Independiente Rivadavia necesita dirigentes con amor por la camiseta azul, no por su gestión ni sus apellidos

Fernando Colucci no presentará su lista para las próximas elecciones y todo indica que Carlos Castro será el nuevo presidente con el apoyo de un grupo inversor. Ojalá arranque una nueva historia, con la camiseta por delante. Basta de egos y salvadores solitarios, que tanto daño le causaron al club.

Frente e ingreso a las instalaciones del Club Sportivo Independiente Rivadavia, ubicado en el parque General San Martin de Ciudad. / José Gutiérrez
Frente e ingreso a las instalaciones del Club Sportivo Independiente Rivadavia, ubicado en el parque General San Martin de Ciudad. / José Gutiérrez

Figurita repetida. Directivos o pseudosdirectivos de la Lepra tirándose munición gruesa por las redes sociales o por cuanto micrófono esté enfrente. Acusaciones, dimes y diretes. Que yo pongo, que vos no ponés, que yo hice, que vos no hiciste, que esto sirve, que aquello no, etc.

Es inentendible que un club como Independiente Rivadavia, con la cantidad de simpatizantes que arrastra a la largo de su historia, siempre termine quedando a la deriva. Sin dudas, un problema de egos. En la Lepra, es más importante la GESTIÓN O EL APELLIDO DE UNO, que los colores y la camiseta del club. ¿Tan difícil es ponerse de acuerdo? ¿Es muy complicado poner los intereses del club, la camiseta, la institución, sobre los intereses y negocios particulares?

En caso de que la respuesta fuese afirmativa, ya está la razón por la cual el club Independiente se acostumbró a subsistir con un respirador artificial durante las 24 horas del día: SUS DIRECTIVOS NO SON HINCHAS DEL CLUB. NO AMAN LA CAMISETA. NO SON SIMPATIZANTES GENUINOS. Porque, cuando vos querés una institución, estás siempre: en las buenas y en las malas (como se canta en la tribuna). Porque si el club está en la situación actual, sin rumbo, llegó el momento de arremangarse y ponerse a laburar todos juntos. OTRA OPCIÓN NO CABE. El hombre que tiene vocación de servicio, de gestión y quiere ser dirigente, tiene que estar siempre. No tiene perdón, si se aleja y critica desde la otra vereda. Y es lo que sucede en el club de avenidas Las Tipas, año tras año.

Y el que tiene que reaccionar es ¡el hincha de Independiente! El que infla el pecho y canta a los cuatro vientos: “Soy hincha del más grande y del más popular”… ¡Si viejo! Tenés que hacerte socio. El club te necesita. En la actualidad, no más de 80 socios pagan la cuota cada 30 días. Dato para recordar: en las últimas elecciones, en las cuales, el Dr. Ignacio Berríos se proclamó presidente, sólo fueron a votar ¡33 socios! ¡De qué grandeza me cantás! Llegó el momento de demostrarlo.

Con la confirmación de que la lista de Fernando Colucci no se presentará en las próximas elecciones, queda el caminado libre para que Carlos Castro se convierta en el próximo presidente de la institución, acompañado por Jorge Pujol y Pablo López, ambos vicepresidentes. Sin embargo, el que manejará todo el fútbol será Marcelo Straccia, quien acerca un grupo inversor y él será el entrenador del equipo de primera división. Y ¿Matías Minich? Bien gracias, hasta luego. Un DT joven, con sangre Azul, que hizo su carrera como jugador y DT en los pasillos del club. Un tipo que tuvo trabajar durante meses con un plantel que le debían varios meses de sueldos e hizo magia para mantenerlos motivados y con ganas de luchar por la camiseta del club. La que muchas veces, los directivos, dejan de lado por intereses propios.

Y arrancaron con la ¡gestión nomás! Porque en este momento, los teléfonos de los jugadores explotan. Esos mismos teléfonos que se cansaron de mandar mensajes o llamar al club para saber si podían ir a recibir un pago para hacerle frente a los gastos diarios como comida, impuestos, alquiler, etc. Algunos seguirán, otros no.

Ojalá, la institución del Parque encuentre el rumbo. Y recupere el respeto y la credibilidad que tuvo durante muchos años. Que no se quede sólo con el fútbol profesional, porque como club, hay otras disciplinas que te hacen crecer como institución. Hasta sóftbol y básquet supo tener la Lepra. Y hablando de club, por favor, anímense e inviten a una reunión a los chicos que recuperaron el futsal de la institución o el hockey patín. Fabuloso. En tres años, divisiones inferiores, equipos competitivos y un sentido de pertenencia único. Y esos chicos, sí que juegan por el verdadero amor a la camiseta.

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