"Los cultivos tendran que ser anuales" dijo el titular del Departamento General de Irrigación (DGI) Sergio Marinelli. Esa es la consecuencia lógica de otorgar perforaciones en "carácter provisional, temporal y condicional", que además "podrán ser revocadas": no hay cultivo con desarrollo más extendido en el tiempo que pueda sobrevivir y ser rentable.
Justamente por esta condición provisional y revocable es que en el Departamento esperan que quienes solicitaron pozos terminen retirando el pedido, frente a la imposibilidad de contar con dotación de agua de largo aliento.
Con una provisión de agua que no será segura, encarar un proyecto vitivinícola no es una buena opción, puesto que requiere algunos años para empezar a producir. Una de las zonas que hasta ahora estaba en vedada para otorgar nuevos pozos es justamente zona de Agrelo y Ugarteche, localidades que hacen gala de pertenecer a la primera zona en las que se otorgarán 18 pozos nuevos en caracter provisional y revocable.
Tampoco son buena opción los frutales, que también llevan tiempo de crecimiento para llegar a producir. La otra zona que estaba bajo restricción y que ahora se abre a 29 pozos provisionales y revocables es desde Altamira hacia el sur de San Carlos, zona fuerte en este tipo de emprendiemientos agrícolas.
Tomate, papas, espinacas, acelgas, ajo o cebolla; en general plantas que germinan, crecen, dan frutos y se secan en un año o incluso aquellos que pueden tener dos o tres cosechas anuales, como la lechuga, son los cultivos que podrían servir para esta dotación de agua que nadie sabe si perdurará mucho más de un año.
Tampoco servirán para establecimientos de servicios o industriales, por ejemplo turísticos, que dependan del pozo otorgado para proveer de agua a visitantes, jardines o procesos.
Marinelli dio precisiones respecto de los permisos de perforación, después de que se conoció la resolución 751, en la que se establece este nuevo estatus de los pozos que se otorguen en las zonas dónde las napas estén en un nivel preocupante, así como también respecto de lo que sucederá con las solicitudes para perforar en las región que se mantiene en restricción: el pedemonte de Tupungato y Tunuyán, lugares en los que el desarrollo productivo, particularmente vitivinícola, ya no podrá crecer hasta tanto no se recupere el acuífero.
Irrigación firmó un convenio con el Instituto Nacional del Agua (INA) para ir monitoreando la evolución de los acuíferos, tanto para restringir la extracción de agua, para revocarlos u otorgarlos dónde se mantengan restricciones.
En esta última zona son 80 los pedidos de autorización a perforar que quedarán congelados. Con ellos se conformará un registro de solicitudes que se podrá consultar en la web de Irrigación. Cuando haya factibilidad de sacar agua, serán tratados como indica la ley de aguas subterráneas: por orden de llegada a la mesa de entradas de Irrigación y con siguiendo el orden de prioridades establecidas por la ley de aguas subterráneas. En orden decreciente: consumo humano, agricultura y ganadería, industria, minera, recreación y turismo y termal o medicinal.
Para perforar en esta zona no se admitirán nuevas solicitudes. Si se admitirán solicitudes en el resto de la provincia. Marinelli informó que próximamente se publicará el mapa de disponibilidad de agua en la web de Irrigación, para que los interesados puedan consultar si es factible el pedido y realizar el trámite vía on line.
De esta manera la nueva gestión de Irrigación da por terminadas dos resoluciones polémicas de la gestión anterior, la del justicialista José Luis Alvarez. Primero la 548 de 2012, en la que se establece que el trámite para obtener un pozo un concurso de proyectos sumado a un aporte en dinero que para buena parte de los regantes consideraban una subasta.
La otra es la 164 de 2013, en la que se establecía el reemplazo de pozos de distintas propiedades en una misma cuenca hídrica. Ese reemplazo, más la restricción en las zonas de Agrelo o el pedemonte de Valle de Uco, dio por resultado un mercado de negro de pozos: productores que vendían su pozo para que otro aspirante pudiera perforar en su propiedad.
Un dato: Ya no hay reemplazos, pero quienes presentaron la renuncia a un pozo fue aceptada. Son 35 pozos que serán cegados y que nunca pudieron habilitar a otro a perforar.