El enojo de Cornejo, Suárez vice y la foto que Milei no se sacará

El senador radical cree que terminarán ganando en San Rafael, San Carlos y La Paz, pero ahora las prioridades están en las primarias provinciales, con la mira en particular en Las Heras y Luján. Cuando Milei aclaró que no apoya a ningún candidato mendocino, incluía a De Marchi. “Apoya a Larreta”, dicen a su lado. Mientras todos se pelean, las encuestas detectan que la no gente nada sabe, ni le interesa, de las internas, los pases y las elecciones.

Ilustración: Gabriel Fernández
Ilustración: Gabriel Fernández

“Tendría que ganar De Marchi para ver qué dicen después”. El que habla es Alfredo Cornejo y la frase, en tono desafiante, la soltó un par de días antes de viajar a Washington, en una ronda de café con sus colaboradores más estrechos. El candidato radical transita los días molesto, incómodo. Siente que su paso por la Gobernación no ha sido suficientemente valorado por el “círculo rojo”. Son los que él entiende que están bien informados y deberían reconocerle todo lo que hizo entre 2015 y 2019. Tal vez sea en ese sector justamente donde más enconos ha generado.

Sus colaboradores esperaban que los días en Estados Unidos lo ayudaran a cambiar de aire. Pero a muchos el optimismo les duró hasta que sus celulares sonaron y vieron que el que llamaba era su jefe, aprovechando algún bache entre reunión y reunión. Más se sorprendían cuando lo escuchaban plantear, a 8.000 km de distancia, algún reclamo o sugerencia sobre lo que ocurría en Mendoza o por lo que había salido publicado en el quinto párrafo de una nota.

Así como él sorprende a su entorno, él también fue sorprendido en su viaje. Cuando ingresó al despacho de Ted Cruz, lo primero que escuchó del senador republicano aliado de Donald Trump fue: “¿Por qué Cristina Kirchner no está presa?”. El hielo del primer encuentro ya estaba roto.

La agenda de Cornejo en el epicentro del poder occidental fue la de un referente de la oposición con aspiraciones de tejer vínculos para influir en una futura gestión. Claramente no fue la de un candidato a gobernador.

Esa multiplicación de facetas también es una constante en los días del precandidato radical. Está en campaña en Mendoza, es senador nacional, integra la mesa de conducción de Juntos por el Cambio y busca influir en el armado electoral de su espacio en otras provincias y en la Nación.

Tras su fallido intento de competir por la postulación presidencial, su ambición de tallar en un futuro gobierno de Juntos por el Cambio podría empezar a cristalizarse con Rodolfo Suárez como candidato a vice de un dirigente del Pro. Podría decirse que es más una ambición de Cornejo que del propio Gobernador.

En los últimos diez días, las decisiones de dos correligionarios de otras provincias parecen haber jugado a favor. Rodrigo de Loredo, que sonaba para acompañar a Patricia Bullrich, decidió competir por la intendencia de la ciudad de Córdoba. Carolina Losada, en el radar de Horacio Rodríguez Larreta, anunció que peleará por la gobernación de Santa Fe. El camino para Suárez parece más allanado.

Quedan cinco semanas para las PASO mendocinas del 11 de junio y las prioridades del oficialismo ahora pasan por la contienda provincial y algunas batallas municipales puntuales, que consideran estratégicas, difíciles y, a la vez, simbólicas.

Las Heras es obviamente el departamento que más interés despierta en el comando de campaña de Cambia Mendoza. Con el pase de Daniel Orozco directo a la fórmula de La Unión Mendocina, es un territorio en el que se sienten oficialismo y oposición a la vez. Allí ganó el frente en 2019, pero hoy miran desde afuera la gestión.

Una encuesta que se filtró hace unos días pone a Cornejo arriba en las preferencias, por sobre Omar De Marchi. En el nuevo frente opositor se aferran a sus sensaciones y retrucan: “Orozco arrasa en Las Heras”. ¿Que pasaría si allí Diego Martínez Palau le gana la interna al elegido del intendente, Martín Bustos? Inimaginable.

Luján es el otro botín que Cambia Mendoza quiere tener. El paso al costado de Sebastián Bragagnolo aún genera incógnita. Pero a la vez es agradecido como una oportunidad para Natalio Mema, considerado internamente como el principal referente de la nueva generación del cornejismo duro.

De perder él, siempre quedará el consuelo de que Esteban Allasino, el candidato demarchista, que parece haber asumido ya la intendencia por la actividad que exhibe en sus redes sociales, es de origen radical. Fue funcionario de Marcelino Iglesias en Guaymallén y su hermana, Paula, fue ministra de Cornejo y es la actual contadora general de la Provincia.

