Un estudio reveló que los neandertales siberianos que vivieron hace 60.000 años llevaban una dieta variada

Esta información fue obtenida de los análisis de restos dentales hallados en la cueva de Chagyrskaya.

Archivo AP
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Un estudio científico publicado este martes reveló que los neandertales de Siberia tenían una dieta variada, que constaba de diversos tipos de carne y una variedad de plantas.

Un equipo internacional, liderado por el español Domingo Carlos Salazar, concluyó que nuestros antepasados que vivían en esa zona inhóspita de Rusia supieron aprovechar limitados recursos de los que disponían.

Esta información fue obtenida de los análisis de restos dentales de hace entre 60.000 y 50.000 años hallados en la cueva de Chagyrskaya, en el macizo Altai del sur de Siberia.

“Esto quiere decir que se adaptaron bien”, señala Salazar, autor principal de esta investigación publicada en Journal of Human Evolution.

“Comían lo que podían. Lo que más consumían era caballo y bisonte porque eran también los animales más fáciles de cazar en una zona abierta como la estepa. Hay también otros como la cabra siberiana, pero en menor cantidad”, precisó Salazar.

La pieza estrella de la investigación es el resto de una mandíbula, de la que sólo saben que perteneció a un individuo adulto.

Sobre las características de la zona que habitaban, el investigador dijo: “Por la reconstrucción paleoambiental sabemos que hace 50.000 años había grandes zonas de estepa abiertas, con algunos parches arbolados, de bosque, con un clima frío y hostil”.

Se trata del primer estudio que documenta la dieta que seguían los neandertales del Este combinando el análisis de isótopos, que reveló que consumían gran cantidad de animales de caza, y la identificación, mediante microscopía óptica, de microrrestos de una variedad plantas en la dentadura y los cálculos del individuo al que pertenecía la mandíbula, informó diario El Mundo.

La cueva de Chagyrskaya en la que hallaron los restos neandertales analizados se encuentra a sólo 100 kilómetros de las cuevas de Denísova, donde se descubrió una nueva especie, la de los denisovanos, y en 2012 se encontró por primera vez un homínido híbrido de primera generación de dos especies distintas: una niña bautizada como Denny que era hija de una mujer neandertal y un hombre denisovano.

“La cueva está en una zona montañosa, en la que obviamente hay más vegetación que en la zona del alrededor pero se trata de un entorno muy hostil. Por eso nos ha sorprendido que se consumieran tantas plantas. Se adaptaron para obtener los recursos de la zona, tenían habilidad para hacerlo y lo hicieron”, señaló el científico.

La forma en la que se alimentaban refleja que su forma de adaptarse al entorno probablemente no fue una desventaja cuando competían con los humanos anatómicamente modernos.

“Ahora sabemos que los neandertales tenían arte o rituales de enterramiento, y hemos visto que se adaptaban perfectamente a su entorno, incluso cuando el territorio era hostil”, destaca Salazar.

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