Acerca de Tomás Godoy Cruz: su monumento y un recordado Día de la Independencia

La ciudad, la plaza y el monumento dedicados a Tomás Godoy Cruz permiten reconstruir un aspecto de la imagen colectiva del pasado en nuestra comunidad. Nos recuerda que este ilustre patriota fue portavoz de las ideas sanmartinianas en el Congreso de Tucumán.

Plaza de Godoy Cruz. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Plaza de Godoy Cruz. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

El 9 de julio de 1924 se inauguró el monumento a Tomás Godoy Cruz que se ubica en la actual Plaza Mayor del departamento que lleva su nombre. Por Ley del 9 de febrero de 1909 se había dispuesto su erección y se había destinado 200.000 pesos del erario público. El 27 de mayo de 1910, siendo gobernador Rufino Ortega y durante los festejos del centenario de la Independencia, fue colocada la piedra fundamental.

Pasaron quince años entre la iniciativa de construir el monumento y su inauguración. El escultor - según palabras de Ataliva Herrera, cuenta Pagés Larraya-, recibe un adelanto de sesenta mil pesos, y se traslada a París a realizar su proyecto. Esta ciudad lo atrae con sus encantos artísticos, sociales y culturales. Al terminar la obra, se había gastado hasta el último centavo y deja en prenda la estatua de bronce para poder regresar al país. La obra pasa de un prestamista a otro, incluso durante la Primera Guerra Mundial estuvo a punto de ser fundida, por el valor que representaba en metal. Se salvó porque tenía un destino inexorable y era la actual Plaza Mayor. Siendo gobernador Carlos Washington Lencinas, se ubicó la obra, se realizaron los arreglos necesarios en el sitio previsto y se inauguró (Pagés Larraya, 1938).

Fue un día de júbilo para la Ciudad. Numerosas autoridades provinciales, enviados de otras provincias y de países vecinos se hallaban presentes.

El gobernador, después de pronunciar un encendido discurso sobre la figura de Tomás Godoy Cruz, hace entrega del referido monumento al interventor municipal de Godoy Cruz, Alejandro Orfila.

Se acuñaron monedas conmemoratorias y se realizaron numerosos actos, entre ellos un tedeum, un desfile militar, veladas teatrales y cinematográficas, certámenes literarios y bailes.

Los diarios de la época destacaron la concurrencia de 2000 alumnos. En el diario Los Andes del 11 de julio de 1924 se lee: “pocas veces un pueblo tan numeroso se había congregado para festejar un acontecimiento histórico en la Provincia, como lo fue el que, dando un aspecto entusiastamente indescriptible, en número no menor de 20.000 personas se aglomeró anteayer por la tarde en la Plaza de la vecina Ciudad de Godoy Cruz, para presenciar la inauguración del monumento levantado a la memoria del prócer mendocino del mismo nombre”.

Plaza principal de Godoy Cruz.
Plaza principal de Godoy Cruz.

Es oportuno recordar que cuando se mandó a erigir el monumento, en 1909, la villa fue declarada ciudad, la primera después de capital, y cambió el nombre de Belgrano por Godoy Cruz. La iniciativa correspondió al gobernador Emilio Civit que en su mensaje a la Legislatura destacó la trayectoria de Tomás Godoy Cruz (1791-1852) como “ese mendocino, el más ilustre y el más patriota que fue representante por Mendoza en el Congreso de Tucumán y destacado hombre público de la vida mendocina”.

Y continuaba “su estatua que hace tiempo espera modelar el bronce, debe elevarse en ciudad, que lleve su nombre” (Registro oficial, 1909).

La ciudad, la plaza y el monumento dedicados a Tomás Godoy Cruz permiten reconstruir un aspecto de la imagen colectiva del pasado en nuestra comunidad. Nos recuerda que este ilustre patriota fue portavoz de las ideas sanmartinianas en el Congreso de Tucumán.

La historiadora Cristina Seghesso en su biografía política del mendocino sostiene: “Para los cuyanos eran prioritarias las consignas sanmartinianas que reclamaba el plan continental pero en este ámbito Godoy Cruz fue nexo clave de interlocución con el Gobernador Intendente” (2017).

También lo recordamos por su acción republicana como constituyente y primer gobernador de Mendoza (1820), luego de la separación de Cuyo.

El 15 de mayo de 1852 falleció Don Tomás y el reconocimiento llegó en forma inmediata. El 19 de mayo, el Poder Ejecutivo de Mendoza, lo declaró Benemérito de la Patria y expresó: “Sus importantes servicios reclaman un testimonio público que recuerde a las generaciones venideras sus nobles hechos. La provincia lo recuerda como el más prominente de los mendocinos”.

En 1966 los restos mortales del congresal de Tucumán fueron trasladados desde el cementerio de la ciudad de Mendoza al departamento que lleva su nombre y depositados en un sobrio mausoleo en la Iglesia San Vicente Ferrer, donde se encuentran en la actualidad, frente a la Plaza Mayor y al monumento inaugurado en 1924.

*La autores es Historiadora y Docente. Presidenta de la Junta de Estudios Históricos Filial Godoy Cruz.

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