Aunque parezca una ironía, la tecnología también puede ayudarnos a estar más “desconectados” en las vacaciones de verano.
Garantizar el descanso es el objetivo de parar de trabajar, pero sirve de poco si estamos atados a nuestro teléfono todo el día.
La llegada del tiempo de descanso estival se puede convertir en un periodo de prueba para descubrir otras funciones de nuestro smartphone que no incluyen mirar constantemente las apps de redes sociales.
Para los amantes de los gadgets, aquí algunas recomendaciones que son ideales para las vacaciones, pero seguirán siendo útiles todo el año.
Gadgets de vacaciones
Muchos productos no nacieron para ser usados solo en verano, pero es la época ideal para que nos acompañen.
En el último tiempo se han hecho populares las botellas térmicas y ahora dan un paso adelante al volverse inteligentes. Hay muchas marcas y modelos así como también precios y funciones. Hay desde las que marcan la temperatura en la tapa con un pequeño panel led -que se consiguen por $15 mil- hasta las que permiten usarse de stand para ver contenido multimedia en el teléfono y en algunos modelos permite cargarlo al mismo tiempo. Son livianas y prácticas porque se pueden llevar fácilmente encima y tienen esta función extra que viene muy bien.
También para refrescarse viene muy bien en vacaciones un ventilador USB. Este es quizá el dispositivo más económico que se puede comprar y se consigue fácilmente en cualquier bazar o tienda de electrónica. Los hay de muchos tamaños y precios (se puede conseguir de mano desde $6 mil hasta para campings por casi $500 mil) y hasta se pueden conectar al puerto de carga del teléfono para funcionar cuando se acaba su batería.
El entretenimiento veraniego también puede venir de la mano de algún dispositivo que no sea el celular, y los más clásicos son los que mejor evolucionaron. Hablamos de libros electrónicos y parlantes inalámbricos. En ambos casos hay también mucha variedad de marcas, modelos y precios y eso permite encontrar opciones que se ajustan a cada bolsillo.
Los libros digitales de tinta electrónica surgieron como alternativa a las nocivas pantallas de luz azul, pero se popularizaron por su habilidad para ser visibles bajo el sol. Aunque no tan baratos, tienen una larga vida útil.
Y si hablamos de resistencia, los pequeños parlantes inalámbricos también se diversificaron por su capacidad de aguantar salpicaduras pileteras y tener potencia al aire libre, además de contar con precios que van desde los $5 mil hasta el millón de pesos.
También ideal para la época es un power bank solar, quizá el dispositivo menos popular y más útil ya que puede alimentar a todos los otros productos. Estas baterías externas se pueden cargar a 220V en casa, pero al ponerlas al sol puede recuperar potencia y nos libra de sufrir por buscar un enchufe cuando estamos al aire libre.
Desconexión estival
El smartphone puede resultar muy útil en las vacaciones para hacer fotos, escuchar música o guiarse con sus mapas. Pero también hay opciones para que un usuario le pueda sacar provecho gracias a las apps de viajes como TripCase, que almacena los datos del itinerario para tenerlos a mano; Google Translator que utiliza cámara, micrófono y texto para ayudarnos a entender otros idiomas o bSafe, una aplicación de seguridad personal que permite activar una alerta en caso de peligro, donde comparte la ubicación del usuario y posibilita grabar audio y video para documentar el hecho.
También hay otras apps que ayudan en vacaciones porque fuerzan al usuario a reducir su interacción con la pantalla. Un buen ejemplo son las apps que transforman el móvil en un teléfono tonto, que es como se le dice a los celulares con funciones básicas. Para iPhone la app Dumb Phone y para Android Minimalist Launcher permite tener una pantalla con solo unos pocos accesos directos a llamadas, mensajes, cámara y un navegador de internet. No desconecta al usuario al 100% pero sí reduce las opciones de uso.
Tecnología para el verano
Botella inteligente
La más completa es la Hidrate Spark. Es de acero inoxidable con buen aislamiento y su función principal es avisar cuándo debés beber agua. Tiene luz led indicadora, conexión bluetooth y batería recargable además de una app propia que lleva las estadísticas de uso e hidratación.
Precio: entre $150 mil y $170 mil
Libro electrónico
El Kindle de Amazon es la mejor opción y el de la generación 11 destaca por su pantalla de alta resolución, iluminación frontal ajustable, resistencia al agua y larga duración de la batería. Es pequeño y liviano y cuenta con almacenamiento de entre 8GB y 16GB.
Precio: desde $ 499.000
Parlante resistente al agua
El JBL Charge 5 es el mejor del mercado y también. el más conocido. Tiene conexión bluetooth, batería duradera y un sonido incomparable. Su potencia es de 40W, es a prueba de agua y es ideal para el uso al aire libre.
Precio: $ 299.000
Ventilador USB
Aquí no hay una marca reconocida, pero el más popular es el Mini Ventilador Clip Recargable con USB. Posee 4 velocidades y tiene una rotación de 360°. Cuenta con batería recargable y puede durar hasta 12 horas en uso continuo. Su clip permite que se pueda colocar o agarrar de cualquier superficie y es muy silencioso.
Precio: desde $30 mil.
Power bank solar
La recomendación es la batería Gadnic de 15.000 mAh. Puede cargar otros dispositivos a través de cable USB-A, USB-C y micro USB y hasta tres en simultáneo. También permite carga inalámbrica con aparatos compatibles con esa tecnología. Posee además una potente linterna y una brújula analógica.
Precio: entre $98.500 y $123.000
Un mercado más grande
La flexibilización a las importaciones y la apertura de plataformas locales para hacer envíos internacionales le da a los consumidores argentinos una oferta más amplia de dispositivos tecnológicos.
Desde hace poco Mercado Libre comenzó a sumar a su catálogo productos de vendedores de otros países y en breve hará lo mismo la cadena de electrodomésticos Frávega. Ambas se suman a Amazon que flexibilizó sus envíos a Argentina con aranceles más bajos y límites de compras más amplios-. Así, aunque muchos productos aún son caros, se puede aspirar a conseguir más fácilmente un mayor número de productos, especialmente los que las redes sociales viralizan.
Obediencia, pobreza y castidad
Más de uno al leer la lista de mis recomendaciones debe poner la cara del meme de la mamá de la serie Malcom In The Middle cuando dice “¿Te parece que somos ricos?”.
Lo admito, muchos de los gadgets enlistados no son baratos, pero hay que verlos más como una inversión que un gasto.
Sé que el presupuesto familiar quizá no alcanza para todo, pero muchos de estos productos tienen algún descuento con tarjetas bancarias y la mayoría se puede conseguir en cuotas sin interés.
Sin embargo, para los que sientan que quedarán al borde de la pobreza con estas compras sugeridas, la otra opción es probar la abstinencia y el autocontrol con el celular durante el verano.
Se puede probar una desconexión voluntaria de las redes sociales y optar por el entretenimiento analógico como leer un libro impreso o hacer alguna actividad gratuita como dormir la siesta.
Lo importante es que en vacaciones cada uno encuentre una forma de descansar la mente y el cuerpo sin que la adicción al smartphone lo haga pecar de malgastar el tiempo libre.