Semáforo del enojo: la técnica que ayuda a los niños a “gestionar” sus frustraciones

Desde la psicología nos proponen una serie de estrategias para elaborar con los más chicos, y en familia, el inmenso impacto de pasar casi dos años de la infancia atravesando una pandemia.

Al igual que un auto frente al semáforo en rojo, las personas también podemos detenernos ante algo que nos enoja y tomarnos un tiempo para pensar, sin necesidad de reaccionar. Ilustración: Hugo Horita.
Al igual que un auto frente al semáforo en rojo, las personas también podemos detenernos ante algo que nos enoja y tomarnos un tiempo para pensar, sin necesidad de reaccionar. Ilustración: Hugo Horita.

En estos tiempos de grandes cambios, resulta primordial atender y acompañar las emociones de nuestros hijos e hijas.

Desde que se declaró la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020, posiblemente el ánimo de los más chicos haya fluctuado muchas veces, atravesando momentos de irritabilidad o de frustración a raíz de las alteraciones de sus rutinas.

Y a sus emociones, sin duda, hay que sumarles las nuestras, de las personas grandes, que por momentos nos sentimos colapsadas y sin energía para contenerlos de la mejor manera.

Por eso debemos tener en cuenta que ellos, sobre todo los más pequeños, a diferencia de nosotros, no cuentan todavía con herramientas internas para gestionar sus emociones de una manera más sana y asertiva, por lo que nuestra guía será fundamental en el desarrollo de dichos recursos.

Estrategias para acompañar a hijas/os:

  • Ayudarlos a expresar sus emociones, facilitándoles actividades lúdicas como, por ejemplo, pintar o dibujar para canalizar sentimientos.
  • Propiciar espacios de comunicación para conversar sobre las necesidades y emociones de cada integrante de la familia. Estas charlas ayudarán a que los chicos comprendan que sus seres queridos también tienen días en que están enojados o tristes, pero que ponen en práctica ciertos recursos para gestionar eso que sienten.

Ante situaciones de enojo, podemos pensar juntos posibles recursos que nos ayuden a gestionar esta emoción:

  • Respirar profundamente. Esta técnica puede ir acompañada de ilustraciones que los ayuden a asimilar mejor la idea. Por ejemplo: “Respiramos como un globo”.
  • Técnica del Globo: “Tomando aire, inflar la panza como si fuera un globo y con la mano voy contando hasta cinco mientras largo el aire”.
  • Técnica del semáforo del enojo: Podemos dibujar un semáforo y contarles que, así como los autos deben frentar al prenderse la luz roja y esperar, lo mismo podemos hacer cuando estamos enojados; es decir, no reaccionar de manera inmediata.

En este contexto de pandemia, debemos regular nuestras expectativas en cuanto al rendimiento escolar de chicas y chicos, y priorizar ante todo su salud mental.

El estrés puede manifestarse de múltiples formas, a través de cambios en el comportamiento de la niña o el niño, irritabilidad, alteraciones del sueño (dormir poco o demasiado) o la alimentación (comer poco o demasiado), malhumor, abandono de actividades que antes gustaban o expresando preocupación de forma rutinaria.

El estrés también puede expresarse con síntomas físicos, como dolores de cabeza o de estómago. En estos casos, es importante llevar al niño al pediatra para descartar causas orgánicas, y si los síntomas de estrés persisten, pedir asesoramiento a un psicólogo terapeuta.

Por otra parte, como adultos responsables también debemos cuidar y preservar nuestra propia salud mental, ya que seremos el ejemplo que seguirán nuestros hijos e hijas al momento de escuchar sus propias emociones.

* Licenciada en Psicología (MN 64105) y cofundadora de JUEGOlogía. juegologia@hotmail.com @juegologia Contenido exclusivo de revista Rumbos.

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