Hoy como ayer, potencialidades del nuevo Espacio Arizu

En este contexto de crecimiento de la actividad y de posicionamiento internacional de Mendoza como 8va capital mundial del vino, sería muy importante contar en la provincia con un distrito cultural del vino que se convierta en el centro estructurante de la oferta del turismo vitivinícola en el territorio y en el escenario privilegiado para la inmersión en la cultura brindando una experiencia holista y fidelizadora.

Inauguración Espacio Arizu
Inauguración Espacio Arizu

En el marco del 168 aniversario del departamento de Godoy Cruz, quedó inaugurado el Espacio Arizu, la primera etapa de un ambicioso plan de puesta en valor de la antigua bodega.

Tres de las seis naves, integradas por arquerías de ladrillo, relucen como hace 120 años y prometen albergar un museo que permitirá interpretar, no solo la historia de la bodega, sino la historia vitivinícola mendocina. Hoy, como ayer, este lugar encierra un gran potencial para conformar un distrito cultural del vino en el departamento. Si bien en Godoy Cruz, los viñedos han desaparecido prácticamente en su totalidad, el departamento conserva un importante carácter vitivinícola en su paisaje urbano dado por la presencia de antiguos establecimientos, que hacia 1910, conformaron un “barrio de bodegas” reconocido como un centro de labor y progreso. Es que las bodegas Tomba, Escorihuela, Arizu y Barraquero fueron imanes para la instalación de comercios, industrias afines y viviendas provocando la urbanización de la avenida San Martín desde la plaza departamental hasta la ciudad capital.

Hoy nos queda un patrimonio valioso, un paisaje identitario con grandes potencialidades de formar un distrito cultural del vino entendido éste según Frost-Kumpf como «un área bien diferenciada, etiquetada y de usos múltiples en una ciudad, en la que una alta concentración de servicios culturales sirve de reclamo para el desarrollo de otras actividades.» En este caso, servicios vinculados a las posibilidades que brinda el rico patrimonio histórico, artístico, arquitectónico, etnográfico, gastronómico, biológico y enológico que encierra la cultura del vino. Distrito que tenga su epicentro en el Espacio Arizu con un museo tal como lo ha propuesto el municipio de Godoy Cruz y que establezca sinergias con la bodega Escorihuela Gascón, en funcionamiento desde su fundación y que está perfectamente insertada en el turismo del vino; que además, incorpore el núcleo original de la antigua Bodega Tomba, hoy en manos privadas, destinado a usos afines a este distrito y que a su vez integre otros edificios significativos del municipio como el Centro Patrimonial y Artístico Cristóforo Colombo y la Casa de la Cultura y la Memoria (ex Comisaría 7ª) que espera su puesta en valor. Además de las viviendas de principios de siglo que se conservan en las inmediaciones, muchas de ellas con usos comerciales y gastronómicos.

Hay buenos ejemplos en las principales regiones vitivinícolas del mundo, como el caso del WOW, Word of Wine en la ciudad de Oporto Portugal en la zona de Vila Nova de Gaia, un recinto que nació de la restauración de varias bodegas antiguas, con la intención de convertirse en un fuerte catalizador cultural y artístico para la ciudad. Estas fueron renovadas y restauradas en un área de 35 mil metros cuadrados, con una oferta cultural de siete museos, restaurantes, múltiples tiendas, espacios para eventos y, además, una escuela de vino, que ponen en valor, en su conjunto, las más importantes industrias y tradiciones portuguesas.

Si tenemos en cuenta el crecimiento sostenido del turismo del vino en el mundo y en nuestro país en los últimos años, antes de la pandemia, y considerando la opinión de expertos reunidos en junio de 2021 en la Feria Internacional de Enoturismo, FINE, celebrada en Valladolid, España, que han coincidido en augurar un crecimiento exponencial en los próximos cinco años, se trata de un momento oportuno. Paralelamente el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) con vistas a 2030, actualizó sus ejes para la próxima década para diseñar acciones integrales y promotoras del desarrollo y la innovación para esta industria donde uno de los objetivos es desarrollar y promover el enoturismo, como dinamizador de las economías regionales y como un medio de comunicación del vino, “poniendo en valor el patrimonio histórico, paisajístico y cultural”.

De manera que en este contexto de crecimiento de la actividad y de posicionamiento internacional de Mendoza como 8va capital mundial del vino, sería muy importante contar en la provincia con un distrito cultural del vino que se convierta en el centro estructurante de la oferta del turismo vitivinícola en el territorio y en el escenario privilegiado para la inmersión en la cultura brindando una experiencia holista y fidelizadora. Que más allá de revelar los casi 500 años de una de las principales industrias de la región, profundice en su cultura, patrimonio histórico, sus tradiciones, su gente, reforzando la oferta cultural de la provincia y que contribuya al desarrollo sostenible económico y social de la provincia.

* Doctora arquitecta. Investigadora FAUD. Universidad de Mendoza

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