Libros de papel: destino estético después de la lectura

Si bien la tecnología digital se los disputa a la hora de leer, los que atesoran esos tomos únicos de lectura también pueden darles otro uso

Libros de papel: destino estético después de la lectura
Libros de papel: destino estético después de la lectura

Con la llega del e-book, que permite almacenar cientos de libros en un dispositivo, los libros en papel parecen estar para algunos en retirada. Sin embargo, la mayoría de las personas no tira los libros. Por el contrario, hay una nueva moda que invita incluso a usarlos con otros fines. Los más creativos diseñan hasta muebles con ellos.

Sin embargo, los libros no son una mera decoración, sino que cuentan la propia historia de vida: qué se leyó, qué se estudió, qué problemas lo ocupaban a uno o qué ideas se defienden. Todo esto se puede saber con sólo echar un vistazo a una biblioteca personal.

Muchos expertos en decoración aseguran, además, que los libros en papel tienen una función primordial en las mudanzas: brindan sensación de hogar. Y es que cuando uno se muda, encontrarse pronto con los propios libros disponiéndolos en la nueva vivienda brinda de inmediato la sensación de estar en casa.

Algunos decoradores recomiendan incluso sacar los libros de las bibliotecas y colocarlos en el medio del salón, como una especie de mesita ratona al lado del sofá. A muchos les gusta colocar pilas de libros sobre el piso porque aportan un toque informal y descontracturado.

Otra idea del portal Pinterest es hacer mesitas de luz con los libros. Para ello, hay que unirlos con pegamento y pintarlos de blanco. También se puede reemplazar el pie de una lámpara por una pila de libros o rodear el pie con ellos.

Hay muchísimas ideas para reutilizar los libros. Portales creativos como Pinterest o feeds de Instagram ayudan en la búsqueda de ideas. A veces sólo se usan algunas páginas de los libros para hacer cuadros de pared.

También pueden sirven para fabricar banquetas con ellos. Encima de la pila de libros hay que colocar un asiento acolchado. Si bien parece un poco improvisado, es súper original y personalizado.

Incluso se pueden ahuecar algunos tomos y colocar pequeñas macetas con plantas dentro de ellos. De forma similar se pueden armar cajitas para la bijou, usando la tapa del libro como la de la caja.

¿Otra idea? se pueden colocar debajo de esa pequeña maceta bajo el alféizar, para destacarla, o juntar aquellos que  sean viejos, de la cocina  de la abuela, atarlos con una cinta, y usarlos como bloque para los cuchillos.

Los libros más viejos y antiguos pueden ser considerados, en sí, un objeto de decoración. Muchas veces tienen una letra más interesante o una encuadernación más bonita, además de una historia que contar, lo que hoy en día es importante para muchas personas.

Eso sí: es importante no comprar libros con una función puramente decorativa. Es decir, debe tratarse de aquellos que uno leería, ya que son algo muy personal que habla de uno. No tiene sentido decorar la casa con libros por los cuales uno no se siente representado.

Mirada a futuro

Los decoradores aseguran que la biblioteca seguirá existiendo en el futuro como un objeto de estatus, aunque probablemente cambie de aspecto y siga estando conformada por menos libros combinados con objetos de diseño que hablen de uno. Quizá solo se trate de unos 50 libros, pero los suficientes como para impresionar a potenciales parejas, a familiares y amigos.

¿Y qué libros podrían ser? Los que representan logros, deseos y gustos personales. Sí, ¡los libros de autoayuda también! Y por qué no aquellos “gustos semi secretos”, como una colección entera sobre la saga Star Wars.

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