Resurgen los “teléfonos tontos” y crece el uso de los celulares sin internet ni redes sociales

En un mundo dominado por smartphones, aumentó la búsqueda de viejos móviles y sus usuarios son mayormente jóvenes. Marcas, precios y las razones de un fenómeno que vuelve.

Nokia vuelve a liderar la venta de "teléfonos tontos".
Nokia vuelve a liderar la venta de "teléfonos tontos".

En el 2000 hicieron una encuesta con personas que cumplían 100 años para preguntarles cuál era el avance tecnológico que más los había sorprendido en el siglo que habían vivido. La respuesta recurrente fue “el teléfono sin cables”.

El celular vivió su época de oro en la transición entre el siglo XX y el XXI hasta que en 2007 todo cambió. Apple no inventó el smartphone pero la llegada del iPhone cambió la industria para siempre y los pequeños teléfonos móviles con teclas físicas y pantallas de baja resolución comenzaron a desaparecer. En la superficie parecía un cambio tecnológico pero en realidad estábamos ante el nacimiento de un fenómeno cultural: la hiperconexión a internet y la vida en redes sociales, todo en un dispositivo de bolsillo.

A pesar de las grandes ventajas de contar con una “caja de herramientas digital”, como lo es un smartphone, muchas personas viven agobiadas por la cultura de las redes sociales y la comunicación impersonal a través de las apps. Por eso no sorprende realmente que haya quienes busquen una forma de desconexión para vivir sin ansiedad.

Qué es un “teléfono tonto”

El concepto de “tonto” nace por oposición. Es decir, hay un teléfono tonto -conocido como dumbphone- porque también hay uno inteligente al que conocemos como smartphone.

Los dumbphones en realidad no son tontos pero su denominación sirve para distinguirlos de los teléfonos actuales. Son los viejos celulares que servían para enviar sms y también algo que hoy casi suena extraño: hacer llamadas telefónicas.

Los "teléfonos tontos" son los celulares que fueron furor a fines del siglo pasado y los primeros años del siglo XXI.
Los "teléfonos tontos" son los celulares que fueron furor a fines del siglo pasado y los primeros años del siglo XXI.

Los celulares tontos no cuentan con conexión a internet, no poseen redes sociales y su batería dura semanas. Sus funciones están reducidas a unos pocos servicios y su tamaño suele ser pequeño.

Cualquier que lea esta nota y tenga más de 30 años los recuerda bien porque quizá su primer teléfono móvil fue un “celular tonto”.

Menos funciones, ¿más tranquilidad?

La principal razón por la que muchos abandonan el smartphone y pasan al dumbphone es para vivir menos tiempo conectado.

¿No podrían simplemente usar menos tiempo su teléfono inteligente y listo? Para muchos no es posible. Los viejos celulares no tienen correo electrónico, ni YouTube. Pueden sacar fotos pero no tienen apps para compartirlas y pueden enviar mensajes pero ningún sticker, GIF o audio.

Solo mantienen funciones básicas como una agenda de contactos, linterna, calculadora y hasta radio pero poco más.

Estas limitaciones hacen que muchos sientan que los ayuda a enfocarse en sus trabajos mientras están frente a una computadora en sus horas laborales y que nada los distraiga en sus momentos de ocio.

A este fenómeno se lo conoce como bienestar digital y suma adeptos a diario.

Un informe de la BBC sobre la temática comparte un testimonio llamativo: una adolescente de 17 años sin smartphone. “No me di cuenta de cuánto se apoderaba de mi vida el smartphone hasta que compré un ‘ladrillo’”, explicó al medio británico y agregó: “Tenía muchas aplicaciones de redes sociales y no trabajaba tanto porque siempre estaba en el teléfono”.

Su realidad agobiante es la de muchos que pasan cada vez más tiempo frente a pantallas. Incluso los sistemas operativos móviles -tanto Android de Google como iOS de Apple - sumaron funciones para medir ese tiempo de uso y evaluar cuándo se transforma en un problema.

“Estoy contenta con mi ladrillo, no creo que me limite. Definitivamente soy más proactiva”, afirma la joven entrevistada y asegura que no volverá a tener un smartphone.

Evitar el agobio de la hiperconexión es el objetivo, ya sea propio o ajeno. Porque elegir un teléfono básico también es la opción que toman muchos padres para que sus hijos estén comunicados pero limitados. Buscan que los chicos no pierdan tiempo e intimidad en internet, aunque varios expertos señalan que además se les debe enseñar el uso responsable para cuando den el salto al smartphone.

La opción del ahorro económico también entra en la ecuación para muchos usuarios. Un celular tonto es más barato que un smartphone, dura más y además gasta menos.

