estados Unidos. Mantiene también sus intereses en el juego, pero le pone fuerza a su negocio rural.

Tiene 1.300 hectáreas bajo riego en el Este. Cuenta con orgullo que allí tiene 30 mil metros cubiertos contando la bodega y además, “la única pista cubierta de caballos criollos”.

Este dato no es menor. En el mundo de la SRA dicen que su candidatura llega de la mano de los criadores de caballos, que no tiene experiencia en el resto de las actividades agroindustriales que han sido durante 154 años de existencia de la Sociedad Rural la columna vertebral de su actividad. Vila se ríe y dice que tiene 200 hectáreas de alfalfa y 300 de maíz.

Lo de la cría de caballos criollos tiene una referencia clara. Se dice que la irrupción de la actividad se le debe al fallecido banquero Raúl Moneta, a quién se lo quiere vincular. Otra vez Vila se ríe: “Nunca hice negocios con él, pero fui amigo. La pista cubierta que iba a inaugurar a fines de marzo se llama Raúl Moneta”, relata.

Es ingeniero en Administración de Empresas y dice que está estudiando licenciatura en Administración Agropecuaria. Tiene 64 años y 5 hijos.

Parece haber una interna con los criadores de caballos criollos. Pero para muchos es una pasión, incluido Vila, que la comparte con el ex senador provincial de la UCR y empresario Walter Soto, con quién también hizo negocios en su momento. Otro apasionado de los caballos es el vicegobernador Mario Abed. “No hablé con ellos de mi candidatura. Hace mucho que no hablamos”, dice el empresario y postulante opositor a Pelegrina.

Hace 15 días, Vila obtuvo la personería jurídica de la Cámara del Este (Cameste), una asociación empresaria de la microrregión Lavalle, Santa Rosa y La Paz. Dice que en los últimos días ha estado abocado a conseguir vacunas contra la aftosa a menor valor para los ganaderos de Cameste. Y que la cámara nació con la coordinación de los intendentes de los tres departamentos.

Un detalle: Alfredo Vila asegura que quien lo invitó a participar de la lista de Pino fue Daniel Werthein, del grupo empresario que tuvo participación en Telecom; es primo de Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino. El Grupo Werthein nació por sus intereses en el sector agropecuario y Daniel es veterinario y se dedicó a la actividad ganadera.

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