Preocupación mundial por las altas temperaturas del mar Mediterráneo

La ola de calor en Europa ha afectado a los mares y océanos, en especial, al Mediterráneo. La temperatura de sus aguas subió de manera considerable y los científicos advierten por los daños en su ecosistema.

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Tan abrupto ha sido el cambio que los bañistas habituales de esta costa han notado la subida de temperatura a la hora de bañarse: el agua ya no es tan refrescante.

Una usuaria de Twitter llamada Fina Lorca Martínez expuso su consternación a modo de denuncia en la red social. “Viento de levante y mar Mediterráneo, el agua caliente. Quien niegue el cambio climático que venga a bañarse aquí, nunca he notado el agua del mar Mediterráneo como está ahora”, dijo.

Asimismo, el tuit de Fina ha encontrado respaldo en otros bañistas que notan “bastante diferencia”. Otra usuaria respondió “que lo de este verano es exagerado”.

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Posibles consecuencias

Como explican los expertos, las aguas están sufriendo olas de calor marinas. Y, al igual que las terrestres, estas también tienen consecuencias. Juan Jesús González insiste en que el Mediterráneo “es una de las zonas más sensibles del planeta al calentamiento global”.

Todo apunta a que cada vez será mas frecuente tener veranos con el agua a altas temperaturas, lo que causaría varios efectos adversos. Por un lado, favorecería el incremento de noches tropicales entre mayo y octubre, así como las condiciones para que se desarrollen gotas frías o DANAS y lluvias torrenciales de gran intensidad, detalla 20 Minutos.

Por otro lado, el miembro de WWF detalla que dentro de las amenazas está que el mar se convierta en “un caldo de cultivo para la proliferación de medusas y la llegada de especies invasoras que alteran los equilibrios del ecosistema”, lo cual ya ha empezado a efectuarse.

Además, suma que puede haber un incremento de “episodios de mortalidad masiva” de “especies clave” para el mantenimiento del funcionamiento y la biodiversidad, como de poblaciones de corales o la Posidonia oceánica, que almacenan veinte veces más CO2 que los bosques terrestres.