El domingo pasado a la noche, Cornejo celebró íntimamente los resultados de las primarias en los siete departamentos que desdoblaron, pese a haber perdido su frente en todos. La goleada anunciada se había consumado. Pero con particularidades.

En los peronistas San Rafael y La Paz y en San Carlos, gobernado por el frente de Jorge Difonso, aliado a De Marchi en La Unión Mendocina, la ventaja sobre Cambia Mendoza osciló entre cuatro y cinco puntos.

“En la general vamos a ganar allí”, avisó el senador a los suyos con los resultados de las PASO ya consolidados. “Los oficialismos de los siete departamentos perdieron votos respecto de 2019, sumó un intendente radical que mira todo el panorama.

Esa esperanza está sostenida en que Cambia Mendoza en las generales, respecto de las primarias, ha tenido hasta ahora siempre un crecimiento mayor que sus rivales atado a la mayor concurrencia de votantes.

Esa noche hubo un nubarrón que opacó la ilusión de Cornejo: en Maipú perdió uno de los integrantes de su mesa chica, ese grupo con el que se reúne todos los sábado a almorzar.

Anoticiados de antemano por las encuestas de que el peronista Matías Stevanato les sacaría 20 puntos de ventaja, en el cornejismo creían a Néstor Majul vencedor de la interna. Pero la sorpresa la dio Mauricio Pinti, apoyado fuertemente por la diputada nacional Jimena Latorre y patrocinado por Tadeo García Zalazar, impulsor de varios de los jóvenes que se muestran como la renovación.

El valor de “la renovación” es el que reclama para sí Luis Petri, el rival interno de Cornejo en las primarias, que sueña con dar el batacazo en la provincia como Pinti lo dio en Maipú. “El 99% de los que están mis listas no cobran sueldo del Estado”, se ufana.

Envalentonado con el apoyo de Julio Cobos, avisa que no será un “partenaire” cómodo de Cornejo: “Decían que sólo me postulaba para conseguir un lugar en la lista de diputados y acá estoy, con candidatos en todos los departamentos y distritos”.

En el cornejismo consideran mejor a Petri ahora e incluso admiten que su intención de voto es superior a la que esperaban. Esto, creen, ayudará a legitimar a su referente en la interna y a captar votos en otros sectores a los que él no llega y que pueden engrosar el número final en setiembre.

Hubo en la semana que pasó un hecho que generó un festejo contenido en el oficialismo. Fue cuando un comunicado de Javier Milei dejó en claro que no avala a ningún candidato en Mendoza, más allá de que algunos digan que se referencian en él. El amor no es mutuo. Sobre todo cuando Milei sólo quiere ganar y sus seguidores le ofrendan lejanos terceros puestos.

Originalmente esa aclaración parecía apuntar a los cuatro candidatos a intendente que se identifican como libertarios. Pero el veto también incluye al postulante a gobernador de La Unión Mendocina, que alberga a los libertarios y el Partido Demócrata, aliado de Milei. Se cae así la imagen que muchos soñaban para potenciar la campaña: “No habrá foto. De Marchi apoya a Larreta”, fue la respuesta a Los Andes desde el entorno del candidato presidencial que más crece en las encuestas. Como siempre en política, todo puede cambiar. Dependerá del resultado de las PASO.

Mientras Suárez daba ayer su último discurso como gobernador en la Fiesta de la Ganadería, el protagonismo se lo ganó De Marchi, pero por un escandalete con Mario Vadillo, el candidato a gobernador del Partido Verde, al que pretendía sumar y que le dijo que no a último momento.

A De Marchi le ganó la bronca porque sabe que mientras más fragmentada esté la oposición, más cerca del triunfo está Cornejo. Vadillo, al presentarse como otra opción electoral, le hace un gran favor al radical.

Pero mientras la política se encierra en sus peleas de egos y poder, fuera de ese micromundo la vida pasa por otro lado: por la inflación del 7% mensual, los sueldos que pierden y el dólar que siempre sube.

Esa sensación de muchos la corroboró un encuestador que comenzó un sondeo provincial el viernes. Ya en el primer día de trabajo en la calle, le quedó claro que los mendocinos nada saben sobre lo que tanto se ha discutido en los últimos meses. Ni de las peleas Cornejo-De Marchi, ni del pase de Orozco, ni de la interna peronista. No lo saben, ni les interesa.

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