Gabriel Dabanch: “Mi mejor momento deportivo fue en Holanda”

El hockista mendocino Gabriel Dabanch dejó la actividad profesional en el Junior FC, de Barcelona, luego de vestir las camisetas de los más grandes clubes de España, Países Bajos y Bélgica; además de la selección española.

Gabriel Dabanch
Gabriel Dabanch

Los hinchas de Leonardo Murialdo aún sueñan con verlo retirarse de la actividad hockística con la camiseta amarilla, esa donde creció y no llegó a debutar en Primera. Sin embargo, no hay certezas, aun cuando el propio protagonista deje la puerta abierta al deseo canario. Por estas horas, Gabriel Dabanch, delantero surgido en la cantera de Villa Nueva y de prolífica carrera en el continente europeo, tomó la decisión de cerrar su etapa deportiva profesional. Sin embargo, hay una luz de esperanza: “Tal vez en algunas vacaciones de verano europeo vaya a Mendoza y juegue un par de partidos, porque es la gran espina que tengo clavada en el corazón: no poder retirarme habiendo jugado algún partido con el club me vio nacer como hockista”, expresó desde Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, donde reside actualmente, el mendocino. Y casi de inmediato, da paso a una anécdota que le saca sonrisas: “Debo ser el único jugador que se retira de su actividad deportiva desde un sillón en el living de casa. La temporada en España no terminó por culpa de la pandemia. Mi último partido fue ante el Atlètic Terrassa, con derrota 2-1, aunque al menos me retiré con un gol”.

Gabriel Dabanch
Gabriel Dabanch

-¿Cómo fueron tus comienzos?

-Empecé tarde a jugar. Siempre estuve vinculado a Leonardo Murialdo y mi mamá nos acercó al mundo del hockey césped. De chico iba ver a jugar a mis padres, Emi Nasrala y Jorge Dabanch, y era la mascota del club. Con diez años empecé en Villa Nueva y tuve como compañeros a Sebastián Sánchez, Franco Médici, Gaby Herrera, los hermanitos Franco… Era un equipazo y en ese entonces peleábamos los torneos con Vistalba. A los 12 años llegó el viaje a las Islas Canarias y a los 15 debuté en Primera, en el UD Taburiente, ante el RC Polo, donde jugaría unos años después.

La carrera de Gabriel ha estado cubierta de grandes hitos y clubes; en todos ellos dejó su sello goleador y su talento innato. Luego de su debut en Taburiente, llegó el turno de dos años en la Real Sociedad de Tenis de Santander. Luego llegaría uno de sus pasos más importantes: Real Club de Polo, Barcelona. “Es un club con mucha historia y títulos. Estuve entre 2007 y 2012, donde tuve a mi viejo como entrenado, tres años. Me exigía más que a los demás. Luego llegaría mi decisión de irme a Bélgica, al Royal Antwerp. Después pasé por Holanda, que es la liga más competitiva del mundo, vistiendo la camiseta del Oranje Zwart. Era el mejor equipo del mundo en ese momento y estuve dos años ahí. Holanda es una competencia top y allí tuve mi mejor momento deportivo. Luego retorné a Bélgica, al Royal Leopold de Bruselas. En el 2016 quedé fuera de la selección española que se preparaba para los Juegos Olímpicos de Río de aquel año y fue un golpe duro; no lo esperaba. Fue entonces cuando me desconecté del hockey por diez meses y me fui a vivir a Australia”, cuenta, atrapando recuerdos al vuelo con una velocidad que sorprende.

-El amor por el hockey césped fue más fuerte y retomaste…

-Sí. Volví a España y me integré al Junior FC, club en donde me retiré este año.

-¿Cómo fue trayectoria con la selección española?

-Debuté en la sub 16, en el 2003, y desde ahí dispute todos los torneos sub 18 y sub 21. Mi debut en el seleccionado mayor fue en 2009, ante Polonia, en el campeonato de Europa, en Ámsterdam, con 21 años. Desde entonces jugué varias competencias: Copas del Mundo, Champions Trophy, Ligas Mundiales y torneos de Europa. Tengo 98 partidos internacionales con España.

En su paso por los Reds Sticks, como se conoce al seleccionado español de hockey césped, consiguió el subcampeonato en el Champions Trophy y campeón de Europa con la sub 21. Su última participación con el combinado ibérico fue en 2016, contra Alemania, en la ciudad de Valencia.

“Tuve más éxito a nivel clubes: con el Tenis de Santander ascendimos a División de Honor; con el Polo ganamos una Liga y una Copa del Rey. Y cuando estuve en Holanda, fue donde más satisfacciones deportivas tuve: gané dos ligas holandesas y la EHL, que es como la Champions League del hockey césped”, contó.

-Sos uno de los pocos jugadores de hockey del mundo que disputó la EHL con diferentes camisetas…

-En total, jugué nueves temporadas en esa competencia. Con el Polo, Royal Leopold, Oranje Zwart y el Junior. He jugado 35 partidos en la EHL y tengo el honor de ser el quinto máximo goleador de este torneo en su historia, con 25 tantos. Me enorgullece, porque tengo varias estrellas mundiales por debajo de mí en esa tabla. Y otros por arriba, claro (risas).

-¿Cómo has vivido la cuarentena ahí en España?

-Nos agarró a mitad de temporada y el torneo se suspendió. Tenía claro que este sería mi último año como profesional, aunque mi idea era retirarme en un partido importante. Sin embargo, lo tuve que hacer desde el sillón de mi casa.

-¿Qué te dejó el hockey?

-Mi vida está muy ligada; me ha dado mucho y estaré eternamente agradecido al deporte y a mi familia, por haberme inculcado la pasión por el hockey. Aprendí mucho de mi viejo y estaré siempre agradecido a él, a mi mamá y a toda la gente que formó parte de mi carrera.

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