Según expertos, los niños que reciben nalgadas de sus padres pueden llegar a sufrir trastornos mentales

Así lo expresaron médicos de la Academia Americana de Pediatría (AAP), que recomendaron que los padres practiquen formas saludables de disciplina, como el establecimiento de límites y la reorientación.

Imagen ilustrativa. Foto: Web
Imagen ilustrativa. Foto: Web

Muchos papás suelen recurrir a las nalgadas para disciplinar a sus hijos cuando cometen algún error. Sin embargo, expertos en el tema se oponen a este método porque, según ellos, no cumple con el “objetivo” de los padres.

En este sentido, los médicos de la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicaron un nuevo comunicado que dice que los padres “no deben usar el castigo corporal (incluidos los golpes y las nalgadas), ya sea enojados o como castigo o como consecuencia de la mala conducta, ni deben usar ninguna estrategia disciplinaria, incluido el abuso verbal, que causa vergüenza o humillación”.

Por qué no es bueno dar nalgadas a los hijos

El Dr. Robert Sege, autor principal de la declaración de políticas y pediatra del Hospital Flotante para Niños de Boston, aseguró: “En los 20 años desde que se publicó la política por primera vez, se han realizado muchas investigaciones adicionales. Ahora somos mucho más enfáticos al decir que los padres nunca deben golpear a sus hijos y nunca usar insultos verbales que humillarían o avergonzarían a los niños”.

En la declaración de política, la AAP definió el castigo corporal como “golpes no agresivos y abiertos con la intención de modificar el comportamiento infantil”. Las nalgadas se consideran una forma de este tipo de castigo, agrega la declaración.

El castigo corporal es “ineficaz a largo plazo”, afirman los autores.

Un pequeño estudio de 2014 citado por la AAP encontró que, en 10 minutos, el 73% de los niños que habían sido sometidos a castigos corporales “reanudaron el comportamiento por el que fueron castigados”.

Otro estudio citado por la AAP analizó a los niños nacidos en 20 ciudades de los EE. UU. Y encontró que el castigo corporal llevó a un ciclo continuo: las nalgadas hicieron que los niños volvieran a actuar más tarde, lo que resultó en más nalgadas.

Puede derivar en trastornos de salud mental

Las nalgadas y otras formas de castigo corporal están asociadas con niveles más altos de agresión en los niños en edad preescolar y escolar, por ejemplo, y con un mayor riesgo de trastornos de salud mental, como la depresión.

Este tipo de disciplina puede incluso causar cambios en el cerebro y con la cognición.

La declaración de la AAP citó otro pequeño estudio sobre adultos jóvenes que descubrió una relación entre la exposición prolongada a los castigos corporales severos y la reducción de la materia gris en partes del cerebro, así como la reducción del rendimiento en las pruebas de Coeficiente Intelectual.

En cambio, la AAP recomienda que los padres practiquen “formas saludables de disciplina, como el refuerzo positivo de conductas apropiadas, el establecimiento de límites, la reorientación y el establecimiento de expectativas futuras”, dice la nueva declaración de política.

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