Marco García, el mendocino campeón mundial que aprendió a boxear con tutoriales de YouTube

Es malargüino y tiene 20 años. Su historia y lo difícil que se le hace proyectar su carrera. Reveco, su gran inspiración.

Marco García, único campeón mundial que tiene Mendoza en la actualidad.
Marco García, único campeón mundial que tiene Mendoza en la actualidad.

Sentado en la primera fila del ringside del polideportivo de Malal Hue, viendo a “Cotón” Reveco defender el título Mundial, descubrió que el boxeo sería inevitablemente su mundo. Marco García, en aquel entonces contaba con 10 años, fascinado con lo que sus ojos estaban viendo sobre un cuadrilátero le dijo a su padre Guillermo, quien estaba a su lado: “Yo quiero ser como él”.

A sus 20 años, “Kid Dinamita”, como lo apodan, con el tiempo ha ido cambiando sueños e ilusiones por realidades, porque a 10 años de lo que le susurró a su padre, empezó a escribir su propia leyenda y se convirtió en el segundo boxeador en la historia del boxeo malargüino en consagrarse campeón mundial. Marco, monarca ecuménico juvenil de la categoría mediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), título que conquistó, tras destruir en el primer round, al boliviano Walter Roca Rivero por nocaut técnico.

Este boxeador tiene una historia muy particular. Atípica para el boxeo. Principalmente en su formación y de la manera que lo fue desarrollando, porque es más producto de los tutoriales de Youtube, que de un gimnasio. Así se define, este fajador nato, que sueña a lo grande. “Estoy feliz y disfrutando con la familia, de todo lo hermoso que me está pasando con el boxeo, donde la familia es lo más importante para mí. Son los que han estado y estuvieron y, poder festejar con ellos cada paso que damos, me pone feliz”, señala Marco. Y dice: “Viste que todos los boxeadores tienen un equipo, bueno, el mío es mi vieja y mis hermanos. Mi equipo es mi familia”.

Su papá, Guillermo García, fue boxeador y llegó a combatir en una oportunidad, pero su vida siempre estuvo relacionada a este deporte. De allí, la pasión. Marquitos cuenta que a los 12 años comenzó con el sueño de ser profesional junto a su padre, pero no en un gimnasio, aprendiendo con los tutoriales de Youtube. La pasión es tan familiar, que hoy la hermana menor del campeón, Lucía García, también es boxeadora y una gran promesa.

-¿Cómo fue que comenzaste con el boxeo?

-Es una historia loca. Aprendimos viendo en Youtube, es la pura realidad (ríe). Somos unos locos. El boxeo nos apasionó siempre, pero si hablamos de técnica o cosas así, no teníamos idea. Obviamente, después nos fuimos especializando y eso fue cuando entré a la Selección Argentina. Así le pude dar una mano más grande a mi viejo, para enseñarle a él y aprender yo. Hicimos todo a pulmón. Hemos sido como ratitas de experimentos de nosotros mismos, más allá de que veníamos los boxeadores que nos gustaban y tratábamos de hacer un poco de todo. Es algo que planificamos durante años, hasta que le pegamos en el estilo que queríamos y con el cual ganamos nacionales, llegué dos veces a las finales en los Juegos Evita, salí campeón y subcampeón en Córdoba y subcampeón en la FAB (Federación Argentina de Boxeo).

Marco García es campeón mundial juvenil de la OMB.
Marco García es campeón mundial juvenil de la OMB.

-Triunfos que te llevaron a la Selección Argentina.

-Sí, y además, en la Selección pude sumar experiencia, pero tuve la facilidad de aprender rápido lo que me enseñaban y eso se lo trasmití a mi viejo. Hoy, Gracias a Dios, los dos sabemos y se nos hace todo más fácil; el dirigiéndome y yo resolviendo arriba del ring.

-De la manera que fueron aprendiendo, también fue un gran riesgo el que asumieron.

