El gobernador Alfredo Cornejo confirmó que la redacción final del nuevo Código de Aguas aún no termina y el proyecto se enviará recién en los primeros meses de 2025. “No voy a enviar las modificaciones a la Legislatura hasta que no tenga el consenso suficiente”, sostuvo.
Luego de participar del acto por el 140° aniversario del Departamento General de Irrigación, el mandatario provincial blanqueó que el debate con los expertos que fueron consultados, aún no concluye y puso como nuevos plazo, febrero o marzo, para llegar a un texto con apoyo amplio.
“Los cambios que debemos llevar a cabo no son solo cambiar leyes, porque finalmente pueden ser papeles y letra muerta si no tienen un plan detrás y una ejecución, una gestión propiamente dicha de cada uno de esos temas”, sostuvo.
Y analizó: “Lo concreto es que Mendoza es más eficiente en el uso del agua por las obras que ha venido haciendo. Desperdiciamos menos agua, pero paralelamente a ese trabajo, tenemos mucho menos agua disponible”.
El gobernador señaló que no le gusta “alarmar” y apuntó contra los que “hacen política pública con el miedo”, pero admitió las dificultades que se presentarán en el futuro si no se toman “medidas con tiempo” para el uso residencial, agrícola e industrial del recurso.
“La modificación del Código de Agua y el plan estratégico hídrico tienen que ver con eso. Al nuevo Código no lo voy a mandar a la Legislatura hasta que no tenga el consenso suficiente con todas las recorridas que hagan falta”, reveló el mandatario.
Y reconoció: “Había dicho que lo íbamos a hacer a fin de año, pero lo vamos a dejar todo el tiempo que haga falta. Si tiene que ser en febrero o en marzo, pero necesitamos modificar nuestra legislación, adecuándola al plan hídrico y a las necesidades que tenemos de hacer bien las cosas”.
Además, analizó que las leyes tienen que ir acompañadas de “procedimientos y sanciones concretas para que el derroche se pague caro y el que contamine el agua, lo pague caro”.
“Todas esas cosas requieren una institucionalidad fuerte, un control y un poder de policía adecuado, pero también una cultura que acompañe esa tarea. Así que estamos en esa dirección”, comentó.
A la vez, sostuvo que el Gobierno está “avanzando mucho en el plan hídrico”, que “nos va a decir cuánto cuesta producir el agua, que nadie lo sabe a ciencia cierta”.
“Los caudalímetros que se están colocando y demás cosas que se están haciendo, son para saber exactamente cuánto nos cuesta producir agua, distribuirla y consumirla para los distintos usos que tiene Mendoza”, completó Cornejo.
El trasfondo de la demora
El borrador del Código de Aguas no cuenta con el apoyo de un grupo de expertos que analizó el Anteproyecto que había confeccionado Irrigación, tal como dejó entrever este miércoles Cornejo.
Miguel Mathus Escorihuela, destacado abogado especializado en agua, ya se lo hizo saber a Irrigación con un escrito que tiene más de 20 páginas. La postura es unánime de todo el grupo, que conformaron el ex gobernador Arturo Lafalla; el ex ‘supremo’ Alejandro Pérez Hualde; Javier Zuleta y Miguel Solanes, ambos con sobrados conocimientos en materia hídrica.
Por otra parte, ya surgió otro borrador -en base a unas primeras observaciones hechas por Mathus que tallaron especialistas del Gobierno del Agua como Marcela Andino, doctora en Derecho y con formación en legislación de aguas. Sergio Marinelli, titular de Irrigación, tendrá hacia fin de año más claridad sobre las miradas que hay sobre el mismo tema y los artículos que generan rispideces. Por esto la espera de Cornejo.
Uno de los integrantes de la comisión externa, consultado por este diario, buscó desinflar que haya un conflicto. Las jornadas de estudio arrancaron hace tiempo y en el medio hubo algunos chispazos con Irrigación.
La opinión de un grupo no oficialista adquiere vital importancia porque nadie quiere aprobar una normativa hídrica de ese calibre sin consensos. Y contar con el aval de Mathus Escorihuela, por ejemplo, le daría un fuerte respaldo. Su opinión, en contra, puede ser letal.
Si a eso se le suman otras voces como la del ex ministro de la Suprema Corte de Justicia, Alejandro Pérez Hualde, que sabe y mucho sobre servicios públicos, el panorama no sería muy alentador si es que la intención es darse la mano con todos.
Por el momento, esto no sucederá. Si bien las fuentes consultadas evitan una definición que hiera más al proyecto, sí reconocen que el documento de los especialistas “es muy crítico” con algunas consideraciones importantes.
“Hay algunas cosas que desde lo legal nos hacen ruido, como el tema del agua potable en los domicilios”, reconoció uno de los integrantes. Las dudas surgen por las facultades que tendrá Irrigación, una repartición en la que los regantes tienen peso, sobre un servicio público. Para los letrados, es clave separar lo que es la concesión del agua del derecho humano.
Los chispazos entre los especialistas e Irrigación estuvieron presentes en estos meses. Lo reconoció el propio Mathus Escorihuela a principios de agosto en declaraciones a FM Vos, una radio sanrafaelina. “La propuesta no es ni mala ni buena. Se trata de un proyecto regular”, dijo.
Hubo también modos que restaron puntos, como dar a conocer borradores sin los aportes.
Plan hídrico primero
La certeza que hay sobre el escrito es que la opinión es unánime sobre la necesidad de confeccionar el plan hídrico antes que el Código de Aguas. Estas diferencias de opiniones sobre qué debe ir primero también se dio entre el propio gobernador Alfredo Cornejo y el titular de Irrigación.
Los especialistas y mandatario provincial coinciden en que el plan hídrico debe hacerse antes que el Código de Aguas. “Ese instrumento nos dice dónde estamos parados, cuánta agua tenemos y cuánta vamos a tener, ¿qué vamos a regular si no?“, se preguntó uno de los expertos que fue convocado.
En el boceto que analizaron, contó uno de ellos, se plantea el plan hídrico como una acción a realizarse, cuando en realidad, piden que se haga antes. Marinelli aspira a tener ese plan desde un acuerdo firmado entre la Provincia y la empresa Mekorot en setiembre del 2022.
Si no son tenidos en cuenta los aportes realizados, difícilmente haya apoyo de esta comisión externa. Aunque hay un esfuerzo en ellos de aclarar que su actitud no es opositora.
Como en Casa de Gobierno no están ansiosos por imprimir el proyecto y llevarlo a la Legislatura, hay tiempo para seguir acercando posiciones en el sensible tema del agua.