El agua y el alerta por su escasez

¿Quién debe hacer el mayor esfuerzo para lograr un uso del recurso agua más eficiente? ¿Quién debe evitar pérdidas y derroches? ¿En qué sector se lograrán las mayores economías? ¿Consumo humano, industrial, recreativo/ambiental o riego agrícola?

Imagen ilustrativa / Archivo.
Imagen ilustrativa / Archivo.

El 24/12/20 apareció en Los Andes un artículo del diputado  Jorge Difonso, ex intendente de San Carlos, sobre la escasez del agua, donde informa que en el mundo capitalista (bolsas de Wall Street), se comenzó a cotizar este bien “público” como un bien “privado” de disponibilidad para quien pueda pagarlo. Se habla no del agua presente en la Tierra, sino del agua dulce (la que representa apenas 3% del total de agua existente en el planeta), y que podemos encontrar en ríos, lagos, glaciares, vertientes y acuíferos subterráneos. Esa agua dulce es la que usamos para riego agrícola, producciones ganaderas e industriales, recreación, consumo humano, etc.

El considerar ese elemento escaso como un bien que lo puede adquirir solo quien dispone de dinero para ello, responde a una posición mercantilista, mientras que considerar a ese bien, como un “derecho humano”, al cual todos los seres humanos deberían tener fácil acceso responde a otra posición filosófica, sin olvidarnos que hay otros seres vivos (plantas y animales) que dependen del libre acceso a ese bien para sobrevivir.

La crítica va, no hacia esa defensa que el diputado propone en relación al agua en Mendoza, sino a distinguir “de qué tipo de agua” hablamos, y qué sector es el responsable de administrarla o cuidarla. Básicamente todos, y sobre todo los funcionarios debieran distinguir claramente entre:

* Agua en general (dulce, salada, líquida, sólida, gaseosa, etc.), es toda la existente en el planeta.

* Agua dulce (líquida, sólida o gaseosa) es la que se encuentra en ríos, lagos, glaciares, napas en el subsuelo, nubes y atmósfera, hielos en ambos polos, áreas nevadas en altas cumbres, etc. También suele denominarse agua cruda, cuando aún no ha sido tratada o depurada.

* Agua potable es el agua dulce que ha sido sometida a un proceso “industrial” que la transforma en un elemento seguro para ser bebido por un ser humano. Ese proceso consta de varias etapas: captación (etapa en que el agua es captada de una fuente disponible y adecuada, próxima al área a ser servida), conducción de agua cruda (canal o acueducto que traslada el agua desde el punto de captación hasta la planta de tratamiento), planta de tratamiento o potabilización (lugar donde se aplican varios procesos para hacer que el agua cruda se transforme en potable o segura para ser bebida, pre sedimentación, sedimentación, filtración, desinfección, almacenaje), y finalmente distribución (acueductos, cañerías maestras, distribuidoras, red interna, canillas).

En Mendoza, responsable de administrar y concesionar el agua para diversos usos es el Departamento General de Irrigación, organismo que cuenta con autarquía suficiente del gobierno central de acuerdo a los arts 186 a 196 de la Constitución local.

Como operadores del servicio de agua potable, y en la mayoría de los casos, también de desagües cloacales, hay varios organismos: Aysam (antes OSM SA, OSM SE, OSN y DOSS), una empresa en un tiempo toda del Estado, luego privatizada, y finalmente vuelta a estatizar, es el operador principal. Hay municipios, como los de Luján y Maipú, que operan los servicios de agua potable y cloacas en sus departamentos, Hay más de 100 operadores privados (cooperativas, uniones vecinales, etc.) que prestan servicio, básicamente de agua potable, a pequeñas localidades. Y hay algunos municipios que prestan ese servicio también en pequeños centros poblados de sus departamentos.

A finales de 1993, fue creado el EPAS, Ente Provincial del Agua y de Saneamiento, organismo responsable de dictar normas específicas sobre el tema y controlar a los operadores de servicios sanitarios.

Existen además otros organismos nacionales y provinciales, vinculados al agua en temas de investigación (Instituto Nacional del Agua, CELA, Ianigla, etc.)

De acuerdo a lo informado en diario Los Andes del 26/12/2020, en el artículo “Agua para riego”, en Mendoza se destina el 84 % del agua de varios ríos para riego agrícola, mientras que para el abastecimiento de la población se destina el 9 %, para uso recreativo/ambiental el 4 %, para uso público el 2 % y uso industrial el 1 %. En un porcentaje muy bajo se obtiene a partir de acuíferos subterráneos.

Viendo esa “distribución” del consumo… la pregunta sería ¿quién debe hacer el mayor esfuerzo para lograr un uso del recurso agua más eficiente? ¿Quién debe evitar pérdidas y derroches? ¿En qué sector se lograrán las mayores economías? ¿Consumo humano, industrial, recreativo/ambiental o riego agrícola?

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