La seguridad es otro factor determinante. Muchos adquieren un teléfono básico para salir a boliches, recitales o eventos públicos donde el robo o pérdida no representa un gran problema.

El negocio de la nostalgia

Aunque las razones para pasar de un teléfono inteligente a uno tonto tienen bastante lógica, también hay mucho de moda nostálgica.

Así como muchos volvieron a usar relojes calculadora y auriculares con cable para salir a la calle, otros tantos pasaron al “celular tonto” como objeto vintage. El giro irónico de esta tendencia es que la exhibición de estos productos depende exclusivamente de las apps más adictivas de los smartphones: Instagram y TikTok. En esas redes sociales es furor mostrar la posesión de objetos retro como viejas consolas de videojuegos o discos de vinilo.

También en las redes surge cada tanto el trend de mostrar el primer celular que se tuvo en la vida y allí hay un denominador común: los viejos teléfonos Nokia.

“Parece que la moda, la nostalgia y su aparición en los videos de TikTok tienen un papel que desempeñar en el resurgimiento de los teléfonos tontos”, explicó Ernest Doku, experto en móviles del portal de comparación de precios Uswitch.com, a la BBC.

Doku señala que el relanzamiento del teléfono Nokia 3310 en 2017, un celular que fue un éxito en el 2000, es lo que alentó al resurgimiento. “Muchos de nosotros tuvimos un ‘teléfono tonto’ como nuestro primer móvil, por lo que es natural que sintamos nostalgia por esos clásicos”, aseguró.

Nuevos viejos modelos

Nokia, la empresa finlandesa que reinó entre 1998 y 2010, cayó casi en el olvido con el auge de los smartphones. Y aunque actualmente vende teléfonos inteligentes con sistema operativo Android, no ha dejado totalmente de lado sus famosos modelos de “celulares tontos”.

En 2017 lanzó una nueva versión del Nokia 3310. Lo dotó de una mejor pantalla y moderno diseño pero con las limitaciones típicas de un dumbphone. Eso sí, el famoso juego de la viborita -o Snake- seguía vivo y mejor que nunca.

El Nokia 106 es el celular "tonto" que se vende oficialmente en Argentina y cuesta alrededor de 7.000 pesos.
El Nokia 106 es el celular "tonto" que se vende oficialmente en Argentina y cuesta alrededor de 7.000 pesos.

Ese modelo no se vende en nuestro país, Nokia ofrece otro teléfono básico a buen precio. El Nokia 106 se vende a través de Mercado Libre por alrededor de 7.000 pesos. Tiene un diseño compacto, una pantalla color y almacenamiento de 400mb. Y aunque su batería es de solo 800 mAh -contra los 5000 mAh de un smartphone- puede durar semanas por el bajo consumo del equipo.

Aunque Nokia vuelve a liderar el movimiento de teléfonos básicos no es la única. La compañía Light Phone impulsa un modelo híbrido entre lo tonto y lo inteligente. Sus equipos son minimalistas y cuentan con pantalla de tinta electrónica. Pueden reproducir música y tienen bluetooth pero no cuentan con redes sociales ni navegador web. “Los consumidores se están dando cuenta de que algo anda mal y queremos ofrecer una alternativa”, dicen desde la compañía.

El Light Phone es un éxito de ventas entre jóvenes de entre 25 y 35 años.
El Light Phone es un éxito de ventas entre jóvenes de entre 25 y 35 años.

Sus ventas reflejan la tendencia: sus compradores tienen entre 25 y 35 años. En 2021 tuvieron su mejor año con ventas que crecieron 150% respecto de 2020. Su precio es de 99 dólares, lo que los hace muy asequibles.

También en internet se pueden conseguir otros modelos además de Nokia y Light Phone. El Cat B30 o el Alcatel 1066D son dispositivos simples y con funciones básicas además de bajo precio, durabilidad de batería.

El Alcatel 1066D y el Cat B30 son dos opciones de teléfonos tontos.
El Alcatel 1066D y el Cat B30 son dos opciones de teléfonos tontos.

Renacimiento en números

El resurgimiento no es una sensación sino un dato concreto. La firma SEMrush publicó un estudio donde revela que las búsquedas relacionadas a este tipo de celulares creció 89% entre 2018 y 2021.

Otra investigación señala que las ventas de “celulares tontos” llegaron a mil millones de unidades en 2021, casi el triple de lo que se vendieron en 2019, que rondaron los 400 millones.

Estos números no son menores considerando que la venta de smartphones casi ha tocado techo y sus ventas han caído. En 2021 se vendieron 1.400 millones de smartphones, y eso representó una baja de 12,5% en relación a 2020.

Un informe de la BBC indicó que el grupo de contabilidad Deloitte reveló que en Reino Unido 1 de cada 10 usuarios utiliza un teléfono tonto en su vida diaria.

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