Desgarrador: la policía de Noruega halló en la costa el cadáver de un nene migrante y resurge el drama de Aylan Kurdis

El drama de los migrantes hacia Europa está lejos de cesar y la historia del pequeño Aylan Kurdi –el pequeño sirio-kurdo de 3 años que se ahogó en el Mediterráneo- se volvió a repetir.

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Y es que este lunes las autoridades de Noruega confirmaron la identidad del cuerpo de un nene de 15 meses, hallado en enero sobre la costa y que pudo ser identificado como Artin, y era uno de los 5 miembros de una familia de origen kurdo-iraní que partió casi un año antes de su lugar de origen para llegar a Europa.

Según lo detalla diario Clarín, la familia de Artin había partido el 7 de agosto de 2020 de Sardasht, al noroeste de Irán y buscaban llegar al viejo continente con la intención de terminar su travesía por varios países en Reino Unido.

La misma se componía de cinco miembros: Rasoul Iran-Nejad (35), el padre, Shiva Mohammad Panahi (35), la madre, y los niños Anita (9), Armin (6) y Artin. Todos embarcaron ilegalmente en un ferry que los dejó en Italia.

Luego, fueron trasladados por tierra hasta Francia donde quedaron durante un tiempo en un campo de refugiados en Dunquerque y el 27 de octubre se subieron a un pequeño bote en la costa francesa con rumbo a Inglaterra, el que se hundió al poco tiempo de zarpar de la Playa de Loon.

El dramático descubrimiento en Noruega

En ese accidente murieron la mayoría de los tripulantes y solo pudieron rescatar a 15 personas. El 1 de enero de este año, la policía noruega encontró el cuerpo de un nene que había muerto ahogado y sus restos habían terminado en la orilla de la ciudad de Karmoy. Como el país nórdico no es destino y está en la ruta de los migrantes, el hallazgo del pequeño cuerpo conmocionó a la opinión pública.

Luego, las autoridades iniciaron una investigación para determinar quién era esa pequeña víctima: nadie había reportado la desaparición de un menor y la indumentaria que tenía no se conseguía en Noruega. Por esto, la Policía tomó muestras de ADN que fueron cotejadas con una base de datos continental y la verdad salió a la luz: el ADN de Artin coincidió con el de unos cuerpos recuperados en la costa francesa tras un naufragio.

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La Policía noruega se puso en contacto entonces con Nihayat, una pariente lejana del niño que vive en Suiza y que se encargó de arreglar el papeleo para que el cuerpo del niño sea ahora repatriado a Irán, donde será enterrado con su familia.

La BBC publicó poco después del hundimiento los mensajes de texto que la madre de Artin, Shiva Mohammad Panahi, envió a una persona conocida. Le contaba que iban a subir a un pequeño bote para cruzar desde la costa francesa hasta la inglesa y reconocía que era peligroso pero que “no tenemos alternativa”.

Explicaba que no tenían suficiente para pagar a los traficantes para que los metieran en un camión de los que cruzan por el túnel del Canal de la Mancha o en el interior de los grandes ferrys.