A cuatro años de la muerte de Santiago Maldonado, su familia pide que la investigación sea por desaparición forzada y muerte

Sergio, el hermano del joven fallecido, asegura que la causa está parada y afirma que espera la resolución de la Corte Suprema.

Se cumplen 4 años de la muerte del joven y su familia pide que la investigación sea por desaparición forzada seguida de muerte.
Se cumplen 4 años de la muerte del joven y su familia pide que la investigación sea por desaparición forzada seguida de muerte.

Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven artesano desaparecido durante una violenta represión llevada a cabo por Gendarmería en el noroeste de Chubut el 1° de agosto de 2017, y cuyo cuerpo sin vida fue hallado luego de 78 días, reclamó que la Corte Suprema ordene que la causa se investigue como una desaparición forzada seguida de muerte, a cuatro años de ese caso que conmovió a la sociedad argentina.

“La verdad, al cabo de cuatro años, la causa está parada y a la espera de que se resuelva en la Corte Suprema para que se investigue la muerte de Santiago como un caso de desaparición forzada y con otro magistrado. Creemos que el juez (Gustavo) Lleral no investigó cómo se debía. No hubo una reconstrucción de los hechos que determinaron la desaparición de Santiago”, señaló a Télam el hermano de Maldonado.

Y sobre la evolución del expediente en las distintas instancias del Poder Judicial, agregó: “En la causa se hicieron un montón de cosas mal. Pero la Cámara de Comodoro (Rivadavia) y Casación ratificaron todo y ahora estamos en la Corte. Es un peloteo que no termina más”.

El 1° de agosto de 2017 Santiago Maldonado participaba en una protesta que la comunidad mapuche del Pu Lof de Cushamen realizaba cerca de la localidad de Esquel con un corte de la Ruta 40 que se había levantado el día anterior, en el marco de un conflicto de tierras que esa comunidad mantenía con el grupo empresarial Benetton.

Ese día, la Gendarmería realizó un operativo represivo para desalojar la ruta pero además ingresó al predio del Pu Lof con el pretexto de la figura de flagrancia para perseguir a los manifestantes hasta las orillas del río Chubut, y en medio de ese accionar Santiago desapareció.

El cuerpo sin vida del joven artesano fue encontrado el 17 de octubre de 2017, en las gélidas aguas de ese río, en un lugar donde la familia denuncia que “se rastrilló tres veces antes” sin que se hubieran producido ningún tipo de hallazgos.

El cuestionamiento del hermano de Santiago Maldonado a la justicia

“Lleral concluyó que ‘las frías aguas del Río Chubut estaban esperando’ a Santiago y para él todo terminó ahí. No tomó declaraciones que le pedimos y no se realizaron las pericias que requerimos sobre ropas y elementos que había en el cuerpo de Santiago”, cuestionó Sergio Maldonado en diálogo con esta agencia.

Sergio vive en Bariloche, provincia de Río Negro, y desde hace cuatro años impulsa junto a su familia que la causa de Santiago se caratule y se siga investigando como una desaparición seguida de muerte, y cuestiona desde entonces el proceder que tuvo la Justicia.

“Siempre se dijo que en la autopsia de Santiago habían participado 55 peritos cuando en realidad eran 24, y solo dos estuvieron de forma presencial, el resto lo siguió por una pantalla. El juez dijo en ese momento que ‘no se registraban signos de violencia’ y parece que todo quedó ahí. Al día de hoy ningún forense me puede decir cuál fue la causa de la muerte de mi hermano”, cuestionó.

Los cuestionamientos a la investigación

Sergio planteó, además, otras objeciones sobre el proceder del Poder Judicial durante la instrucción de la causa en relación al procedimiento por el cual se halló el cuerpo de Santiago y al lugar exacto en el que fue localizado.

