Juli Benedetti, con la misma pasión y otros objetivos

Cómo soportar el aire quieto de la nada de un claustro inevitable, si en la mente atormenta la necesidad desesperada de volver a sentir aquellas sensaciones de brisa, perfumes a jarilla y otras hierbas de esta tierra. De la frescura de la mañana, aunque el sol resquebraje la piel por la sequedad del desierto. Y de las colinas con sus pendientes y senderos a los que vale la pena cada esquivo de cactus para no ganarse algún rasguño. O disfrutar de ese espectáculo majestuoso de cumbres con naranjas de un amanecer encantado, cuyo silencio es el canto más bello de la creación.

Sensaciones compartidas por quienes disfrutan la naturaleza, donde destacan runners y ciclistas. Y en este último caso, destaca la joven Julieta Benedetti, especialista de ruta, pista y mountain bike. Ella asiente cada palabra por “la necesidad única de libertad”.

“Quienes hacemos este deporte buscamos esto, además de la competencia. Son experiencias con la naturaleza”, explicó la adolescente de 16 años; quien agrega: “amo el ciclismo en todas sus formas. Subir la montaña, disfrutando el ambiente, prestando atención al terreno para no cometer errores. Después bajar por los senderos, esquivando piedras y haciendo bajadas técnicas, es una adrenalina hermosa”.

En cuando a ruta y pista, “la adrenalina que te da la velocidad es insuperable. Las técnicas para correr, ir prestando atención a la dirección del viento, son detalles que nunca me imaginé que existían. Poco a poco voy experimentado más cosas en la especialidad”, expresó.

El gym en casa y breves trabajos con rodillo (permiten hacer fija a su bicicleta) ayudaron mientras debió atravesó el tiempo de cuarentena. Pero “quería salir”. "Y hubo momentos de bajón tras saber que este año no íbamos a correr. Pero entendimos que no había que perder la mira, sólo ajustarla para el año que viene con otros objetivos”.

Fue así como hace un tiempo, Julieta tomó su bicicleta, su casco y protectores y volvió a rodar por los senderos elegidos de “Chacras y el Frías”.

“Allí hacemos prácticas de montaña. Son salidas variables, de entrenamiento duro, pero disfrutables. En ruta solemos ir por el Dique Potrerillos u otros caminos de tierra”, amplió.

Actualmente entrena bajo las indicaciones de Gustavo Alaria, con quien ahora “estamos saliendo a pedalear, haciendo fondo para mantener el nivel pese a no saber cuándo vuelven las competencias. Por ahora seguimos disfrutando de subirnos a la bici. Él es quien lleva todo mi plan y, sea o no jornada pesada, siempre le busca la forma divertida a todas las salidas”.

Benedetti tuvo una 2019 brillante en cuanto a sus logros competitivos. Ganó el ACROS de San Juan, el Argentino XCO en Termas de Río Hondo y el Trasmontaña de Tucumán, además del oro en los Juegos Evita y el tercer puesto en los Binacionales. También se quedó con el tercer lugar en el Argentino 2020, en Formosa, y cuando todo venía con impulso para repetir o mejorar los éxitos del anterior año, el coronavirus sorprendió al mundo.

Esa sensación que sintió al leer su nombre en la lista de preseleccionados para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2022, desapareció cuando leyó sobre su cancelación. Es que su reprogramación para 2026 la dejó sin chances de integrar la delegación argentina. “No me dará la edad”, dijo. Sin embargo, casi de inmediato buscó nuevos objetivos: los Juegos Olímpicos de París 2024. “Tendré 19 años. Seré un poco joven, pero tendré tiempo para enfocarme y hacer todo lo posible para estar ahí”, confió.

Los tres años por delante le darán un tiempo prudencial para crecer y seguir progresando arriba de la bicicleta. Hoy, la mendocina, compitiendo en juveniles, y con nuevos desafíos, siente que está en una etapa de transición, donde hay “más exigencias, distancias, cantidad de rivales a nivel local, nacional e internacional”.

Pese a los torneos suspendidos y la incertidumbre por futuras competencias, la perseverancia pudo más. Es que de esa virtud se alimentó Benedetti, además de su talento, para volver al ruedo, aprovechando el hermoso escenario del piedemonte mendocino. Con dos horas y medias diarias de práctica, esta joven ciclista mira hacia un horizonte prometedor.

Incansable, Julieta ve su futuro en los altos niveles del ciclismo internacional. En su agenda, se destaca el Mundial (en fecha a confirmar) y torneos argentinos como ACROS y Trasmontaña, que marcarán el camino al sueño máximo: Paris 2024. “Entre los grandes objetivos para el año que viene, está la búsqueda de sponsors para la Copa del Mundo. Por ahora solo cuento con la ayuda de mis padres y eso no alcanza”, recalcó.