Los recuerdos

Uno tiene sinsabores en la vida y tiene momentos de total felicidad. Así es el sistema y de ninguna manera se altera. Muchos de ellos quedan grabados en el disco rígido de la memoria y algunos suelen aparecer otra vez en cualquier momento del día.

Uno tiene sinsabores en la vida y tiene momentos de total felicidad.
Uno tiene sinsabores en la vida y tiene momentos de total felicidad.

Uno tiene una trayectoria y dentro de ella han ocurrido sucedidos que se quedan para siempre adentro de nosotros.

Son los recuerdos, los que todos llevamos en nuestro interior y que accionan como una reviven acontecimientos pasados. Revivir es la palabra, volver a vivir con el pensamiento eso que nos ocurrió y que muchas veces dejamos en el olvido.

El olvido es un recuerdo que perdió la memoria, pero en general todo el mundo recuerda lo que vivió de una manera vívida y latente.

Hay acontecimientos que son inolvidables, que no se pueden olvidar, por la intensidad que tuvieron o porque son partes inherentes de nuestra facultad de recordar.

Muchas circunstancias de la vida, no sé porqué rara cuestión de las asociaciones vuelven por instantes a ganar nuestros pensamientos. Son cuestiones menores pero aparecen de golpe y nos retrotraen a escenas de las cuales hemos sido partícipes y no estaban en nuestra carpeta del pensamiento.

De pronto la mente hace “click” y aparece por ejemplo el recuerdo de una persona o de una acción que no tuvo mayor peso en nuestra vida pero han quedado registradas y de ponto la púa cae en su surco.

Hay acontecimientos en los que uno se junta a recordar. Las reuniones con los compañeros de la secundaria, por ejemplo, puede ser la primaria tranquilamente y se juntan alrededor de una parrilla para rememorar aquellos acontecimientos que marcaron la vida en el conjunto. Es recordar entre todos, volver a analizar aquello que quedó en el tiempo atrás y que todos llaman para que vuelvan a hacerse presente.

Las canciones suelen basarse en los recuerdos. Algo nos impactó en la vida, por ejemplo el amor, y le cantamos a esa situación con nutrido sentimiento porque significan mucho para el que canta.

Tenemos que recordar siempre algunos asuntos que nos son imperiosos, el aniversario de casado, cualquier cumpleaños de alguien cercano, las anécdotas de un viaje que quedaron plasmadas en videos y fotografías.

El recuerdo implica el acordarse, y aquí suceden hechos cotidianos que pueden implicar algún disgusto. Uno tiene que acodarse dónde dejó las llaves del auto, de pagar los impuestos (actividad vital para sentirse persona), de apagar la estufa, de ir a buscar a los niños a la escuela.

Pero son los menores, los mayores son aquellos que golpean a nuestra emoción con puños de nostalgia y nos ponen al frente de situaciones que ya no están pero que vuelven a aparecer como por arte de magia.

Los recuerdos. La vida sería terriblemente aburrida sin los recuerdos.

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