Hallazgo en Potrerillos: restos humanos, la relación con Viviana Luna y una lista con “nombres fuertes” y frases extrañas

La Justicia buscará determinar si el cráneo quemado encontrado corresponde a la mujer desaparecida en 2016 y por qué en el lugar también habían notas con apellidos muy conocidos de la provincia.

Viviana Luna fue vista por última vez el 7 de diciembre de 2016.
Viviana Luna fue vista por última vez el 7 de diciembre de 2016.

El hallazgo de huesos humanos en Potrerillos este miércoles no sólo ha reactivado la causa de Viviana Luna, desaparecida en esa villa cordillerana en 2016, sino que también tiene en la mira otras investigaciones que podrían estar vinculadas con estos restos y otros materiales que se encontraron. La Justicia empieza a enlazar datos, “nombres fuertes” y frases extrañas que ya están en la causa.

De esta mujer, que por entonces tenía 45 años, nada se sabe desde el 7 de diciembre de aquel año. Según consta en la denuncia de averiguación paradero, ese día se dirigió a una entrevista de trabajo y al salir de allí pasó por un quiosco.

La persona que la entrevistó confirmó el encuentro y un testigo que declaró dijo que la vio entrar al negocio. Luego de eso, ni una pista certera sobre el paradero de Viviana a pesar de todos los rastrillajes que se realizaron en la zona.

El operativo de la familia

La búsqueda de Luna está cargo de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos Ortiz, quien tiene como principal hipótesis del caso un posible suicidio. Esto en base a cartas que la desaparecida le dejó a sus tres hijos en una computadora a modo de despedida y en donde hacía referencia a su “decisión”. Una segunda alternativa podría ser un alejamiento voluntario de ella hacia otro lugar.

Han sido muchas las medidas de la fiscalía para tratar de confirmar estos caminos o para saber qué ocurrió con la mujer. Todos los procedimientos fueron negativos, por lo que la familia quiso aportar con la participación de un perito de Río Negro.

Viviana Luna, desaparecida en 2016.
Viviana Luna, desaparecida en 2016.

Se trata de Marcos Herrero, quien asegura tener perros adiestrados para la búsqueda de personas. Este hombre ha participado de resonantes hechos similares, aunque siempre sin el aval del Ministerio de Seguridad de la Nación, detalle por el cual la fiscalía no lo aceptó como parte formal de la investigación.

Ante esta respuesta, los parientes decidieron contratarlo particularmente y Herrero llegó a Potrerillos esta semana. El miércoles, en un hotel abandonado ubicado en la calle Los Cóndores, a metros del último lugar donde vieron con vida a Viviana, el perito y sus canes encontraron partes de un cráneo quemado.

Los peritajes y la llamativa lista

Ante la presencia de estos restos los presentes dieron aviso al 911 y el lugar se llenó de policías, peritos de Científica y antropólogos. Se preservó todo el material y se lo retiró para ser analizado.

Horas después ya se sabía que eran huesos humanos y ahora resta una posible identificación, que demoraría unos 30 días. Los profesionales tratarán de extraer material genético para un cotejo de ADN, y a partir de este análisis se podrá establecer si ese cráneo es de Viviana Luna o de otra persona.

Independientemente de a quien corresponda, luego la fiscalía de Homicidios intentará arribar a la causa de muerte. Por el momento el expediente quedó a cargo del fiscal en turno Gustavo Pirrello, aunque podría remitírselo a la doctora Ríos si se trata de la mujer buscada.

Pero estos huesos no serán lo único que se examinará, ya que a pocos metros de donde estaban se detectó otro material muy particular: un monedero y papeles con muchos nombres conocidos en Mendoza, frases extrañas y hasta referencia a causas de trata de personas.

Todo plasmado en un escrito de computadora y bastante ilegible porque también se había quemado. Sin embargo, había apellidos y palabras que se distinguían. Entre ellas, “aduana libre, puerta Aliaga” y “Bento, 130.000.000″.

“Varias frases, pero inentendibles; cosas poco claras y difíciles de relacionar”, confió una fuente, que agregó que ese listado será sometido a peritajes caligráficos en busca de alguna precisión más.

Más allá de la dificultad, la relación entre los dos apellidos mencionados es clara. Según una investigación de la Justicia Federal, el juez Walter Bento cobraba coimas para beneficiar a imputados en diversos hechos y Diego Aliaga -asesinado el año pasado- era un intermediario clave en esa presunta estructura delictiva que también involucraba a abogados defensores. Esta pesquisa tiene 22 acusados y al magistrado como presunto líder de una asociación ilícita.

Frente a esto, los sabuesos analizan por qué los apellidos de Bento, Aliaga y otros más estaban a metros de un cráneo quemado y qué relación podrían tener con Viviana Luna, si es que a ella corresponden esos restos.

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