La terminal en alerta por la inseguridad: preocupa el accionar de arrebatadores y descuidistas

Este martes ingresa a la Legislatura un proyecto para pedir fuerte custodia en la zona. El relato de una trabajadora asaltada y el modus operandi de los malvivientes.

Sector peligroso. El túnel para cruzar suele ser un lugar propicio para que los delincuentes cometan los hechos. Ignacio Blanco/Los Andes
Sector peligroso. El túnel para cruzar suele ser un lugar propicio para que los delincuentes cometan los hechos. Ignacio Blanco/Los Andes

En todas las ciudades del mundo las terminales de ómnibus y sus alrededores son zonas de acción propicia para la actividad de arrebatadores y descuidistas, que buscan tanto “la cartera de la dama como la billetera de caballero”, por no hablar de uno de los bienes más preciados de estos tiempos que corren y a veces vuelan: el celular.

Mendoza no es la excepción, y si bien en esta pandemia el transporte público se ha visto disminuido parcialmente, se han registrado algunos robos en las adyacencias, sobre todo en el famoso túnel peatonal que pasa sobre el canal Cacique Guaymallén y debajo de la Costanera.

Frente a esta situación, el senador Bartolomé Robles (PJ) presentó un proyecto en la Legislatura que tomará estado parlamentario el martes, día en que pedirá que se trate sobre tablas, dada la urgencia de caso. “Estamos viviendo una situación complicada por la pandemia y tenemos que proteger a la gente que va a trabajar todos los días y pasa por la terminal”, dijo el legislador provincial.

Tanto desde Seguridad de Capital como desde la municipalidad de Guaymallén, indicaron que no se ha registrado un aumento de denuncias en una zona de la terminal, al tiempo que afirmaron que en todas las terminales del mundo se nota la acción más o menos aislada de “arrebatadores y descuidistas”.

“Si bien no hay transporte de larga distancia por la pandemia, la terminal sigue siendo un lugar muy transitado por gente que va a otros departamentos o bien que hace trasbordo de colectivos, sobre todo en Guaymallén. En Capital, la zona del túnel y del hospital Central también genera mucho movimiento. Pero no tenemos registro de robos violentos ni de crecimiento de arrebatos”, explicó el comisario inspector Eduardo Muñoz, jefe de la Distrital de Capital.

En concreto, el senador Robles solicitará que haya mayor presencia policial, sobre todo en horarios laborales, y también que se instalen más cámaras de seguridad.

El legislador explicó que en los últimos tiempos ha recibido por redes sociales varios comentarios sobre la inseguridad en las zonas aledañas a la terminal. En general coinciden en que los robos se producen por la mañana y por la tarde, en los horarios en que la gente va o viene de sus trabajos.

“Se trata de arrebatadores de bolsos, carteras y celulares que abordan a los que circulan por el túnel peatonal que une a la terminal con Capital y en las paradas de colectivos. La metodología es más o menos la misma: banditas que trabajan, uno te choca y otro te roba o bien te roban y otro impide que lo persigas”, explicó el legislador.

Y agregó que algunas personas que trabajan con él toman colectivos que van al Este provincial y han visto este tipo de maniobras.

“Me robaron y nadie me ayudó”

Mariana es una trabajadora esencial que vive en el Este. Viaja diariamente a Ciudad e ingresa por la terminal. Pero el viernes pasado fue asaltada, cerca de las 14.30, debajo del famoso “túnel de la terminal”.

“Históricamente ha sido un lugar inseguro pero ahora con la pandemia, si bien hay movimiento, no es como antes, aunque en horas pico, con los locales de comida rápida abiertos, hay mucha gente”, comentó la trabajadora.

La mujer explicó que el día en que le robaron el teléfono, transitaba por el túnel y su instinto le indicó que algo pasaba. Ni bien se ajustó la mochila, sintió que alguien desde atrás intentaba sacársela. Como no pudo, fue por la campera que tenía en una mano y finalmente, en el forcejeo, el descuidista le arrebató el celular.

“Cuando fui a perseguirlo se me cruzó una mujer; me habló y me quiso detener. La empujé pero el ladrón se fue para arriba, para la Costanera, y lo perdí”, relató a Los Andes la víctima del robo.

Los gritos pidiendo ayuda –"había gente y nadie me ayudó"- hicieron que llegaran al lugar personal de seguridad privada de la terminal y un gendarme, quienes llamaron al 911. Minutos después llegó al lugar un bicipolicía.

Entre todos le indicaron que el lugar, por ser espacio ubicado entre el límite de Ciudad y Guaymallén, genera a veces una suerte de conflicto de intereses. Además las cámaras de seguridad –una sobre la rotonda de la terminal y otra cercana a un puesto de bicicletas de la municipalidad de Capital- no alcanzan a registrar la actividad en las paradas de colectivo y debajo del puente.

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