Día del Enólogo: cuál es la visión de las nuevas generaciones acerca de su profesión

Los enólogos de Argentina celebran hoy su día. - Archivo / Los Andes
Los enólogos de Argentina celebran hoy su día. - Archivo / Los Andes

En una nueva celebración nacional de su día, Los Andes habló con algunos jóvenes viticultores para conocer su perspectiva acerca del trabajo que hacen con el vino.

Los enólogos argentinos celebran hoy su día. Aunque en Mendoza el festejo se da el 5 de mayo, en todo el país el 7 de septiembre es la fecha elegida, en recuerdo del día en el que Domingo F. Sarmiento creó la Quinta Normal de San Juan en el año 1862, que, con el paso de los años, pasó a llamarse Escuela Nacional de Fruticultura y Enología.

Con un panorama bastante distinto al que había hace casi 160 años, Los Andes decidió hablar con tres jóvenes enólogos que dieron su visión acerca de la actualidad de su profesión y sus perspectivas a futuro del mundo del vino.

Para Juan Pablo Díaz, enólogo de Bodegas López, la enología se ha transformado de una profesión a una pasión, lo que ha dado como resultado productos muy distintos a los que se conocían. “Sigue siendo algo profesional, pero se le pone mucha impronta, lo que ha llevado al gran crecimiento de la industria en Argentina. El vino dejó de ser un producto que solo se bebe o acompaña las comidas, sino que transmite emociones. Tiene una historia detrás, con muchas personas trabajando durante años en el viñedo y la bodega para lograr una botella. Cuando se toma el vino se transmite toda la impronta que le dejaron todas esas personas a la elaboración”, aseguró.

Juan Pablo Díaz está al frente de Bodegas López.
Juan Pablo Díaz está al frente de Bodegas López.

Leandro Funes de A16 consideró que hoy su profesión pasa, más que por una destreza técnica que se puede encontrar en los libros y la experiencia, por el desafío de lograr la satisfacción del cliente. “Es muy fugaz el placer de la persona, puede pasar en muchos ámbitos o con muchos productos que lo nuevo ya mañana queda viejo, de una manera muy rápida. Por eso, tenemos que estar en una continua búsqueda de nuevos productos y de poder generar nuevas sensaciones en el cliente para mantener su fidelidad”, sostuvo.

Para Funes, esto es consecuencia de que hoy apuntan a un público mucho más joven que hace 30 años. “Antes era un público muy clásico, que compraba de manera religiosa el mismo vino. No buscaban experimentar nuevas cosas, algo que pasa hoy con todo el público. Tenemos la necesidad de estar viviendo cosas nuevas, lo que hace que más allá de que un vino te guste, siempre vas a querer probar algo nuevo. En ese sentido hay que estar siempre a la vanguardia, para poder llegar a más gente”, destacó.

Desde el punto de vista de Matías Morcos, el enólogo de Familia Morcos, la enología tiene dos caminos. “Hoy es, por un lado, un poco artística en los vinos premium, de alta gama, los vinos de lugar que nos han hecho famosos en todo el mundo. Esta es cada día más artística, más natural, respetando cada vez más el lugar, entendiendo y escuchando la viña, por ahí. Por otro lado, tenemos una enología cada vez más técnica y automatizada, en la industria a granel o volumen, que es la que le da de comer a todos los pequeños productores. Tiende a ser más tecnificada, con más tecnología y más precisión. Son dos caminos distintos, pero que son el futuro”, explicó.

Matías Morcos es enólogo de Familia Morcos.
Matías Morcos es enólogo de Familia Morcos.

Lo que se viene en la enología

Un punto que resaltó Juan Pablo Díaz es que hoy en los enólogos jóvenes hay mucha inventiva. “Se aprendió a respetar lo tradicional y se lo mantiene, pero con propia impronta, lo que le da un valor agregado y llevó al vino a ser un producto más consumible. Se pueden ofrecer muchísimos productos con elaboraciones y técnicas diferentes, que antes no se usaban”. Según el enólogo, esto se refleja en la tendencia de probar con viñedos de diferentes alturas o diferentes zonas que antiguamente se creían un poco difíciles de plantar. “Hoy nos animamos a hacer eso y buscamos cosas nuevas”, ponderó.

Leandro Funes, enólogo de A16.
Leandro Funes, enólogo de A16.

Para poder hablar del futuro, para el viticultor de Bodegas López es necesario mirar antes un poco para atrás. “Si hacemos un repaso de los últimos diez años, ha habido un crecimiento enológico increíble. El enólogo argentino tiene muchos conocimientos técnicos y eso es un gran avance. Hay mucho futuro, no solo con el Malbec, sino con otros varietales que se están revelando, vemos gran potencial y les estamos dando una vuelta de rosca, con diferentes elaboraciones. Hoy tenemos muy buenos Cabernet Sauvignon y Merlot en las tintas. El Semillón, que estaba un poco olvidado, ha resurgido y eso es en parte por los enólogos jóvenes que le han dado su impronta”, opinó.

Por su parte, Leandro Funes declaró: “Creo que la enología va a tomar un rumbo más natural, casi 100% orgánico. Los procesos del vino no se pueden cambiar, pero si se puede mejorar el impacto que tiene en el organismo, con menos alcohol, menos agregados de productos químicos”.

El mayor desafío a futuro para Matías Morcos pasa por volver a acercar al vino a mucha gente que por ahí se sintió alejada. “Hay que volver a comunicar con simpleza, que el vino sea de los jóvenes y para los jóvenes. No solo para cierto momento de glamour en el día, que sea la bebida que acompaña a los argentinos todos los días”, dijo.

“Creo que en los vinos premium tenemos que seguir entendiendo lugares y dejar expresar la identidad de la zona y en los vinos de menor gama buscar la ultra tecnificación. Como enólogos, tenemos que estar cada día más cerca de los consumidores”, completó Morcos.

COMPARTIR NOTA