Antes de asumir, Soria prepara la avanzada oficial sobre la Justicia

El elegido asumirá en diez días, pero ayer ya dio pistas sobre su gestión: “uno de nuestros objetivos principales es terminar con el lawfare”.

El futuro ministro de Justicia ya cosechó duros reproches de la oposición e incluso de un aliado del Gobierno.
El futuro ministro de Justicia ya cosechó duros reproches de la oposición e incluso de un aliado del Gobierno.

Martín Soria no demoró ni un día en fijar su posición sobre el Poder Judicial, acaso un anticipo de la dureza con que manejará el timón del Ministerio de Justicia: pidió “terminar con el lawfare”, un término que forma parte del glosario de Cristina Fernández de Kirchner, de quien dijo que quiere que sean los mismos jueces los que la declaren inocente en sus causas de corrupción, y no otros.

El diputado del Frente de Todos (FDT) por Río Negro quedó por encima en el mando del actual viceministro, el ultrakirchnerista Juan Martín Mena, quien sonaba para asumir en reemplazo de la albertista Marcela Losardo. El presidente de la Nación lo elogió y el perfil del futuro funcionario parece encajar perfectamente en la idea de Justicia de la vicepresidenta y sus colaboradores.

Pero lejos está Soria de generar adhesión en la oposición, que salió velozmente a declararse en contra de su nombramiento; y, en algunos casos, con los tapones de punta.

Uno de ellos es un viejo conocido de Soria: su coterráneo Alberto Weretilneck, senador nacional y exgobernador de Río Negro, que llegó a ese cargo en 2012, siendo vicegobernador, tras el homicidio del gobernador y padre del futuro ministro, Carlos Soria, perpetrado por su esposa, Susana Freydoz —madre del designado funcionario nacional—, y fue reelegido en 2015.

Weretilneck, senador de Juntos Somos Río Negro, la alianza que continúa en el poder en esa provincia de la mano de la gobernadora Arabela Carreras —quien venció a Soria en los comicios de 2019— dijo que el designado ministro es “un violento, un improvisado, una persona sumamente agresiva y capaz, con un cargo de estas características, de producir hechos gravísimos en las instituciones del país”.

“Para mí es muy triste”, expresó este martes Weretilneck, que gobernó la provincia en los mismos años que Martín Soria fue intendente de General Roca, municipio del que ahora es intendenta su hermana, la exdiputada María Emilia Soria.

“Nada bueno puede surgir para la Justicia con Soria ministro: no tiene condiciones para desempeñar el cargo. Viviremos una de las etapas más oscuras de la relación interpoderes. Debemos estar atentos a la persecución a dirigentes opositores, periodistas y quienes pensamos distinto”, lanzó en Twitter Weretilneck, que es uno de los dos senadores aliados del oficialismo, junto a la misionera Magdalena Solari.

Cuándo asume

Soria estuvo reunido este martes con Fernández y con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en la Casa Rosada. Allí, funcionarios dicen que la fecha para la asunción es, por ahora, el viernes 26 de marzo.

¿Diez días más sin ministro de Justicia? Es que para asumir Soria antes debe renunciar a su banca en la Cámara de Diputados y el cuerpo debe aceptársela en una sesión, para la cual todavía no hay fecha.

En sus primeras declaraciones luego de ser confirmado, Soria aseguró que entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial “tiene que haber una relación institucional, transparente, de ida y vuelta”.

Uno de nuestros principales objetivos es terminar con el lawfare y la mesa judicial. Pero la relación tiene que ser totalmente institucional, no entre cuatro paredes, de espalda y escondidos de la sociedad”, sostuvo.

Subrayó que “es un desafío enorme transformar el desastre que hicieron con el Poder Judicial” durante el gobierno de Cambiemos y enfatizó: “Conmigo no van a contar para hacer eso, para recibir a escondidas jueces y fiscales”.

También respondió a la oposición, que considera que su llegada a la cartera de Justicia tiene que ver con las causas judiciales que involucran a la vicepresidenta: “El caballito de batalla de siempre es decir ‘que van por la impunidad’. Acá no hay ningún cambio de causas ni fiscales. En ninguno de los proyectos que se presentaron (en el Congreso) hasta ahora, no existe la más mínima posibilidad de cambiar los jueces. Además, conociendo a la vicepresidenta es lo que menos querría, esta es la verdad”.

Dijo que la vicepresidenta “quiere, como cualquier ciudadano que no tuvo nada que ver o que es inocente, y que la acusaron mediática, judicial y políticamente, porque eso es el lawfare, que sea la misma Justicia que la libere de culpa y cargo, que es lo que corresponde cuando uno no hizo nada”, expresó.

En tal sentido, agregó que “diferente es cuando te condenan desde lo medios, te arman una causa, reciben a jueces y fiscales en un despacho del presidente y avanzan”. “Eso fue la mesa judicial y lo que pasó en Argentina. Por eso la decisión férrea de nuestro Gobierno en avanzar en estos cambios. Por eso la oposición desmesurada, perversa, que no quiere siquiera debatir los proyectos”, dijo Soria.

Contra Casal

Entrevistado en Radio 10, el exintendente de General Roca consideró que hay que “revertir esta situación de tener un procurador interino (Eduardo Casal) que nadie eligió y que está atornillado a ese sillón”.

“Tenemos una oposición que parece no estar dispuesta a dar el debate sobre los cambios urgentes que el Poder Judicial necesita”, dijo, respecto al rechazo de JPC a tratar las leyes de reforma judicial y de reforma del Ministerio Público.

Soria recordó que trabajó durante “muchos años” en los tribunales de Comodoro Py, donde tiene “conocidos, amigos”.

Y, consultado sobre si cree que le “tienen miedo” en los tribunales de Retiro, contestó: “Anhelo que me tengan el respeto que merecen todos los ciudadanos. Si hay alguna irregularidad, tengo la obligación de mostrarlo y denunciarlo”.

Para la oposición, es Cristina

El principal espacio de la oposición, Juntos por el Cambio (JPC), había criticado a Soria a través de varios de sus integrantes.

El presidente del interbloque de diputados, el radical cordobés Mario Negri, dijo en Twitter que la llegada de Soria a Justicia sumada a “la Carta de Cristina contra la Corte Suprema, el discurso de Alberto Fernández en la Asamblea Legislativa y las presiones a los jueces del Ministro del Interior” es otro capítulo “de un mismo plan: cerrar las causas del kirchnerismo por corrupción”.

“Esto nos demuestra que quien decide es Cristina Kirchner. La constante erosión a la autoridad presidencial viene de su propia vice, empeñada en demostrarnos que quien gobierna es ella. Anclados al pasado no se construye futuro”, sostuvo, por su parte, la diputada Paula Oliveto, del partido de Elisa Carrió, la Coalición Cívica-ARI.

Por su parte, el legislador Jorge Enríquez (PRO) opinó que “con la designación de Soria, el presidente ha abdicado de hecho” y que “el papelón de la salida de Losardo se profundiza por la designación de Martín Soria, un kirchnerista que viene siendo vocero de las posturas más recalcitrantes del Instituto Patria contra la independencia judicial”.

En el mismo sentido, el diputado Luis Petri (UCR) enfatizó que “la agenda judicial sigue manejándola CFK desde el Instituto Patria” y que “la única diferencia ahora es que ya se designó a su vocero consustanciado con la defensa del lawfare al frente del Ministerio de Justicia”.

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