19 de abril de 2024

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Mató al amante de su esposa y lo prendió fuego delante de ella: “Vas a ver cómo se quema tu macho”

Rubén Quiroga fue asesinado por la espalda de un un golpe y luego incinerado por el esposo de su amante.
Rubén Quiroga fue asesinado por la espalda de un un golpe y luego incinerado por el esposo de su amante.

El pavoroso hecho ocurrió en San Juan. Arrestaron al hombre y también se llevaron detenida a la mujer. Intentan demostrar que ella actuó presionada por su marido y piden que se trate el caso como un femicidio vinculado.

Un estremecedor suceso tuvo lugar en San Juan el pasado 22 de mayo, cuando Luis Alfredo Montaño asesinó a Rubén Quiroga, el amante de su esposa, Glenda Nabila Aciar, luego de encontrarle un mensaje de texto. Por el caso quedó detenido el matrimonio aunque la defensa de la mujer intenta demostrar que ella también sufría violencia y que actuó presionada por su marido y piden que se trate el caso como un femicidio vinculado.

Mi clienta siempre fue víctima de la violencia de Montaño, que la agredía constantemente por cualquier motivo, la maltrataba y hasta la llegaba a patear en el suelo. En este caso, el detonante fue un mensaje de texto que recibió de parte de Quiroga. Por esto, el marido no solo la golpeó como siempre sino que también le destruyó el celular y se quedó con el chip”, contó a Tiempo de San Juan uno de sus abogados, Juan Fonzalida.

Sin embargo, Glenda quedó detenida por homicidio doblemente agravado, por la alevosía y por la relación que mantenía con Quiroga. Aunque ella también es víctima, ya que en su declaración, la cual duró más de siete horas, ante el juez relató una historia de abusos y violencia de género que soportó desde los 15 años, cuando comenzó su noviazgo y póstumo matrimonio con Luis Alfredo Montaño.

Los hechos

Montaño ideó un plan macabro que incluía forzar a su mujer a ser cómplice del crimen del amante: “Creemos que Glenda también pudo ser asesinada si no hacía lo que Montaño le pedía”, añadió su abogado defensor.

Sin embargo, el terrorífico plan se concretó la noche del viernes 22 de mayo. Montaño le escribió a Quiroga haciéndose pasar por su mujer y citó a Quiroga en un lugar. Pero cuando el hombre apareció, vio a Glenda y cuando fue a abrazarla fue asesinado.

Lo atacó por detrás y le partió la espalda y la nuca con un fierro. Después trasladó a la víctima inconsciente hasta un basural donde había dejado preparados los elementos para encender una hoguera. Glenda estaba en shock y quiso irse pero él la retuvo de los pelos y le ordenó: “Te vas a quedar a ver cómo se quema tu macho”.

Pero no termina ahí, sino que a la mañana siguiente Montaño volvió a llevar a su esposa hasta el lugar donde habían quedado los restos de Quiroga y la obligó a guardarlos en una caja. Los llevaron a su casa, destornilló el inodoro y se deshizo de ellos al tirarlos en el pozo ciego.

Pero Montaño no satisfecho con el crimen siguió castigando a Glenda por la infidelidad, entre las humillaciones a las que la sometió, le exigió que “se cortara el pelo ‘a la papa’ para que ningún otro hombre, excepto él, se interesara por ella”, contó el abogado.

Apenas los policías se presentaron en su casa, Glenda se quebró y confesó lo que había ocurrido con Quiroga: “Él era la persona con la que tenía una aventura, la trataba bien. Ella no tenía ningún tipo de móvil en su contra ni intenciones de matarlo. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de Montaño que por celos le quitó la vida”, argumentó el letrado.

Para la defensa, el crimen de Quiroga fue un femicidio vinculado. Es decir, la muerte de otro u otra que tiene como objetivo seguir castigando, destruir psíquicamente a una mujer sobre la que se ejerce dominación.

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