El empleo privado registrado de Mendoza llegó a 15 meses consecutivos de caída, justo antes del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Aun no hay números oficiales que muestren con precisión lo ocurrido en el mercado laboral durante la cuarentena, pero es un hecho que la tendencia negativa se profundizó aun más en los últimos meses. Por lo pronto, las estadísticas del Ministerio de Trabajo de la Nación muestran que en febrero -de este año- se perdieron 4.578 empleos en la provincia, lo que representa una baja porcentual del 1,8%.
El número de la retracción (4.578 puestos de trabajo) surge de la comparación de los 252.082 trabajadores registrados en el segundo mes de 2019, con los 247.504 que se contabilizaron en 2020. De esta forma, se estiró la cantidad de meses consecutivos con números en rojo. De acuerdo a los registros del Gobierno, el empleo privado de Mendoza comenzó su mala racha en diciembre de 2018, cuando sufrió una retracción del 0,4%. A partir de entonces, el mercado laboral ya no volvió a crecer y todo indica que, por ahora, la tendencia negativa se mantendrá.
Si bien el Gobierno Nacional prohibió los despidos por 60 días (abril y mayo), la mayoría de los sectores tuvo actividad nula y miles de empresas suspendieron total o parcialmente a su personal. Incluso ahora, que el aislamiento comenzó a flexibilizarse, muchos rubros comenzaron a funcionar a "media máquina" y las expectativas de contratación de nuevos puestos de trabajo son prácticamente nulas.
A eso se le debe sumar la situación de los sectores estacionales, que en un escenario normal, suelen ser muy dinámicos a la hora de sumar personal. Es el caso del turismo, que la temporada invernal 2019 contrató a mucho personal temporal, en lo que fue un año récord para la actividad turística en Mendoza. Este año, en cambio, no habrá ningún movimiento en ese sentido y la caída no tardará en notarse en las estadísticas. En resumen, la pandemia profundizó una crisis que ya golpeaba con fuerza al mercado laboral mendocino y garantizó la continuidad de una racha de 15 meses consecutivos con resultados negativos.
El contador y asesor técnico del justicialismo provincial, Nicolás Aroma, explicó: "El motivo principal de la contracción del empleo privado registrado, sin duda, es la fuerte caída de la actividad económica, la recesión que golpeó a todos los sectores productivos de la provincia. Es decir, la tasa de destrucción de empleo local es más alta que la de país. Mendoza siempre se caracterizó por estar lejos de los niveles de desempleo de la media nacional. Esto ya no pasa y hay muchos factores locales que hacen que el desempleo tenga una dinámica propia".
Cómo recuperar el empleo
Al proyectar un futuro cercano hay más dudas que certezas, pero los economistas aseguran que hay varios caminos posibles que pueden llevar a la provincia a quebrar la recha negativa y a apuntalar una recuperación del empleo. La terea será difícil y se apoya en el financiamiento para potenciar la actividad productiva, "es difícil imaginar una reactivación del empleo hasta que no se equilibre la economía vía la reducción del déficit fiscal. El sesgo antieconómico en la gestión de la pandemia a nivel nacional ha profundizado los efectos de la recesión", sostiene el economista Carlos Rodríguez.
"Hasta el que la economía no recupere un nivel de funcionamiento cercano al normal, va a ser difícil que se generen puestos de trabajo. Las empresas tienen problemas para pagar sueldos y están tomando créditos o subsidios del gobierno. Con cuarentena, lo que hay que tratar es que la caída del empleo en blanco sea mínima. Con eso ya estamos haciendo un buen partido. Por eso todas las políticas nacionales de protección del empleo deben estar dirigidas a eso, a que el empresariado no ajuste disminuyendo sus plantillas", sostuvo el economista Sebastián Laza.
“Después habrá que plantearse cómo generar más empleo privado cuando la economía vuelva más a la normalidad. Ayuda en parte la prohibición de despidos y la doble indemnización. De alguna manera las empresas buscan la forma de aguantar. La excepción son los sectores que han crecido de la mano del coronavirus, como el sector TIC, que ha tomado relevancia con el comercio en plataformas digitales. No sé si sea suficiente para dinamizar todo el mercado laboral completo”, agregó el asesor de gobierno.
Por su parte, Aroma destacó: "Si tengo que reconocer un problema particular en Mendoza, es que no tiene política de financiamiento. No tiene cómo canalizar los recursos hacia la inversión. No tiene una herramienta financiera para el desarrollo. Mendoza tiene un enorme potencial que no puede aprovechar sin un apalancamiento al sector productivo".
Sobre la posibilidad de reactivar el empleo tras el parate obligado por la cuarentena detalló: "La situación es compleja y extraordinaria, por eso la Provincia necesita medidas más agresivas en el plano productivo y financiero para que la caída en el empleo no sea irrecuperable. Mendoza necesita inyectar a las pymes y al sector productivo un volumen de crédito muy por encima de lo que lo está haciendo. Necesita un cambio de prioridades y para poder llevarlo a cabo tiene que tomar decisiones estructurales respecto de la Deuda pública. Si reestructura, en cuatro años, tiene más de 90.000 millones de pesos que se liberan en 4 años".
Por último, la economista Carina Farah, comentó que la pérdida de empleos en Mendoza, tiene por principal explicación la recesión económica local. "La provincia ha sido muy vulnerable a la crisis y también nos afecta mucho lo que pasa en los mercados internacionales. Gran parte del PBG es explicado por las exportaciones, razón por la cual cualquier retracción en términos de comercio internacional", aseguró.
Mientras que a la hora de platear un escenario para recomponer el empleo, Farah agregó: "Mendoza tiene una crisis de deuda muy importante, el famoso roll over que pedía el gobernador en la última ley de presupuesto. Mendoza tiene una situación tan complicada como la nación para refinanciar sus deudas en el largo plazo, cada aumento del dólar hace más pesada la carga y ese es un factor que también repercute a la hora de planear una reactivación".