Llamada al orden de los ex-gobernadores

Ojalá el escrito de los ex mandatarios mendocinos pueda ser leído en los ámbitos nacionales donde tanta falta hace la conciliación y tolerancia que recomiendan.

Gobernadores de Mendoza
Gobernadores de Mendoza

La lógica conmoción por el fallido ataque a la vicepresidenta de la Nación no sirvió, sin embargo, para quitarle vehemencia a la política argentina. Sólo uno que otro paño frío simbolizado en elementales mensajes de solidaridad con Cristina de Kirchner y de total repudio a la alocada acción del hombre ahora detenido e investigado por la Justicia Federal. No se podía esperar otra cosa.

Sin embargo, la tensión continúa, especialmente, porque desde la tribuna oficialista siguen resonando voces que machacan sobre la estructura opositora. Argumentan que desde ese sector, y en asocio con parte del periodismo y la Justicia, surgen los mensajes que alimentan de violencia a personajes como el brasileño que pretendió dispararle en la cara a la jefa del kirchnerismo. Es de esperar que la Justicia pueda determinar quién lo alimentó.

El sacudón se reprodujo en todas las provincias. Por eso no se debe dejar de rescatar un oportuno y valioso mensaje que dieron a conocer, el viernes, varios, en realidad la mayoría, de los ex gobernadores de nuestra provincia. Dice el documento dado a conocer por las redes sociales: “Rechazamos todo tipo de violencia y nos solidarizamos con la vicepresidenta de la Nación, víctima hoy de esa irracionalidad. Instamos a toda la dirigencia política, sindical y social a encontrar caminos de diálogo sostenidos en la tolerancia y el respeto, excluyendo todo tipo de agresión y descalificación del que piensa distinto.

“Todos tenemos la responsabilidad de construir y fortalecer una democracia sustentada en conductas que muestren voluntad sincera de conciliación y tolerancia”.

Firman el documento José Octavio Bordón, Rodolfo Gabrielli, Arturo Lafalla, Julio Cobos, Celso Jaque, Francisco Pérez y Alfredo Cornejo. Una amplia mayoría entre los diez mandatarios que tuvo Mendoza desde el regreso de la democracia, incluyendo a quien está en ejercicio. Y de los partidos dominantes aquí desde 1983 a la fecha, radicales y justicialistas.

Seguramente, alguno de los siete tuvo la idea inicial del documento redactado y emitido. Sin embargo, entre ellos aseguran que no hubo ninguna autoría en particular, sino rápidas coincidencias sobre lo que pretendían expresar a la ciudadanía en general, al observar el clima de tensión que ni siquiera logró calmar lo sucedido con Cristina Kirchner.

No está en el texto, pero aseguran los firmantes que el mensaje pretende que la actual dirigencia de barricada advierta que lo urgente es atender las necesidades de los argentinos, golpeados al extremo por una economía fuera de control, entre otras muchas falencias desde el Estado.

Resulta valioso el aporte por lo que representan los ex gobernadores en lo institucional. La sugerencia vertida a través del documento es una postura muy enfática en pos del diálogo y la convivencia política. Y es un llamado de atención, sobre todo, para la dirigencia mendocina, también tentada en mantener posturas irrenunciables y en línea con la necedad que caracteriza a los grandes elencos de la escena política nacional.

Varios de los ex gobernadores firmantes no están inactivos políticamente; varios son picantes en debates y declaraciones públicas, pero con este tipo de actitudes muestran responsabilidad ante los momentos que les toca atravesar como personajes públicos. Y los ex que no están en la política igualmente mantienen su relacionamiento mientras desarrollan actividades conforme a sus profesiones. Por ello el aporte es valioso y debe ser destacado. Es una muestra de la calidad institucional que tantas veces se pregonó en Mendoza pero que, cada vez más, va quedando de lado por imperio de la pasión.

Portezuelo, otra prueba de tolerancia

En cuanto a la gestión, habría que destacar que Portezuelo del Viento constituyó en estos últimos dos años la mayor muestra de tolerancia y corrección por parte de la política mendocina, en este caso debiendo soportar el gobierno de turno sorprendentes idas y vueltas por parte de la Nación. Mejor dicho: de quienes temporalmente están a cargo de la administración nacional.

En los primeros días de junio de este año el laudo presidencial por la anhelada obra del sur provincial sirvió para mostrar, una vez más, la condescendencia institucional que caracteriza a la dirigencia de Mendoza, sea cual fuere el signo partidario de ocasión. Y aun sabiendo que del otro lado las intenciones políticas para nada coincidían con eventuales sonrisas o palmadas de supuesto afecto.

Esa vez le tocó a Rodolfo Suárez participar de un encuentro con las autoridades de la Casa Rosada que la Provincia ya había pedido. Un mano a mano con el Ejecutivo nacional para terminar de pulir aspectos referidos al laudo, cuyos plazos para que se concretara finalmente ya vencieron recientemente y le dieron argumentos al gobierno local para decidir encarar el proyecto El Baqueano con parte de lo que se recibe de la Nación, sin dejar de lado un Portezuelo del Viento de menores dimensiones y otras obras si fuese necesario.

Fue otra demostración de que, a pesar de las diferencias políticas, la dirigencia de Mendoza casi siempre demuestra respeto a nivel institucional con la Nación. Por eso se aguardaba que, como reciprocidad, desde la Presidencia se obrara de igual modo. No fue así, por lo menos hasta ahora.

Es de esperar que el escrito de los ex mandatarios mendocinos pueda ser leído en los ámbitos institucionales nacionales, donde tanta falta hace la conciliación y tolerancia que recomiendan. Y que los que por ahora hacen política en estas tierras lo tengan al alcance de la mano cada vez que se tienten con malos métodos.

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