Reflexionando con el Presidente

Hacia el futuro el primer mandatario no dijo nada que no fuera un decálogo de buenas intenciones, más cerca de la demagogia electoral que de la seriedad de quien debe conducir el Estado.

Fernandez optó por dar a su discurso l impronta de un tributo a Néstor y Cristina. Fotos: Gentileza.
Fernandez optó por dar a su discurso l impronta de un tributo a Néstor y Cristina. Fotos: Gentileza.

El Presidente Alberto Fernández dijo en su discurso que proponía reflexionar con las distintas fuerzas políticas que conviven en el Congreso de la Nación, agregando que la pirotecnia verbal sólo nos aturde y nos confunde. A continuación, el primer mandatario descargó toda su pirotecnia contra quienes piensan distinto y ven con preocupación el rumbo que toma el país, en un discurso mal leído e incluso utilizando un tono socarrón, todo lo contrario de lo que puede esperarse de un líder político que habla a la Nación. Disminuyó su dimensión para mostrarse como el Presidente del Frente de Todos, en lugar del Presidente de los argentinos.

Usó frases que contradicen la realidad, “no va a haber ningún ajuste que caiga sobre la espalda de nuestro pueblo”, “no hay más lugar para ajustes recesivos”, es que Fernández hace agua apenas uno enfoca los datos con los que confunde a la población. Doy algunos ejemplos: habla de cuidar la mesa de los argentinos y la inflación cuando la canasta básica llegó al 45,5% en el 2020, principalmente por la suba en el rubro alimentos y por eso la pobreza superó el 40% por primera vez en una década. Sobre recursos energéticos dijo que “Vaca Muerta, es la segunda reserva de gas del mundo” según el Informe de Estadísticas de BP World Energy 2020, las reservas comprobadas de gas tienen a Rusia, Irán (la segunda) y Qatar como las tres primeras reservas mundiales de gas.

Hablando sobre el tema de la justicia, el Presidente de forma autorreferencial dijo “como sostuve en el pasado”, todos saben, sean oficialistas u opositores, que Alberto Fernández es el ejemplo paradigmático de quien no resiste el archivo, ha dicho de todo y contradicho en todo. Volviendo sobre la cuestión del Poder Judicial, el oficialismo tiene la voluntad de transformarlo en un traje a medida de las necesidades del Frente de Todos , situación que lo lleva a presionar al máximo para conseguir esos cambios porque este es el núcleo de proyecto político gobernante.

Con respecto al federalismo el Presidente hizo un gran esfuerzo de simulación, planteó eliminar las asimetrías, dar previsibilidad y coordinar. Todo esto es desmentido por su propio Jefe de Gabinete cuando respondió a las preguntas que realicé sobre el tema en sus comparecencias al Senado de la Nación.

La opacidad de su gestión puede ser ejemplificada refiriéndose a las vacunas de distintos laboratorios, evitando detallar cuántas dosis llegaron al país, para sólo mencionar la compra de un millón de dosis de la vacuna de origen chino Sinovac; salida a buscar de urgencia luego del escándalo del vacunatorio vip, para calmar las aguas. Es increíble la subestimación al conjunto de los argentinos cuando nos quiere hacer creer que, porque cambió al ministro, un ministro que debió irse hace tiempo, queda descargada su responsabilidad. Es inimaginable que la segunda en la línea, Vizzotti que lo sucedió, no estuviera al tanto de lo que pasaba, esas cosas no las hace un sólo hombre, son decisiones del poder.

Hacia el futuro el primer mandatario no dijo nada que no fuera un decálogo de buenas intenciones como subir el salario, bajar la inflación, contener los precios, que las tarifas sean accesibles y que cada vez signifiquen menos en el presupuesto de las familias, más cerca de la demagogia electoral que la seriedad de quien debe conducir el Estado.

En tanto que propuso crear 5 organismos nuevos, cuatro en el ejecutivo y uno en la órbita del Poder Judicial, además de insistir con la reforma judicial, que es un auténtico festival de cargos a designar. Al peronismo el Estado siempre le queda chico y necesita más.

El problema es el mismo, este es un gobierno viejo, con ideas fallidas que son presentadas como la panacea, un gobierno que insiste en repetir experiencias que explican la decadencia de la Argentina.

Fernández optó por convencer a sus propios seguidores de la lealtad al liderazgo de la vicepresidente y en un acto propio de quienes avanzan mirando al pasado, le dio a su discurso la impronta de un tributo a Néstor y Cristina, es que este Presidente no es miembro de la banda original, solo hace covers K.

Podría extenderme en ejemplos y avanzar punto por punto en el análisis de este pobre mensaje que seguramente pasará a la historia como uno de los peores discursos de apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, cosa que por cierto olvidó hacer, no sorprende, porque era un discurso de unidad oficialista frente a la campaña electoral y en esa agenda la calidad institucional no tiene cabida.

Finalmente, creo que quienes participamos en política fuera del espacio oficialista debemos ofrecer a la sociedad la mejor de nuestras versiones; con claridad, unidad y con una gran autoexigencia para proponer y promover un camino distinto, para que el país deje de ser el ejemplo de malas decisiones políticas. Sobre esto construiremos una esperanza sobre bases sólidas y responsables.

*La autora de la nota es Senadora Nacional por Mendoza (UCR-Juntos por el Cambio)

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