Desaparición del empresario Aliaga: la pareja acusada se hacía pasar por policías para usurpar

Mientras continúa el misterio por el paradero de Diego Aliaga, presuntamente secuestrado, se supo que Diego Barrera y Bibiana Sacolle realizaron un violento asalto en Guaymallén el año pasado.

Imputados. A Sacolle y Barrera se los señala como responsables del secuestro de Aliaga. Foto: Gentileza
Imputados. A Sacolle y Barrera se los señala como responsables del secuestro de Aliaga. Foto: Gentileza

De forma violenta, él armado con una escopeta, ella vestida de policía con una pistola, una picana y chaleco antibalas. Así Diego Barrera (51) y Bibiana Sacolle (46) -la pareja imputada y detenida por el posible secuestro extorsivo del despachante de aduana Diego Aliaga (51)- intentaron usurpar una vieja casona de Guaymallén.

Durante el falso operativo, la pareja y tres sujetos no identificados amenazaron de muerte a los dueños de casa, les robaron dinero y joyas, los ataron con precintos plásticos y hasta les mataron un perro.

Inicialmente el caso fue caratulado por la Fiscalía Correcional como amenazas agravadas y coacciones, pero luego el expediente pasó a Robos y Hurtos y se cambió por el de robo agravado por arma de fuego, por ser en poblado y en banda y por escalamiento. Esta causa sigue abierta.

Falso allanamiento

Todo comenzó en abril de 2019, cuando Diego Barrera –diciendo que tenía una empresa de seguridad- se presentó ante los ocupantes de la propiedad de unos 2.800 metros cercana a la terminal de ómnibus, cuyo propietario registral es una empresa radicada en Buenos Aires, explicando que él era el representante de los dueños y que se tenían que ir del lugar.

El lote en cuestión tiene forma de “L”, con un ingreso por calle Alberdi, donde funciona una playa de estacionamiento, y otro por Bandera de los Andes al 300, donde se levanta una antigua casona que es habitada por tres familias que luego denunciaron el caso.

Un mes antes Barrera había logrado quedarse con la playa de estacionamiento, ya que se presentó ante el encargado, con otros sujetos, con una orden de allanamiento falsa que fue acatada por quien explotaba el lugar. Luego, Barrera quiso quedarse con la casa de mismo terreno.

Así, en la madrugada del miércoles 24 de julio del año pasado, un grupo de hombres armados llegó a la propiedad de Bandera de los Andes donde tres familias viven desde hace unos 30 años. Los delincuentes eran cuatro o cinco y los dueños de casa pudieron identificar a Barrera, que iba con una campera azul con rayas refractarias, y a su mujer Bibiana Sacolle, que lucía un chaleco antibalas de policía.

“Es la Policía, abran la puerta, es un allanamiento”, gritaron. Una de las víctimas quiso salir por un balcón pero un falso policía le dijo: “Quedate quieto o te quemo”, mientras le apuntaba. Usando linternas y gritando amenazas, le pusieron precintos en las manos y lo golpearon.

Una mujer que dormía en otra habitación se despertó con un hombre a su lado apuntándole con un arma y diciéndole que se quedara quieta, mientras dos mujeres –Sacolle armada y otra vestida de policía- ingresaban con una picana y amenazaban a la víctima. “Dale nena, no me compliques. Acordate que tu hijo está afuera. Salí o te doy vuelta”, la amenazó la mujer de Barrera. De esa habitación los delincuentes se llevaron un reloj de oro, una cadenita, aros de oro y 30.000 pesos.

El modus operandi fue el mismo en otra habitación, donde amenazaron a la persona que dormía, la ataron con precintos, le pegaron y le robaron 15.000 pesos de un placard.

Luego los delincuentes reunieron a todas las víctimas en el hall principal de la casa, las hicieron arrodillar y les sacaron fotos, mientras uno decía por radio: “Los tenemos acá; hemos encontrado droga”.

Los delincuentes también fueron a un departamento interno donde vive un matrimonio mayor y rompieron la puerta, mataron a una perra y salieron diez minutos después con 50.000 pesos y unos teléfonos. “Ustedes se tienen que ir, han usurpado. Agarren sus cosas y se van”, les decían a las cinco víctimas (los dueños de casa y una pareja que alquila una habitación).

En un momento, uno de los dueños de casa les pidió ir a ver cómo estaban los abuelos y así logró salir de la casa trepando una pared. Entonces llamó a su ex mujer, que en ese momento estaba arribando a la casa. 

Esta mujer ingresó a los pocos minutos al predio y vio a Bibiana Sacolle vestida de policía, con un handy en una mano y una pistola en la otra, por lo que tomó el teléfono y llamó al 911 para denunciar, ya que conocía a Sacolle de la playa de estacionamiento y sabía que no era policía.

En ese momento apareció Barrera con una escopeta tipo Ithaca, se la puso en la cabeza y le dijo: “Hacela corta, salí por las buenas hija de puta o vas a salir con las patas para adelante”.

Pero la mujer seguía hablando por teléfono al 911 y le decían que dos móviles estaban en la puerta. 

Un minuto después ingresaron los uniformados con la persona que se había escapado y entonces la banda de Barrera y su mujer hizo un boquete en una pared que daba a la playa de estacionamiento y por ahí escaparon.

Ahora, Barrera y Sacolle junto a dos hijos de la mujer están detenidos por haber participado en el presunto secuestro extorsivo del despachante de aduana Diego Aliaga. De él, por el momento, nada se sabe.

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