“En la costa donde fue encontrado Santiago había sauces y muchas plantas de rosas mosquetas. Si hubiera pasado cerca de algunos de esos arbustos (el cuerpo) tendría marcas, rasgaduras, roturas en sus ropas, porque es una especie que tiene muchas espinas. Y no se encontró nada de eso”, detalló.

Y en relación a las circunstancias en que se produjo el hallazgo, remarcó: “El día que lo encontraron los perros no ladraron. Era un lugar por el cual habían pasado tres veces. Tenía las huellas dactilares y cuero cabelludo”.

“También se le encontraron billetes y anotaciones que no se le borraron, a pesar de todo el tiempo que dicen que estuvo en el agua. Su cuerpo estaba en condiciones que no datan de una persona que hubiera estado sumergida, sobre todo en una zona llena de fauna”, sostuvo.

Además, Sergio aseguró que al DNI que portaba Santiago al momento de su desaparición “se le perdió la cadena de custodia”, y contó que se lo entregaron en la morgue judicial sin que se supiera donde había estado ese elemento de prueba.

“Se hizo una pericia con un plástico, que se depositó en una batea en el INTI durante varios días y a la temperatura más fría que tiene el agua del río, para ver si resistía. Nosotros objetamos eso y las condiciones climáticas de la pericia. Creemos que se debió haber tomado un promedio de la temperatura, que no es la misma en agosto que en octubre, cuando apareció el cuerpo. Lo más importante era analizar los billetes y las otras cosas que son más propensas a estropearse en esas condiciones”, criticó Sergio.

La represión que la Gendarmería ejecutó sobre los integrantes del Pu Lof fue ordenada por las autoridades del Ministerio de Seguridad, que por esos días encabezaba Patricia Bullrich, hoy titular del PRO.

La actual titular de esa cartera, Sabina Frederic, denunció ante la Justicia penal al exjefe de Gabinete de esa cartera durante la gestión de Cambiemos, Pablo Noceti; al exdirector de Gendarmería, Gerardo Otero, y al exsubdirector de la fuerza, Ernesto Robino, por supuestos delitos cometidos durante el operativo de despeje de la ruta nacional 40.

“Esa denuncia terminó en el juzgado de Lleral. El mismo juez que no pudo determinar cómo murió mi hermano tiene que investigar a la Gendarmería. Todo es entre ellos. ¿Quése puede esperar de esta Justicia?”, advirtió Sergio.

El primer juez que estuvo a cargo de la causa por la desaparición de Maldonado fue Guido Otranto, luego apartado por orden de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia tras ser recusado por las querellas.

Otranto ordenó, por pedido de la fiscal Silvina Ávila, que al hermano de Santiago se le realizaran escuchas telefónicas que luego terminaron filtradas a la prensa mientras estaban bajo custodia, lo que originó una causa por espionaje ilegal contra la familia, maniobra en la que también habrían participado efectivos de la Gendarmería que conducían Bullrich y Noceti.

En la actualidad, el expediente por esas escuchas es instruido por el juez federal Daniel Rafecas, quien le tomó declaración a Sergio Maldonado el 7 de mayo de 2019. Hasta ahora no se produjeron avances significativos en la investigación.

“Declaré y hasta ahora no pasó nada. Por eso queremos que todas las causas que se originaron por la desaparición seguida de muerte de Santiago se unifiquen en una sola. No puede ser que todo se analice de forma aislada, separada. Eso es lo que le pedimos a la Corte”, exigió.

En cuanto al recuerdo de su hermano, Sergio afirmó que “nunca” se imaginó que la lucha por hallar Justicia “hubiera causado tanto odio de personas que se expresan en las redes sociales y en los foros de las páginas web”.

“Me dan mucha bronca los ataques a la vida de mi hermano. Pero sus ojos siguen ahí, nos interpelan a todos y siguen reclamando Justicia y que la sociedad cambie. Es lo que él escribió en un momento y que leí en un acto que hicimos en Plaza de Mayo, cuando pedíamos su aparición”, recordó.

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