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Harto de las críticas de los empresarios, el presidente Mauricio Macri ordenó convocar para el lunes en la Casa Rosada a la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), que viene exigiendo sin éxito más participación en la toma de decisiones y la confección de las políticas económicas.
La decisión se tomó en una reunión de gobierno que se realizó en la tarde de ayer en la Quinta de Olivos, donde Mauricio Macri bajó la orden de evitar confrontar en los medios y hablar de frente con las patronales de la industria.
Fuentes de la Casa Rosada explicaron a este diario que el encuentro será "para intercambiar ideas" sobre la situación económica. Macri buscará, en realidad, frenar la escalada de tensión para que la disputa no trascienda las fronteras, ante la necesidad de dar imagen de país que se está ordenando y en plena construcción de un buen clima de inversiones.
La decisión fue aconsejada por el coordinador del gabinete económico, Mario Quintana, tras una reunión con Marcos Peña.
Después de almorzar con su esposa, Juliana Awada, Macri se reunió en la Quinta de Olivos con dos patas de su mesa chica: el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el coordinador del gabinete económico Mario Quintana.
La decisión fue aconsejada por Quintana al Presidente, quien dio luz verde para el encuentro. Fue horas después de que los industriales volvieran a la carga con sus cuestionamientos a la lentitud de los cambios implementados por la gestión Cambiemos.
La última vez que Macri recibió a las autoridades de UIA fue el 15 de junio del año pasado. Entonces, el Presidente pidió más inversión. Y los industriales plantearon la necesidad de bajar "el costo argentino" y se quejaron por el aumento de importaciones, los mismos reclamos que expresarán el lunes próximo.
El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, ratificó ayer su apoyo a la administración Macri, pero advirtió que seguirá marcando las diferencias en cuanto a la política económica, exigiendo mayor espacio de discusión antes de aplicar medidas.