El federalismo traicionado

Cada legislador nacional debe hacer un autoanálisis de su comportamiento democrático y ver si está capacitado para representar al Estado Provincial del cual surge porque tarde o temprano deberá dar la cara a la sociedad que confió en él. Hay muchos actos de traición política.

Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa.

Todos sabemos que las reservas del Estado están en un mínimo profundo por el desmanejo de los sucesivos gobiernos nacionales que han desfilado penosamente en el país en las últimas décadas.

A la escasez de recursos se la enfrenta por el camino más fácil que utilizan los políticos que es el aumento de impuestos constantemente y el ajuste sobre los que menos pueden defenderse (jubilados), pero no son los únicos que ligan las injusticias, también son foco del saqueo los gobiernos provinciales (Caba entre ellos) y todo aquello que no sea del signo político de quienes han tomado el poder en Argentina (kirchnerismo camporista) utilizando como fachada al peronismo actual.

¿Quién duda que el Ejecutivo se conduce desde el instituto Patria, que todo se lleva adelante desde el Congreso Nacional y al antojo de la Vicepresidenta de la Nación?

Hasta ahí nadie se puede sorprender. Lo que sí sorprende es el hecho de que para darle un finito aspecto moral hay proyectos de ley que se tratan en el Congreso y que para convertirse en norma legal necesitan de la participación de diputados y senadores nacionales que son electos en sus provincias para defender los intereses de su lugar de origen principalmente.

Haciendo foco en la actuación de los legisladores vemos que mucho de ellos responden ciegamente a las necesidades del poder central, 41 senadores fanáticos, votando proyectos que muchas veces van en contra de los principios democráticos y hasta de lealtad entre provincias. Un ejemplo claro ocurrió cuando en el Congreso se aprobó el recorte de las partidas que ya se le habían asignado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más allá de si lo que recibe es abultado o no. Para lograr el quorum necesario se recurrió a la presencia y voto favorable de 4 diputados por Córdoba siendo que su gobernador se había mantenido distante del poder central y de repente aparece en Buenos Aires y sus diputados deciden la quita de recursos de otro Estado, en este caso de Caba. ¿Cómo puede ser que legisladores de una provincia se presten al recorte de presupuesto de otra provincia? Lo lógico sería, con el tiempo necesario, que traten una modificación de la coparticipación federal a futuro, no lo que está en curso.

Vaya a saber cuál fué el motivo de ese cambio tan radical en el caso cordobés, del mismo modo actuó el grupo que comanda el mendocino Ramón. Una frase que circula dice “billetera mata a convicción política”, y parece que algo hay al respecto.

Todo lo que se recauda por el motivo que sea pasa a engrosar, en el mejor de los casos, los fondos nacionales y lo que se ve es que sirve para la adquisición de voluntades, que en forma alevosa se manifiesta en el presente y se agudizará en este año electoral que ya comenzó.

Falta ética en la mayoría de los Diputados y Senadores nacionales que al momento de votar leyes se olvidan si esa norma favorece a la provincia que representan y son los que terminan dando quorum y votos a muchas normas que solo benefician al poder central y que con esos recursos presionan sobre la voluntad de los gobernadores que no son afines a ellos.

Cada legislador nacional debe hacer un autoanálisis de su comportamiento democrático y ver si está capacitado para representar al Estado Provincial del cual surge porque tarde o temprano deberá dar la cara a la sociedad que confió en él. Hay muchos actos de traición política en la actualidad, demasiados diría.

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