Cómo hizo Gimnasia para cambiar su forma de trabajo y estar a un puñado de partidos de Primera división

Desde hace dos temporadas, el Lobo cambió drásticamente su forma de trabajo y la conformación de su plantel. Hoy apuesta por la juventud, el hambre de gloria y el sentido de pertenencia. Los resultados lo acompañan. Sobran motivos para ilusionarse.

El Lobo del Parque mantiene intacto el sueño de dar el salto de categoría. / @GimnasiaMendoza
El Lobo del Parque mantiene intacto el sueño de dar el salto de categoría. / @GimnasiaMendoza

Si tenemos en cuenta los números fríos, el Lobo del Parque está a cinco partidos de llegar a la máxima categoría del fútbol Nacional. Llámese Liga Profesional de Fútbol, Primera división, Superliga, etc. El triunfo en calidad de visitante por 3-1 ante Deportivo Riestra por la tercera fecha de la zona Campeonato lo metió de nuevo en los puestos de vanguardia. Está en el tercer escalón a tres puntos de Atlético Rafaela, único líder y rival del Mensana en la quinta fecha. Es clave un triunfo ante Tigre el próximo lunes.

Recordemos que el primer equipo de la zona clasifica para jugar una final por el primer ascenso directo. El segundo, ingresará directamente a la zona de semifinales por la llave eliminatoria del segundo ascenso y los clubes que terminen del tercero al octavo lugar jugarán la etapa eliminatoria por el segundo ascenso desde el inicio.

El camino del Mensana a la gran final

FECHA 4: vs. Tigre (local)

FECHA 5: vs. Atlético Rafaela (visitante)

FECHA 6: vs. Villa Dalmine (local)

FECHA 7: vs. San Martín de Tucumán (visitante)

Sobran chanches para ilusionarse con el ascenso del equipo de Diego Pozo. Sin embargo, lo destacable de este presente de Gimnasia y Esgrima es la continuidad de un proceso de trabajo. Algo inusual en el fútbol argentino y más en una categoría como la Primera Nacional.

De los 16 jugadores de los “Pitucos del Parque” que pisaron el campo de juego de Deportivo Riestra, 10 tienen como mínimo dos años en la institución. Tarde o temprano, mantener una base de nombres y con el mismo estilo de trabajo, te permite cosechar buenos dividendos. El trabajo del Lobo del Parque está dejando su huella, cada paso que brinda es vital. Obvio, tiene algunos tropezones, como fue el partido con Sarmiento de Junín en su cancha. Y los tiene que tener. Es un equipo que combina juventud con experiencia. Y los jóvenes son los que predominan en el plantel. Por esta razón, en cada derrota, en cada cachetazo, se aprenden cosas y situaciones nuevas.

El actual Gimnasia y Esgrima de Mendoza está lejos de las grades luces, espectáculos, nombres rutilantes, apellidos con historia, sueldos extravagantes. Hoy, la forma de trabajo y selección de jugadores cambió drásticamente. Se buscan jóvenes con talento y con hambre de gloria principalmente. Y como plus, se genera un sentido de pertenencia único con la institución. Un ejemplo claro, Tomás Giménez con 22 años, arquero titular y que debido a la pasión de su padre y su familia, aprendió a caminar en las escaleras del estadio Víctor Legrotaglie. Y con 10 años comenzó a atajar en las infantiles del club. Caso similar al de Tadeo Marchiori. El sentimiento y el paladar Blanquinegro están en sus respectivos ADN.

El equipo de Diego Pozo mostró un funcionamiento que rozó la perfección en el estadio Guillermo Laza ante un equipo “poderoso” como Deportivo Riestra. Gran candidato al ascenso.

Y… ¿por qué ganó el Lobo? Porque tuvo sapiencia en los momentos claves del juego. A los 2 minutos del primer tiempo perdió a un tipo como Renzo Vera (inestabilidad en la rodilla), dueño de la defensa y la voz de mando. Ingresó Franco Meritello, quien respondió con creces y jugó con una solvencia admirable, más allá de algunos desajustes defensivos típicos de cada partido.

En el inicio del segundo tiempo, apareció Ramón Lentini y no falló en la definición. Tenía que tocarla en la puerta y lo hizo. Chau mufa. Cuando Riestra intentó reaccionar y llevarse al Lobo por encima, un contragolpe perfecto terminó con el 2-0 de Santiago López tras una excelente maniobra individual. ¡Golazo!

Pero Riestra llegó al descuento y cuando parecía que lograba el empate, apareció Tomás Giménez, una muralla. Sin dudas, la gran apuesta del club y de Diego Pozo tras la partida de Tomás Marchiori a Atlético Tucumán.

Y sobre el final, llegó el golpe de nocaut. Aguantó el Lobo enhebró una jugada colectiva fantástica que construyó Tadeo Marchori y culminó Fernando Cortes, todos juveniles del club.

Imposible no ilusionarse. Los números avalan cualquier tipo de sueño. Gimnasia tiene nombre y apellido en la categoría. Construyó una identidad y la defiende con juego, coraje y proyección. Pero más allá del resultado actual, el Lobo del Parque tiene una base sólida, cimientos, estructura y su huella deportiva, queda marcada en cada partido.

Los números son fríos, entonces, por qué no ilusionarse con un Lobo en la máxima división.

La antigüedad en el club de los jugadores del Lobo que estuvieron ante Riestra

Tomás Giménez (11 años en el club)

Franco Carrasco (2 años en el club)

Lucas Carrizo (1 año y medio en el club)

Diego Mondino (3 años en el club)

Renzo Vera (1 año y medio en el club)

Oscar Garrido (2 años y medio en el club)

Santiago González (1 año en el club)

Marcos Gelabert (primera temporada en el club)

Santiago López Garcia (2 años en el club)

Cristian Llama (un año en el club)

Ramón Lentini (un año en el club)

Franco Meritello (4 años en el club)

Brian Zabaleta (2 años y medio en el club)

Ignacio González (3 años en el club)

Fernando Cortes (2 años en el club)

Tadeo Marchiori (11 años en el club)

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