Quiénes son los 13 policías condenados por el crimen de Blas Correas, el adolescente asesinado en 2020

La investigación determinó que el policía Lucas Damién Gómez efectuó cuatro disparos y que uno de ellos fue el que mató a Blas, mientras que Javier Catriel Alarcón disparó en dos oportunidades. Ambos recibieron cadena perpetua. Los otros ocho agentes encubrieron el hecho y el restante dio un falso testimonio.

Momentos de la lectura de la sentencia por el crimen de Valentino Blas Correas. / Foto: Facundo Luque / La Voz
Momentos de la lectura de la sentencia por el crimen de Valentino Blas Correas. / Foto: Facundo Luque / La Voz

El Tribunal integrado por jurados populares que ayer condenó a once policías por el homicidio de Blas Correas, el adolescente de 17 años asesinado a tiros cuando iba en un auto junto con amigos por la capital cordobesa en agosto de 2020, determinó que los dos policías que recibieron prisión perpetua efectuaron los disparos, otros ocho encubrieron el hecho y el restante dio un falso testimonio.

En el fallo de 24 páginas al que Télam tuvo acceso se estableció que Javier Catriel Alarcón (35) y Lucas Damián Gómez (37) fueron coautores de los delitos de “homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función por un miembro de la fuerza policial” (en perjuicio de Valentino Blas Correas)”.

Además, ambos también fueron condenados por el “homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función por un miembro de la fuerza policial, en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- (en perjuicio de Juan Cruz Camerano Echavarría, Camila María Toci, Mateo Natali y Cristóbal Bocco Cámara).

La investigación determinó que Gómez efectuó cuatro disparos y que uno de ellos fue el que mató a Blas, mientras que Alarcón disparó dos.

Los imputados por el asesinato de Valentino Blas Correas, momentos antes de la sentencia del juicio. / Foto: Facundo Luque / La Voz
Los imputados por el asesinato de Valentino Blas Correas, momentos antes de la sentencia del juicio. / Foto: Facundo Luque / La Voz

El resto de los condenados

- El cabo Leandro Alexis Quevedo (29) y el oficial ayudante Ezequiel Agustín Vélez (23). Fueron quienes hicieron el primer contacto radial alertando que dos motociclistas habían denunciado que varios jóvenes que se movilizaban en un Fiat Argo los quisieron asaltar. En el juicio, los motociclistas negaron haber dicho que hubo un intento de asalto, sino que mantuvieron una discusión de tránsito.

Quevedo fue condenado a cuatro años por “encubrimiento por omisión de denuncia agravado por la entidad del hecho precedente; por la calidad funcional y por haber sido cometido en ejercicio de sus funciones”, mientras que Vélez a dos años y seis meses en suspenso por “falso testimonio”.

- La oficial ayudante Yamila Florencia Martínez (25) era quien acompañaba al autor material del crimen de Correa (Gómez) y recibió 4 años y 3 meses de prisión por no haber denunciado lo que había hecho su compañero. El delito fue “incumplimiento de la obligación de promover la persecución de delincuentes, y de encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la gravedad del hecho precedente, por la calidad funcional y por haber sido cometido en ejercicio de sus funciones”.

- La agente Wanda Micaela Esquivel (32) era quien acompañaba al otro “tirador”, Alarcón. Fue quien “plantó” el arma para simular un enfrentamiento a pedido de su compañero. En el juicio pidió disculpas por ese “error” y el tribunal le aplicó una pena menor, de tres años y diez meses de prisión, por el mismo delito: “incumplimiento de la obligación de promover la persecución de delincuentes, y de encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la gravedad del hecho precedente, por la calidad funcional y por haber sido cometido en ejercicio de sus funciones”.

- El comisario inspector Walter Eduardo Soria (43), condenado a cuatro años y nueve meses de prisión; el subcomisario Enzo Gustavo Quiroga (34); el subcomisario Sergio Alejandro González (44), a cuatro años y diez meses; y el comisario inspector Jorge Ariel Galleguillo, quienes recibieron cuatro años y ocho meses. A todos ellos se les adjudica haber monitoreado la maniobra de encubrimiento de sus subordinados. El tribunal les aplicó el mismo delito: “incumplimiento de la obligación de promover la persecución de delincuentes, y de encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la gravedad del hecho precedente, por la calidad funcional y por haber sido cometido en ejercicio de sus funciones”.

- El comisario Juan Antonio Gatica (46) fue condenado a cuatro años por “encubrimiento por omisión de denuncia agravado por la entidad del hecho precedente; por la calidad funcional y por haber sido cometido en ejercicio de sus funciones”.

- El agente Rodrigo Emanuel Toloza y ayudante Leonardo Alejandro Martínez fueron absueltos. El Tribunal consideró que ambos recibieron la denuncia de un transeúnte que les dijo que unas personas de un auto blanco habían arrojado algo. Eso hizo presumir que quisieron plantar sospechas sobre el descarte del arma por parte de Blas y sus amigos, algo que finalmente se descartó. Para los jueces, no tuvieron intención de participar en la maniobra de encubrimiento.

En el fallo, el tribunal de la Cámara 8va. del Crimen exhortó al Gobierno cordobés “a fin de que arbitre todas las medidas que estime conducentes para procurar la erradicación de todas las formas de violencia que puedan conllevar la responsabilidad institucional del Estado Provincial”.

La mamá de Blas el día de la sentencia. / Foto: Pedro Castillo/La Voz
La mamá de Blas el día de la sentencia. / Foto: Pedro Castillo/La Voz

Cronología del caso

El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Juan Cruz Camerano Echevarría (20) conducía un Fiat Argo blanco, junto a cuatro amigos y compañeros de colegio: Valentín Blas Correas, Camila Toci, Cristóbal Bocco Camerano y Mateo Natali, ahora mayores de edad pero que al momento del hecho tenían 17 años.

Cuando circulaban en la zona de avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas en el sur capitalino, se había montado un control policial de prevención en donde los efectivos hicieron señas al conductor para que aminore la velocidad, pero al acercarse al puesto de seguridad decidió acelerar y continuó la marcha.

El expediente detalló que el cabo primero Gómez, “con intención de matarlos” efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el automóvil, en tanto su compañero el cabo primero Alarcón, “en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo”, también efectuó dos disparos “a sabiendas que no había justificación legal para ello”.

Las pericias determinaron que uno de los cuatro disparos efectuados por el suboficial Gómez impactó sobre la zona de la escápula derecha de Correas, que le ocasionó la muerte.

Los demás ocupantes no sufrieron heridas, no obstante, uno de los disparos traspasó el apoyacabeza y la capucha del adolescente Bocco Camerano, a milímetros de su cráneo.

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