Deuda: el Gobierno analiza una contraoferta presentada por un grupo de bonistas

Es una iniciativa del Comité de Acreedores Argentinos acercada al Gobierno por el banco suizo UBS. Los grupos mayoritarios siguen plantados.

El ministro de Economía Martín Guzmán busca el contacto uno a uno con los acreedores / Gentileza
El ministro de Economía Martín Guzmán busca el contacto uno a uno con los acreedores / Gentileza

El Gobierno sigue negociando con acreedores y fondos de inversión en forma individual, una estrategia puesta en marcha desde el primer día y con la que aún no ha obtenido la adhesión necesaria para una reestructuración total, por lo que no se descarta que haya un canje parcial el 24 de julio y luego se abra otra instancia.

En ese ida y vuelta, el Comité de Acreedores de Argentina (ACC), el tercero de los grandes grupos de bonistas, terminó de acercar ayer una nueva contrapropuesta que está siendo analizada por el ministro de Economía, Martín Guzmán.

Los representantes de uno y otro lado del mostrador habían dialogado el fin de semana. Y ayer se formalizó. El ACC, que incluye más de 30 fondos de inversión, dijo estar dispuesto a cerrar el canje con un Valor Presente Neto (VPN) de 54,5 centavos por dólar.

El banco suizo UBS fue el encargado de acercar la contraoferta. Allí se solicita mantener las clausulas de acción colectiva (CACs) e los bonos del 2005, que son más beneficiosas para los bonistas que las creadas en 2014 que tienen los bonos que emitió el macrismo desde 2016 en adelante. También pie adelantar los pagos de los cupones de mayo y noviembre a enero y julio, lo que significa una mejora en el VPN.

El Gobierno se había estiraron hasta un nivel de 53 centavos. Pero para el ACC, su propuesta es “consistente” con los parámetros de sostenibilidad que determinó para la Argentina el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La iniciativa del ACC también establece una cláusula de elegibilidad del 66%. Esto indicaría que la reestructuración podría desarrollarse favorablemente sólo si la adhesión alcanza ese porcentaje en cada serie de los 21 bonos que intentan canjearse. Además, establece que, al menos para los bonos con vencimientos más cortos, la quita de capital sea del 2%, un punto menos que la última ofrecida por Guzmán.

Según el ACC, de cerrar con estos parámetros otros fondos podrían sumarse. Pero desde los grupos mayoritarios “Ad Hoc” y “Exchange” (con tenencias por 21.000 millones de dólares) no hicieron comentarios.

Los fondos Gramercy, Greylock Capital, Fintech y Oaktree, que integran el ACC, habían anticipado el fin de semana un principio de acuerdo. Esto casi rompe el comité dado que no había apoyo del resto. Ahora, con la iniciativa de ayer, podría haber un avance.

Incertidumbre y cautela

En el mercado los inversores se mantienen a la espera de un acercamiento, por lo que continúa predominando la cautela. Ayer los bonos operaron mixtos, tras las caídas del 1,5% promedio del miércoles. Esta negociación finalizará el 24 de julio, aunque ya no se descarta un nuevo capítulo.

Al disertar en el Simposio de Mercado de Capitales y Finanzas Corporativas organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), el economista Daniel Marx consideró ayer que, por la información que tiene, el canje está rondando el 40% de adhesión hasta ahora. Y dijo que Guzmán está tratando de “mover” las posiciones de los bonistas que hasta ahora se muestran reacios.

En Economía estiman que la semana que viene podría hacerse el trámite ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos para presentar la nueva propuesta. Esto está atado a conseguir un nivel de adhesión por cada serie al menos para cerrar canjes parciales.

Esto último es una posibilidad concreta, pero está lejos de ser un resultado buscado dado que dejaría al país ante la situación de tener que afrontar abultados pagos ya desde el año que viene. Y a medida que se profundiza la crisis, disminuye la capacidad de pago. Por lo que, en ese escenario, se configura un default masivo que complicaría más la reactivación.

En la nueva oferta habrá mejoras en lo legal y en lo económico. Y para esto último, el Gobierno podría adelantar fechas de pago posteriores a los dos años de gracia que pedirá para no tener que abonar nada tampoco en 2021, dado el contexto de crisis que dejará la pandemia de Covid-19.

Marx estima que “una masa crítica importante de acuerdos arrastraría al resto, pero hoy la cuestión está en discusión. El objetivo es el arreglo de deuda en un contexto económico que le dé sentido”. Y advirtió: “El paso del tiempo juega en contra para las dos partes”.

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