Todos contra uno: la discusión peronista por las elecciones

La mayoría de los intendentes cree que hay que adelantar los comicios departamentales del año que viene para prevenir los efectos de una posible ola de votos opositores. Pero también hay un “Quijote” que plantea el desafío de mantenerlas unidas con las provinciales, aunque el PJ todavía no tenga candidato a gobernador.

Mendoza 13 de marzo 2021   Politica 
Inauguraron la nueva sede del PJ en Mendoza en calle España al 1256 
Foto: Mariana Villa / Los Andes
Mendoza 13 de marzo 2021 Politica Inauguraron la nueva sede del PJ en Mendoza en calle España al 1256 Foto: Mariana Villa / Los Andes

El descalabro económico del país deja poco margen en Mendoza para pensar en las elecciones del año que viene. Por caso, el peronismo mendocino escapa a la definición de candidaturas de todo tipo, incluso aquellas que tienen que ver con su propia conducción.

Pero aún en este contexto de vivir el día a día. hay algunas certezas y proyectos en el partido opositor. Se piensa exclusivamente en 2023 y hay quienes impulsan la esperanza de empujar “de abajo hacia arriba”. Conservar las comunas propias y dar una pelea por lo menos digna en las del oficialismo representan la máxima aspiración.

Este horizonte de ilusiones más bien humilde propicia debates más o menos urgentes, porque tienen que generar decisiones en los próximos meses. En este sentido, los peronistas deben resolver en el corto plazo si desdoblarán o no las elecciones en sus departamentos.

Se impone por el momento la intención de evitar que a los intendentes que pueden acceder a la reelección o que tienen que elegir un sucesor que mantenga el control de sus comunas los arrastre una posible ola nacional y provincial de votos opositores. Es decir, la mayoría quiere desdoblar.

Una postura de este tipo los obligaría a acelerar definiciones, debido a que el cronograma que rige por ley en la provincia desde 2017 dispone para las elecciones municipales desdobladas una fecha anticipada a los comicios nacionales y provinciales.

En concreto, si los intendentes del PJ deciden separar las elecciones municipales, deberán celebrar las PASO locales el 30 de abril, casi un mes y medio antes que las primarias para seleccionar a los candidatos a gobernador. Debido a ello, en los municipios tienen hasta el 31 de enero para anunciar la decisión de adelantar las elecciones.

La necesidad de precipitar las elecciones municipales ya agita debates en el PJ. O “conversaciones sin definición todavía”, como suelen decir algunos. No obstante, va quedando claro que existe una abrumadora mayoría: de los seis intendentes peronistas, cinco quieren adelantar los comicios de año próximo y tan solo uno propone que se realicen en la misma fecha que la elección del gobernador.

El “Quijote” de los comicios unificados es Matías Stevanato, de Maipú. Stevanato busca irradiar mística entre sus pares para convencerlos de hacer lo contrario. Se asienta en un diagnóstico crítico de la gestión provincial y en la creencia de que los cuadros del PJ en algunos departamentos, jóvenes y no tanto, pueden fortalecer esa cruzada desde abajo.

Paradójicamente, nadie sabe quién será el candidato a gobernador a fortalecer con el ímpetu municipal. En el marco de estas teorías sin candidato, Stevanato se ilusiona también con las bondades de la boleta única, que casi con seguridad debutará como sistema electoral el año que viene en Mendoza y que podría, a su juicio, jugar a favor de la aventura peronista.

Maipú tiene tradición en eludir el desdoblamiento. Lo decidió en 2019, el año en que Stevanato llegó al poder departamental, a contramano de las otras comunas del PJ. Hoy el PJ de Maipú, apremiado por la derrota en las legislativas del año pasado, mantiene esa idea, otra vez, a pesar de lo que piensa el resto de los intendentes.

Es que tanto los jefes comunales que se van el año que viene del cargo como los que pueden seguir otro mandato proponen lo contrario y se preparan para el desdoblamiento. Ahí no hay grieta. Aunque algunos sean kirchneristas o afines al sector (Fernando Ubieta de La Paz, Flor Destéfanis de Santa Rosa y Martín Aveiro de Tunuyán) y otros no (Roberto Righi de Lavalle y Emir Félix de San Rafael) todos creen que hay mejores chances para el peronismo en elecciones desdobladas.

Pero la opción del desdoblamiento defensivo no es inocua. “Desnudaría” al candidato a gobernador y a los futuros postulantes a legisladores provinciales. El objetivo de mínima del PJ el año que viene será conservar su poderío legislativo.

Movilizar otra vez al peronismo un mes y medio después de la gran batalla municipal de unos cuantos departamentos puede resultar difícil. Fue un problema para Anabel Fernández Sagasti, la candidata a gobernadora de 2019. Pero claro, a los intendentes del PJ que eligieron este camino ese año les fue bien y por eso, un déjà vu de aquella elección reaparece constantemente en los debates del partido.

Los vecinos de estos departamentos podrían quedar en consecuencia sometidos a repetir el año que viene el ejercicio de votar hasta seis o siete veces, ya que hasta ahora es un hecho que los comicios provinciales, como dispone la ley, también se desdoblarán de los nacionales.

Apenas les quedaría la esperanza de que las citas a las urnas no sean tantas si avanza la nueva embestida contra las PASO nacionales, que tiene como impulsores a gobernadores del PJ. Otra paradoja de la realidad política del peronismo hoy: mientras los gobernadores proponen suspender esas primarias para votar menos veces, los intendentes mendocinos del mismo partido se inclinan a favor de que haya más elecciones, para sobrevivir.

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