Una añorada recuperación

El autor asegura que la puesta en marcha de la economía no será tan vertiginosa como algunos esperan.

Luego del parate económico que ha generado el coronavirus, la pregunta es cuándo comenzará la recuperación, que nos permitirá vender más, conseguir trabajo y obtener ingresos. En mayo aparecieron unos primeros indicios alentadores, con mayor consumo de energía en algunas industrias. Por ahora, son pequeños indicios.

Es difícil responder cuándo volveremos a la normalidad. Otra pregunta es si habrá una reactivación lenta, o puede esperarse una vigorosa, como la experimentada en el año 2003 en adelante. ¿Están dadas las mismas condiciones? Veamos.

En esos tiempos, a fines del 2001 el país venía con más de dos años de recesión. Hubo varias complicaciones, entre las cuales estuvo el corralito, que actuó como detonante de la crisis, y que se agravó con la devaluación, haciéndonos más pobres.

Un punto llamativo es que, pasados unos meses, el dólar llegó a un valor máximo cercano a los $ 4, y luego comenzó a disminuir, gracias a las famosas Lebacs, que pagaban tasas muy altas, desalentando la tenencia de dólares. También ayudó la mejora en las cuentas del gobierno, luego de un ajuste brutal, que redujo sus necesidades financieras, presionando así menos sobre el dólar.

Al haber alcanzado un máximo, el dólar se tranquilizó y también la inflación. De esta manera, el gobierno no tuvo que recurrir a mecanismos extraños para detener al dólar. Hubo unos pocos, como el congelamiento de tarifas de la energía y de los combustibles. Pero no tantos.

De esta manera, con un dólar caro y una economía más estable, y con el agregado de un mundo a favor y un gobierno sin necesidades financieras urgentes, el motor exportador comenzó a rugir, y así también el consumo, y toda la economía. Fuerte recuperación.

¿Hoy estamos igual? Aunque el promedio histórico diga otra cosa, para el argentino el dólar oficial está barato, y el blue lo deja en claro. A la fecha, no hay un mecanismo serio para desalentar su tenencia. Y como el gobierno tiene y tendrá un déficit fiscal, seguirá la presión alcista sobre el billete verde.

Como el dólar no ha alcanzado su máximo, el gobierno seguirá recurriendo a los mecanismos extraños, como más cepo (para que compremos menos dólares), controles de precios, uso de reservas del banco central, etc. O sea, por ahora no se visualiza un hecho o una medida que estabilice la economía. Algunos creen que una buena renegociación de la deuda puede ayudar, pero por las dudas, continúa la ansiedad argentina por el dólar.

Por eso, volviendo a la pregunta de si habrá recuperación, creemos que sí puede haberla. Pero hay dudas para pensar que será tan vigorosa como la de hace casi veinte años atrás. Mientras no se logre tranquilizar al dólar (o a las personas que lo quieren), seguirán apareciendo mecanismos extraños difíciles de entender, los cuales le complicarán la vida a quienes producen y venden. Quizá la renegociación ayude, pero no sólo dependerá de eso.

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