Jimena Anganuzzi: “La gente se identifica mucho con Frida”

- Mucha gente le critica su amor incondicional a Diego Rivera, ser su sombra. Yo creo que ella, además de ser feminista, estaba enamorada perdidamente de Diego, y era humana. A veces el amor te ciega y no se puede hacer nada contra eso. De todas formas ella se rebeló y se separó de él cuando se enteró que la había engañado con su hermana. En ese momento se empezó a vestir de hombre y a tener relaciones con mujeres y con hombres. Era una época muy machista y Rivera era el pintor del momento. Además, no olvidemos que ella era una mujer que pasó parte de su vida postrada, sin caminar, y atravesó infinidad de operaciones. A pesar de eso tenía un carisma y una personalidad apabullantes. Era una mujer muy comprometida políticamente también. Sus pinturas tienen mucha fuerza, transmiten su vida y su dolor. Ella logró que su vida y obra trascendieran y hoy es un ícono.

- A esta altura, ¿qué lecturas hacés de tu carrera que arrancó cuando eras muy chica? ¿Tenés favoritos, arrepentimientos?

- Creo que todo lo que hice en mi carrera me sirvió para aprender. Todo es experiencia, no me arrepiento de nada. Tengo un especial cariño con el teatro, quizás porque me gustan mucho los procesos creativos, ensayar, pensar teatro, compartir mucho tiempo con mis compañeros y eso sucede mucho más en el teatro, donde se encuentra mucha pasión. Mi primera obra, “Cachetazo de campo”, de Federico León, es mi obra preferida. Sucedió algo muy fuerte con ella y fueron los primeros pasos de todos. Además viajamos por todo el mundo. El cine también me apasiona. Hice muchas películas y de todas me quedaron experiencias hermosas. Además el cine tiene eso tan hermoso de ser eterno, queda para siempre. Creo, por otro lado, que las dificultades son parte de los procesos, los trabajos. Siempre aparecen y yo las tomo para aprender y para replantearme cosas. Todo es un desafío nuevo y eso es lo lindo que tiene esta profesión.

- ¿Qué anécdotas de trabajo atesorás con más amor?

- Las más grandes son las de los viajes, las giras. Ahí pasás mucho tiempo junto a tus compañeros de obra y te conoces más en la intimidad, y encima conocés lugares. Creo que no se compara con nada viajar haciendo teatro. La experiencia de hacer “Yo en el futuro” de Federico León en Japón fue increíble. Ver la reacción de un público con una cultura tan distinta a la nuestra es muy conmovedor. Sin dudas también interpretar a Frida Kahlo es de lo más importante en mi carrera. Nunca había actuado en un unipersonal, además de Frida. Lo considero un antes y un después en mi profesión y también a nivel personal. Me dejó y me sigue dejando mucho aprendizaje.

- 2017 fue muy intenso para vos ¿no?

- Totalmente. Fue un año intenso, estuvimos en cartel con Frida todo el año y nos fue muy bien. Ahora estamos a punto de reestrenar. También di clases de Teatro todo el año, algo que me gusta mucho, y me enriquece. Tuve el placer de dirigir, que es algo que también me encanta, y además sobre un texto de Iosi Havilio que se llama “Opendoor” y que es muy hermoso, dentro de un ciclo de teatro y literatura. También filmé algo de cine e hice un poco de tele con algunas cositas en la gira de “Sandro” y en “El Marginal”.

- Hablando de tu rol docente, cerca del final de la obra, Frida habla de "la noble tarea de enseñar", cosa que compartís con ella…

- Sí. Me identifico mucho con ese texto de Frida, casi en el final de la obra, cuando habla de la tarea de enseñar, del amor a sus alumnos. Hace unos años doy clases de teatro junto a Lola Berthet, me encanta. Personalmente me da mucho placer enseñar, compartir con los alumnos la actuación. El vínculo que tengo con ellos es de mucho amor, algo que no me imaginaba. Me hace estar siempre activa con la cabeza, pensando sobre el teatro, cuestionándome cosas, buscando respuestas, aprendiendo. Verlos avanzar es algo increíble, me da mucha felicidad. Poder transmitir algo de lo que sé y me apasiona es muy placentero. Es como estar todo el tiempo con la cabeza fresca y despierta. Se vuelve muy creativo, es un espacio de mucha creación.