A 65 años del nacimiento de la leyenda del Maestro

Efemérides. El 14 de abril de 1956, el mítico Víctor Legrotaglie debutaba en la primera de Gimnasia. A días de cumplir 84 años continúa siendo el máximo ídolo del fútbol mendocino. Crack.

Romance eterno. El Víctor hace “jueguito” mientras el arquero Eduardo César ‘Laucha’ Ferreyra lo observa con gran admiración. / Gentileza Oscar Casares.
Romance eterno. El Víctor hace “jueguito” mientras el arquero Eduardo César ‘Laucha’ Ferreyra lo observa con gran admiración. / Gentileza Oscar Casares.

“Era tan delgadito que algunos dudaban de si podría jugar en primera... Lo que no sabían es que yo siempre había jugado en primera, en el club 5 de Octubre de Las Heras”, rememoraba hace unos años con ese timbre de voz inconfundible, todo un sello del carisma con el que el Maestro supo cautivar devotos de su magia con la número 5 en los pies.

Pasaron seis décadas y un lustro de uno de los hitos más importantes de la historia del fútbol mendocino. Sábado 14 de abril de 1956, vieja cancha de Andes Talleres (campeón de la temporada anterior), un tal Víctor Antonio Legrotaglie firmaba planilla por primera vez en un cotejo oficial del torneo de la Liga Mendocina vistiendo la camiseta de Gimnasia y Esgrima, su querido Lobo del Parque.

La particularidad era que ese zurdo, flaquito y con toda la pasta de crack, al que le faltaba un mes para cumplir 19 años (nació el 29 de mayo de 1937) no había pasado por las divisiones formativas del Blanquinegro. Pero el ojo clínico del “Mona” García no falló y decidió mandar a la cancha a quien luego se convertiría en el máximo referente del fútbol mendocino.

Esa tarde fue especial porque, además, Víctor tuvo su bautismo de fuego con la red adversaria. Fue el primero de los 108 tantos oficiales de una extensa carrera de 21 años y 523 partidos oficiales divididos en otros cinco equipos: Chacarita Juniors, Atlético Argentino, Atlético de la Juventud Alianza de San Juan, Independiente Rivadavia, Américo Tesorieri de La Rioja y la Selección Mendocina. También vistió la camiseta de Godoy Cruz, como refuerzo en el recordado amistoso del Tomba contra el Santos de Pelé, que finalizó con un ajustado 3-2 para los brasileños.

El propio Víctor relató más de una vez cómo fue que llegó a Gimnasia: “A comienzos de 1956 fui a ver un amistoso de Gimnasia contra Gutiérrez en la cancha de Argentino. Para poder entrar gratis le llevé el bolso a amigo el Chupino Cardone y me dejaron pasar. Justo en la entrada me vio el ‘MonaGarcía, que ese día era el técnico interino del Lobo y que me reconoció porque me había visto jugar en los potreros: ‘¿Usted no es el pibe que juega en los campitos de Las Heras?’ Yo era muy menudito, pesaba 55 kilos, y también me ubicó porque tenía todo el pelo enrulado. Me invitó a jugar y me puso en el segundo tiempo por un compañero que se había lesionado. Era un amistoso y se podían hacer cambios. Goleamos 6 a 2, convertí dos goles y en la semana me llevó a la Liga a firmar. Mis tíos, que eran fanáticos de la Lepra, querían que yo jugara en Independiente, pero dijeron que yo era muy flaquito para ser futbolista. Después se arrepintieron, al igual que los dirigentes de Huracán Las Heras, pero ya era tarde porque había firmado para Gimnasia”, cuenta en primera persona.

Aunque sin registros estadísticos fiables de la época, y con su particular disparo de chanfle, afirma que hizo 12 goles olímpicos y 66 de tiro libre. También que se dio el lujo de decirle que no a River, el Real Madrid y al Cosmos de Pelé y Beckembauer. El Víctor, toda una leyenda viviente.

El ídolo que pasa “bien” sus días en una residencia

“Ahí anda, está bien. Pero no puede dar entrevistas porque está en la residencia y no se lo puede visitar”, respondió ayer Carina Legrotaglie, la hija del Maestro, ante la consulta de Los Andes sobre el estado de salud de su papá.

El Maestro, que cumplirá 84 años el próximo 29 de mayo, pasa sus días hospedado en una residencia para ancianos ubicada en Chacras de Coria, departamento de Luján de Cuyo. Hace unos años, protagonizó un accidente automovilístico y luego sufrió otro percance doméstico por el que tuvo que ser operado de uno de sus hombros. También superó un ACV y transita el Mal de Alzheimer.

Inmunizado. Un mes atrás, Víctor recibió la primera dosis de la vacuna Sputnik V. Gentileza Oscar Casares.
Inmunizado. Un mes atrás, Víctor recibió la primera dosis de la vacuna Sputnik V. Gentileza Oscar Casares.

La noticia positiva es que hace exactamente un mes, el 16 de marzo pasado, recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. En su momento fue el doctor Oscar Casares quien lo informó en sus redes sociales. “El Víctor acaba de recibir su vacuna (primera dosis); luego de que reciba la segunda dosis vuelve a su Estadio para ver jugar al Lobo. Esa es su promesa e ilusión”, posteó el abogado e historiador, quien por su condición de dirigente es muy cercano a la familia del gran Víctor Antonio Legrotaglie.

¡Mucha fuerza, Maestro!

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