Falsa antinomia entre pandemia y economía

El populismo nos ha robado la patria de San Martín y nos ha dejado sin futuro.

Imagen ilustrativa / Los Andes
Imagen ilustrativa / Los Andes

El tema a resolver

El Presidente ha dicho varias veces que entre la Salud y la Economía, prioriza la salud. Crea una imposible antinomia entre salud y economía, no porque lo ignore sino porque miente. La salud de la economía hace a la salud general de la población. Convivimos con una economía enferma desde el gobierno de Perón hasta nuestros días. Muchos habitantes están muy mal, deprimidos, engañados, desesperanzados, permitiendo y alentando a sus hijos, el bien más preciado que se tiene en este mundo, para que emigren a otros países serios en donde puedan vivir seguros, sin populismos y con futuro. El populismo nos ha robado la patria de San Martín y nos ha dejado sin futuro.

Alberto insulta nuestra inteligencia. Nadie puede “elegir” entre preocuparse por la salud de los suyos o proteger su economía. En cualquier hipótesis se deben resguardar ambas para poder vivir. Más aún el Presidente que tiene la obligación de hacerlo porque se trata de la subsistencia de la Nación. Pero por populismo y auto protección invoca la falsa antinomia, con un relato que solo él cree.

¡No puede y no sabe resolver ni una ni otra! Sin dinero y sin riquezas para dilapidar, el populismo no puede y no sabe gobernar. Y como tiene sumida a la mayoría de la población, con bajo nivel de educación, en una ignorancia que todo lo acepta, mentir para protegerse es sencillo. Lo necesita para perdurar y tener un costo electoral acotado ya que esto es lo único que le interesa: mantener una población sub educada en la ignorancia si es posible, para ganar los comicios. Las clases educadas no aceptan mentiras y exigen buenos gobiernos de los que los populismos carecen.

Ambas cuestiones deben importarle al gobierno por igual. Y si existen muchas dificultades al gestionarlas, para eso el pueblo los eligió. Un gobierno que no da soluciones y confiesa que le resulta imposible tomarlas, no es apto para gobernar. La inacción de Alberto y su jefe Cristina, es lo que está dejando al país en el lugar de los más perjudicados del mundo. Aunque sabemos qué pasa cuando actúan. ¡Como lo hacen, sería peor! Las urnas deberán comenzar a decidirlo en este año y en 2023.

Impacto de la pandemia en el país

Por las ineptitudes y carencias señaladas en el binomio presidencial, el impacto de la pandemia ha sido, es y seguirá resultando en un daño colosal. Empresas y negocios grandes, medianos y pequeños cerrados y/o fundidos. Familias en la pobreza e indigencia. Personas que no saben qué hacer y sin preparación para afrontar las consecuencias del pésimo gobierno. Los que pueden comienzan a gastarse los pocos ahorros que tengan porque a diferencia del gobierno, no pueden gastar más de lo que tienen ni emitir dinero. Y si cesan en sus pagos las deudas terminan con todos sus patrimonios.

Aquí es donde se ven las consecuencias de una buena educación. Las clases sociales más educadas toman desde un comienzo precauciones para afrontar cualquier crisis, sea de la naturaleza que fuere. Saben cómo manejar sus negocios, empresas y finanzas de modo que con las herramientas disponibles pueden “desensillar hasta que aclare”. Los que viven solo de un sueldo o de las limosnas del populismo no pueden resistir nada. Estos quince meses de cuarentena y mala gestión de la pandemia –de las peores del mundo- ha elevado todos los índices negativos y perjudiciales para el país, con el agravante de que el gobierno no da ninguna esperanza de mejorar, ¡porque no la tiene!

Lo que debería hacer el gobierno

Acorde con la situación general el gobierno debería disponer ya diversas medidas macro económicas. Los objetivos deben ser muy claros y explicados: crear empleos privados, mejorar el nivel de ingresos del pueblo trabajador y de las jubilaciones. Asegurar un sistema educativo que prepare al 70% de la población sub educada o ignorante para afrontar todo lo que es previsible que vendrá, inclusive la robotización creciente, la sustitución de empleos obsoletos o inservibles, las nuevas formas de trabajo de los que la mayoría de los argentinos carece de noticias e información (Andrés Oppenheimer “¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la Automatización”).

Para ello es fundamental y esencial suprimir el déficit fiscal y el cáncer de la emisión monetaria. Bajar al máximo el gasto político y el gasto burocrático. Los ingresos desde y hasta un nivel obsceno deben suprimirse o ajustarse según corresponda. Los alquileres de inmuebles y el despilfarro de los gastos que conlleva la burocracia improductiva deben suprimirse. Repárese que el gobierno no ha dado un solo paso para ajustar al Estado ni disminuir el déficit fiscal. Y sigue sin combatir la inflación perjudicando cada día más la economía. Se limita a fijar precios máximos o “cuidados” demagógicos y populistas. Son las tapas de las ollas que cuando llegan a una presión determinada explotan. La única forma de evitarla es ¡apagando el fuego! ¡En economía suprimiendo la inflación que es la única solución posible!

Tampoco toma ninguna medida a favor de la producción y el trabajo privado. La minoría mantiene a una mayoría parasitaria (piquetes, huelguistas, protestas, interrupciones de tránsito, casi todos pagados por el populismo o las llamadas “organizaciones sociales”) Los impuestos son asfixiantes desafiando a la Curva de Laffer que en cuanto alcanzan determinados niveles los contribuyentes dejan de pagarlos.

Es indispensable que un gobierno serio encare en profundidad este complejo de soluciones. De lo contrario nos esperan días muy duros a los argentinos.

*El autor de la nota es doctor en Ciencias Juridicas y Sociales.

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