-Lo sabemos. Estábamos locos (vuelve a reír), pero a nosotros nos gustó siempre el boxeo. Hoy tratamos de transmitir en cada pelea que hacemos, esa emoción arriba de un ring y me gustaría que la gente pudiese identificarse con eso, cuando nos ve boxear. Siempre queremos dar un gran espectáculo.

-Sos un noqueador, naturalmente, un boxeador que arriesga.

-Arriesgamos en el mejor de los sentidos. Lo hacemos inteligentemente, no para que nos vayan a voltear. Ya tuvimos años de experimentos, como digo yo, de ratitas de laboratorio, pero a esta altura tengo un buen nivel en el plano nacional. Para el internacional, nos falta. Estoy sexto en el ranking argentino de mi categoría y soy campeón mundial juvenil con 20 años. Soy un boxeador que va al frente, con mucha defensa. No voy al cruce ni al tome y traiga, si fuese así, ya me hubieran volteado hace rato.

-No te duró nada tu último rival.

-Estaba súper entrenado. Y, cuando te hablaron del título del mundo, sentía que tenía un poder. Tuve una gran preparación. Corría 20 kilómetros por día en subidas. Sentía aire en los pulmones para tirar 20 rounds.

-¿Solamente boxeo?

-Exactamente, cien por ciento me dedico al boxeo. Entreno, descanso, descanso y entreno. Esos son mis días en Malargüe. Dejé la escuela y aposté todas mis fichas a esto. Dejé todo y Gracias a Dios siempre me dio buenos resultados.

Marco y su padre Guillermo, en un momento de relax tras consagrarse campeón ecuménico de la OMB.
Marco y su padre Guillermo, en un momento de relax tras consagrarse campeón ecuménico de la OMB.

-Tu preparación es exclusivamente en Malargüe

-Sí, pero cuando tengo que hacer sparring me voy a Buenos Aires o traemos algunos sparring a Malargüe.

-¿Tienen gimnasio propio o dónde entrenan?

-Mis viejos tienen una despensa y de eso vivimos, pero mi papá se dedica todo el tiempo al boxeo, a entrenarnos a mí y a mis hermanos. Somos tres los que nos dedicamos al boxeo. Tenemos un gimnasio propio en mi casa. Ahora estamos pensando con mi papá en ver cómo empezamos a trabajar con un preparador físico.

-¿Tienen algún tipo de apoyo o se mueven solos?

-Siempre hemos hecho todo a pulmón. Ahora nos está ayudando la Municipalidad de Malargüe, pero todo lo demás lo hemos hecho solos.

-Vos y Juan Carlos Reveco son los grandes campeones que ha tenido Malargüe. ¿Lo conocías a Cotón?

-Sí, pero no tenemos ningún tipo de relación. En su momento se comunicaba más con mi papá, cuando yo estaba en la Selección.

-¿Lo viste pelear alguna vez a Reveco?

-Fue mi gran inspiración. Vengo de la misma tierra que él, desde abajo y haciendo todo a pulmón con mi viejo. Cuando Juan Carlos peleó en el Polideportivo de Malargüe contra un mejicano, yo era un niño, tenía 10 años y estaba en la primera fila y le dije a mi viejo: “Yo quiero ser como él”. Es un groso, un referente de todo. Empecé el boxeo gracias a él. Ha sido tres veces campeón del mundo y, para mí, pase lo que pase con él ahora, sigue siendo un gran campeón mundial y eso no me lo quita nadie. Me hubiese gustado hacer algo juntos acá en Malargüe.

Cómo sigue su año profesional

Kid Dinamita contó que tiene varias propuestas, pero que ahora prefiere “descansar para volver con más pilas a la rutina”. Una de las posibilidades que se maneja tiene que ver con un combate en Malargüe, aunque no es seguro. “Será una pelea tranqui”, dijo Marco, quien sueña con jornadas históricas en los Estados Unidos.

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