Brasil, el país con más infectados y muertos por Covid-19 de Sudamérica, autorizó la vuelta del fútbol

Después de tres meses, la actividad reiniciará con Flamengo-Bangu. Descontento de otros clubes.

Bolsonaro (izq.) promovió la vuelta del fútbol a pesar del descontento de clubes.
Bolsonaro (izq.) promovió la vuelta del fútbol a pesar del descontento de clubes.

Brasil, el país con más muertos por coronavirus en Sudamérica, acaba de dar luz verde para reanudar los campeonatos. En Argentina, que lleva una de las cuarentenas más largas del mundo, muchos futbolistas se entrenan y se esconden para no perder la forma ni cotización después de 100 días parados.

Son apenas dos ejemplos de los fuertes contrastes del fútbol de Sudamérica en tiempos de pandemia, y qué pueden ser motivo de conflicto cuando la CONMEBOL decida la vuelta de las competencias continentales.

Después de tres meses suspendido, el fútbol regresó de manera parcial en Brasil el jueves con el encuentro de Flamengo, el actual campeón de la Copa Libertadores, ante Bangu en el estadio Maracaná de Río de Janeiro por el torneo estatal.

Fue un triunfo para el presidente brasileño Jair Bolsonaro, renuente a ordenar las cuarentenas y acatar otras medidas para reducir las infecciones como el distanciamiento social. El mandatario venía arengando desde hace tiempo por la vuelta del fútbol pese al rechazo de varios clubes y especialistas de la salud.

El nuevo coronavirus, al que Bolsonaro definió como “gripecita”, ha contactado casi un millón de personas y provocado la muerte a 46.500.

Dentro del fútbol carioca todavía hay resistencias. Fluminense y Botafago se encargan de llevar a cabo el caso a los tribunales deportivos y los criterios que no están dadas las condiciones sanitarias para competir. Sao Paulo, el estado más populoso de Brasil y el epicentro de la pandemia de coronavirus en el país, habilitó los entrenamientos desde el 1 de julio. No hay fecha aún para el inicio del campeonato nacional, que estaba programado para comenzar en mayo.

Los equipos de otras ligas específicas contemplan volver en julio si lo permiten las autoridades sanitarias.En su vecino Argentina, no se juega al fútbol desde antes que el país entre en cuarentena el 20 de marzo. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) había suspendido la Copa de la Superliga el fin de semana anterior con apenas una fecha disputada.

En las semanas siguientes, la dirigencia dio por finalizado el campeonato; suspendió descensos por dos años y reeligió a Claudio Tapia como presidente aunque todavía no cumplió su primer mandato. Pero no definió nada sobre protocolos médicos ni fechas para volver a jugar.

A punto de cumplirse 100 días sin actividad y cuando varios jugadores comienzan a entrenarse por su cuenta y otros en pequeños grupos, lo cual no está permitido, la AFA anunció que las prácticas recién se habilitarán cuando todo el país esté en la fase 4 de la Cuarentena, es decir una instancia previa a restaurar la normalidad. Busca así, dijo, evitar la ventaja deportiva de aquellos equipos que están en provincias con menor circulación del virus.`

“Tomaron decisiones aceleradas, yo veo un fútbol argentino que claramente va a ir en decadencia”, advirtió Marcelo Gallardo, el multicampeón técnico de River Plate y la primera voz de peso en plantarse contra los líderes. ”Por lo que hablo con jugadores y con entrenadores, tengo voces alineadas con el mismo sentir, de que ya no se aguanta más el tema ... tengo mucho deseo de poder activarnos de un poco con los protocolos necesarios”, reclamó Gallardo.

Otro entrenador argentino que alzó fuerte la voz por el regreso del fútbol fue Ricardo Gareca, quien al frente de la selección de Perú advirtió que “es necesario que esto comience cuanto antes, siguiendo protocolos. Las condiciones físicas de los jugadores se deterioran cada vez más”.

Este país, el segundo con más casos de la región después de Brasil, autorizó a partir del 22 de junio los entrenamientos individuales y los grupales desde el 29 de junio. El 31 de julio se reiniciará el campeonato, pero sin público, al igual que Chile, otro de los países fuertemente castigados por el COVID-19. El fútbol chileno venía de meses complicados por el estallido social que asoló el país trasandino en octubre de 2019 y que alteró el calendario de su liga.

La crisis financiera que ya se insinúa entonces se agravó con la pandemia. Con más de 200,000 contagiados y hospitales colapsados, la necesidad económica de los clubes pudo más que el temor al virus. Huachipato lideró el regreso a las prácticas a multas de mayo, seguido luego por otros equipos con excepción de los radicados en Santiago, epicentro de la enfermedad.

En Colombia, el gobierno del presidente Iván Duque dio el guiño y envió esta semana a la federación de los protocolos que requerían cumplir los equipos. Estas guías sanitarias fueron sobre la base del modelo de Alemania, cuya liga fue la primera de los principales de Europa en reanudarse.

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