Una reforma constitucional por y para los mendocinos

Estoy convencido de que llevar a una sola cámara la Legislatura, será un gran aporte en este sentido. Lo que hacemos con 86 legisladores, perfectamente lo podemos hacer con 48.

Queremos un Estado mucho más horizontal, en el cual los ciudadanos sean partícipes y puedan ejercer un control más activo de sus representantes. / Imagen ilustrativa
Queremos un Estado mucho más horizontal, en el cual los ciudadanos sean partícipes y puedan ejercer un control más activo de sus representantes. / Imagen ilustrativa

Nuestra Constitución se modificó de forma integral por última vez, hace 104 años. Llegó el momento de contar con una Constitución de Mendoza que dicte normas adecuadas a los mendocinos del siglo XXI. Pensemos en todos los cambios que se aceleraron. Nos vemos obligados a adaptarnos a una velocidad inusitada para hacer frente a las nuevas necesidades y demandas ciudadanas. Necesitamos una Constitución moderna y un Estado ágil, que se mueva al ritmo de una sociedad que no puede depender de burocracias.

Queremos un Estado mucho más horizontal, en el cual los ciudadanos sean partícipes y puedan ejercer un control más activo de sus representantes. Para eso, también es indispensable que cada departamento de la provincia tenga una voz en la legislatura. Sin embargo, “más” no es sinónimo de “mejor”. Más Estado, nos ha significado a los mendocinos una menor eficiencia. Estoy convencido de que llevar a una sola cámara la Legislatura, será un gran aporte en este sentido. Lo que hacemos con 86 legisladores, perfectamente lo podemos hacer con 48.

Necesitamos fortalecer las autonomías municipales y garantizar que todos y cada uno de los habitantes de nuestros departamentos tengan representación y puedan lograr una mejor organización adecuada a su propia realidad. Por otro lado, creemos que es indispensable fortalecer la figura del gobernador y poner nuestras voluntades a su servicio, sin importar su signo político. La incorporación del ballotage o segunda vuelta sería una herramienta que contribuiría a este fin.

¿A quiénes les sirve el artilugio del quórum? ¿La gente, acaso, se opondría a que a partir de ahora todos los legisladores estén obligados a asistir a todas las sesiones? ¿Se opondría a que se eliminen los fueros, los privilegios y las votaciones secretas? ¿Se opondría a que se eliminen la elecciones de medio término, las reelecciones indefinidas para legisladores y concejales, quedando el gobernador excluido de la posibilidad de reelegirse? No. La gente quiere un Estado más transparente.

Estamos pensando en los que vienen. En la Mendoza que le dejamos a nuestros hijos y en las instituciones que regularán sus derechos individuales y colectivos. Esto trasciende toda necesidad o urgencia momentánea. No tiene que ver con ningún dirigente de turno, es una reforma enfocada en la gente.

La reforma de la Constitución es una oportunidad de promover la unión entre todos los mendocinos, de construir puentes para acercarnos más a la Mendoza que queremos. Y insisto en el principal motivo: la reforma de la Constitución está dirigida a la gente. Trasciende partidos y dirigentes políticos, tiene que ver pura y exclusivamente con mejorar nuestras instituciones para que las personas vivan mejor.

Este es el momento. No nos perdamos en el “hay cosas más importantes”. Esto es importante. Es un desafío que nos puede unir más allá de la política. Es un desafío que como mendocinos nos llama a hacer historia.

*El autor es Senador provincial del Frente Cambia Mendoza.

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