Noticias verdaderas sobre el FMI y los acuerdos con China

Frente al refinanciamiento de la deuda con el FMI es hora de encarar los problemas, debatir con datos precisos y asumir nuestras falencias antes de buscar villanos externos.

Debate en Diputados sobre el acuerdo con el FMI en el Congreso Nacional. / Foto: Federico López Claro
Debate en Diputados sobre el acuerdo con el FMI en el Congreso Nacional. / Foto: Federico López Claro

Los problemas que afronta el país, desde la crisis del 2001, y otros que vienen desde más atrás, no pueden resolverse si el debate está reducido a la reiteración de consignas, palabrerío hueco y abstracción de la realidad en la, que estamos inmersos, no solo interna sino también, del mundo al que pertenecemos.

Resulta llamativo el lenguaje superficial y carente de información, pero cargado de prejuicios y preconceptos de personas que han pasado por las facultades de ciencias económicas. Algunos ya cuestionan la ley de gravedad. Ni hablar de numerosos miembros del Congreso, analistas, comentaristas y voceros de las corporaciones del atraso.

La discusión se limita a señalar la culpa de los otros y a eludir las responsabilidades propias.

Hay un dato irrefutable: desde el período iniciado en el segundo trimestre de 1963 y concluido a mediados de 1974, nuestro país no ha conocido un ciclo largo de crecimiento. Desde esa fecha a la actualidad solo conocemos serruchos, uno o dos años se crece y otros tanto son de depresión.

Por eso es hora de encarar los problemas y debatir con datos precisos y asumir nuestras falencias antes de buscar villanos externos.

En ese sentido, en estos días, en que se discute el refinanciamiento de la deuda con el FMI, que ese organismo ofrece, se escuchan otra vez sandeces inconducentes.

La desinformación y tonterías que se dicen sobre los organismos internacionales de crédito es una muestra de ello.

Para empezar, quienes dicen ser keynesianos, olvidan el protagonismo de Lord Keynes en la creación del Fondo Monetario, junto, a un economista nacido en Boston, Henry Dexter White, colaborador del secretario del tesoro Henry Morgenthau, en las presidencias de Roosevelt,.

Dexter White era partidario del intervencionismo estatal y no pudo asumir la dirección del Fondo Monetario pues fue cuestionado por el FBI por sospechas de simpatizar con la Unión Soviética.

El debate entre estos economistas era la propuesta de Keynes de crear una moneda internacional y la que se impuso, usar el dólar como referencia para las transacciones internacionales sostenida por Dexter White.

El capital del Fondo Monetario Internacional está aportado en las siguientes proporciones: los Estados Unidos el 17,4 %, le sigue Japón con 6,4%. En tercer lugar está la República Popular China con el 6,4%. Alemania aporta el 5,6% y Francia y el Reino Unido 4,2% cada uno. La India está a continuación con el 2,8% seguido de Canadá con 2,3%. El noveno aportante es el Reino de Arabia Saudí con 2,1% y se completa la lista de diez con España con 2%. Nuestro país integra el capital del FMI con el 0,67%. Como vemos, varios países europeos sumados sobrepasan la participación de los Estados Unidos.

La baja participación en el capital de Rusia, menos que España, deja en claro que Rusia es una gran potencia militar pero como economía no es importante. Su PBI equivale al de Italia.

Anuncios de las inversiones chinas en Argentina.
Anuncios de las inversiones chinas en Argentina.

Nuestro gobierno no se ha enterado. Un presidente argentino no puede expresarse ante un líder extranjero criticando a otros Estados, ni a políticas internas, porque hay un solo Estado, una sola bandera, y los problemas internos se ventilan en la casa, y menos en un país que poco puede ayudarnos.

Vemos, también la escasa influencia de Rusia y los países latinoamericanos, que según el presidente facilitaron la refinanciación, negando la colaboración de los Estados Unidos.

Ahora pasemos a los anuncios de las inversiones chinas.

Digamos las cosas por su nombre, no son inversiones, son más deuda externa y atada a la compra de equipamiento que le interesa exportar China.

Los créditos de un Estado sirven para que el dador venda bienes sin licitaciones o consiga construir con las empresas que ese gobierno indique, al precio que fijen y en muchos casos sustituyendo mano de obra local. Si esos Estados son autoritarios se prestan para las prácticas del capitalismo de amigos, se compra caro y se presta a la corrupción, pues se evitan concursos y controles.

Entre el equipamiento que la República Popular China ofrece financiar a la Argentina está una planta de generación de energía nuclear, tema que amerita una nota separada, pero adelantemos que la oferta implica generar energía más cara, y con tecnologías aún poco probadas.

Nunca está demás, recordar, esa definición de Economía: “La aptitud de aplicar con eficiencia recursos escasos”. Por dejarla en el olvido soportamos los problemas económicos y financieros cuya consecuencia son el deterioro social que ha llevado a la pobreza a vastos sectores del pueblo argentino.

*El autor es miembro de la Academia Nacional de la Historia y del Instituto Argentino de Historia Militar.

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